La vulvitis, la inflamación de la vulva, puede tener diversas etiologías en niños y adolescentes, como la dermatitis alérgica, la dermatitis de contacto, el liquen escleroso y las infecciones por bacterias, hongos y parásitos. La dermatitis en los bebés suele estar causada por un pañal sucio que se deja puesto durante un periodo de tiempo prolongado. El aumento de la frecuencia de los cambios de pañal y la aplicación tópica de emolientes son suficientes para resolver la mayoría de los casos. La dermatitis de la vulva en niños mayores suele estar causada por la exposición a un irritante (por ejemplo, productos perfumados que entran en contacto con la vulva, detergente para la ropa, jabones, etc.) y se trata evitando la exposición y fomentando los baños de asiento con bicarbonato de sodio mientras la piel de la vulva se cura. Otras opciones de tratamiento para la dermatitis vulvar incluyen el clorhidrato de hidroxizina oral o la hidrocortisona tópica.
El liquen escleroso es otra causa común de vulvitis en los niños, y suele afectar a una zona de la piel con forma de reloj de arena o de ocho alrededor del ano y la vulva. Los síntomas de un caso leve incluyen fisuras en la piel, pérdida de pigmentación de la piel (hipopigmentación), atrofia de la piel, textura apergaminada de la piel, disuria, picor, malestar y excoriación. En los casos más graves, la vulva puede decolorarse y desarrollar hematomas de color púrpura oscuro (equimosis), hemorragias, cicatrices, atenuación de los labios menores y fisuras y hemorragias que afectan a la zona posterior del cuarteto. Su causa es desconocida, pero probablemente sea genética o autoinmune, y no está relacionada con la malignidad en los niños. Si los cambios en la piel no son evidentes en la inspección visual, puede realizarse una biopsia de la piel para obtener un diagnóstico exacto. El tratamiento del liquen escleroso vulvar puede consistir en hidrocortisona tópica en los casos leves, o en esteroides tópicos más fuertes (por ejemplo, propionato de clobetasol). Los estudios preliminares muestran que el 75% de los casos no se resuelven con la pubertad.
Los organismos responsables de la vulvitis en los niños incluyen los oxiuros (Enterobius vermicularis), la levadura Candida y el estreptococo hemolítico del grupo A. Aunque los oxiuros afectan principalmente a la zona perianal, también pueden causar picor e irritación en la vulva. Los oxiuros se tratan con albendazol. Las infecciones vulvares por Candida son poco frecuentes en los niños, y generalmente se producen en los bebés después de la terapia con antibióticos, y en los niños con diabetes o inmunodeficiencia. Las infecciones por Candida provocan una erupción vulvar roja y elevada con lesiones satélites y bordes claros, y se diagnostican examinando al microscopio una muestra tratada con hidróxido de potasio en busca de hifas. Se tratan con butoconazol, clotrimazol o miconazol tópicos. Las infecciones por estreptococos se caracterizan por una decoloración roja oscura de la vulva y el introito, y causan dolor, picor, sangrado y disuria. Se tratan con antibióticos.