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Entre más descubren los científicos sobre la psoriasis, más alternativas terapéuticas se están poniendo a disposición de los pacientes que padecen esta enfermedad de la piel.
«Conforme entendemos mejor la enfermedad, los investigadores saben más sobre los factores específicos que deben atacar para crear tratamientos eficaces”, informa la Dra. Melinda L. McCord, M.D., dermatóloga de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés).
El tratamiento para tratar la psoriasis ha ido cambiando paso a paso gradualmente. Hoy en día, los médicos tratan de mejorar el tratamiento desde la primera visita, ya sea con fototerapia o con terapias sistémicas, según las necesidades específicas de cada paciente.
«Los tratamientos del mañana se volverán aun más personalizados, porque los medicamentos ahora en desarrollo apuntan a diferentes aspectos del sistema inmunológico”, pronostica la Dra. McCord.
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La genómica personalizada y la psoriasis
La psoriasis es un trastorno del sistema inmunológico caracterizado por la inflamación y la súbita sobreproducción de células cutáneas, generando descamación, dolor, hinchazón, ardor y enrojecimiento. Cerca de 7.5 millones de estadounidenses padecen psoriasis, una afección cutánea que puede generar malestares físicos y emocionales significativos..
Entre los tratamientos para la psoriasis están:
- Las medicinas para aplicarse en la piel (tratamiento tópico)li>
- Los tratamiento con luz (fototerapia)
- Los medicamentos inyectables o tomados por vía oral (terapia sistémica)li>
La psoriasis no tiene cura, de modo que los objetivos principales del tratamiento son reducir la inflamación e impedir que las células cutáneas crezcan demasiado rápido.
En el pasado, los médicos trataban la psoriasis empleando el «enfoque paso a paso”. Los pacientes con una psoriasis de leve a moderada empezarían con terapias tópicas y, de no responder bien a ellas, pasarían a otros tratamientos, tales como la terapia sistémica o la fototerapia. Este enfoque exigía tratar a las personas con una psoriasis de moderada a grave usando fototerapia o terapias sistémicas tradicionales —fármacos tales como el metotrexato y la ciclosporina—, antes de ofrecerles terapia biológicas (un tipo de tratamiento que funciona de la mano con el sistema inmunológico).
Dicha estrategia ha cambiado a un enfoque más específico para el paciente. En la actualidad, los pacientes y sus médicos pueden elegir un tratamiento fundado en su eficacia, la severidad de la enfermedad, consideraciones sobre el estilo de vida, factores de riesgo y enfermedades relacionadas (comorbilidades).
El producto biológico más recientemente aprobado por la FDA para el tratamiento de la psoriasis es el Stelara (con ustekinumab). El ustekinumab contiene un anticuerpo que se produce en el laboratorio y está diseñado para combinarse con un blanco específico del sistema inmunológico. «Al administrársele a los pacientes, este anticuerpo impide la actuación de dos proteínas (las interleucinas 12 y 23) que contribuyen a la inflamación y la sobreproducción de células cutáneas. Al atacar estas proteínas, el ustekinumab puede interrumpir la vía inflamatoria”, explica la Dra. McCord.
«En el futuro, los medicamentos en desarrollo atacarán diferentes vías del sistema inmunológico que conducen a la inflamación. Los investigadores están explorando la importancia de la interleucina 17”, señala la Dra. McCord. «También están buscando proteínas y moléculas que puedan interrumpir la comunicación celular, la cual puede intensificar la propagación de la inflamación”.
«Conforme descubrimos más acerca de las vías inmunológicas que llevan al desenvolvimiento de la psoriasis, nos es posible concentrarnos en moléculas específicas para su tratamiento y poner más alternativas terapéuticas a disposición de los pacientes”, advierte la Dra. McCord. «El entendimiento de la enfermedad nos ofrece la oportunidad de concentrarnos en factores específicos”.
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Una estrategia de largo plazo
McCord La Dra. McCord recomienda emplear un enfoque de equipo para el tratamiento de la psoriasis. Los pacientes, las familias y sus prestadores de servicios de salud deben colaborar para, juntos, hacer frente a las diversas enfermedades que pueden presentarse en relación con la psoriasis, incluyendo el riesgo de contraer el síndrome metabólico (la manifestación de obesidad, presión arterial alta, colesterol alto y diabetes en un paciente), linfoma, afecciones cardiacas o cardiopatías, o depresión. «No entendemos del todo la relación entre estas comorbilidades y la psoriasis, pero es un campo de investigación activo”, añade.
Como la psoriasis es una enfermedad crónica que no tiene cura, los pacientes tal vez tengan que recibir tratamiento por un largo tiempo. Muchas terapias aprobadas por la FDA han sido evaluadas por periodos de tiempo prolongados.
La psoriasis tiene componentes genéticos y ambientales. Es más común en los adultos y puede ser hereditaria. ¿Qué la provoca? ¿Un virus?, ¿una bacteria?, ¿el estrés?, ¿otros factores ambientales? «Simplemente no lo sabemos”, reconoce la Dra. McCord.
Pero la buena nueva es que los pacientes pueden atender algunos de los indicios y los síntomas de la psoriasis tomando algunas medidas sencillas. Por ejemplo, el uso habitual de cremas hidratantes puede aliviar la comezón y la descamación. Reducir o limitar el consumo de alcohol y tabaco puede hacer que disminuya el número de erupciones de la psoriasis. Los cambios en el estilo de vida —tales como mantenerse físicamente activo y con un peso saludable— pueden ayudar a paliar o prevenir la aparición de enfermedades relacionadas.
La Dra. McCord recomienda a los pacientes que procuren tratarse de manera oportuna con un médico que tenga experiencia con la enfermedad. Un dermatólogo puede ofrecerles a los pacientes el diagnóstico correcto e información para controlar la enfermedad. «Si es diagnosticada y tratada a tiempo, uno puede ahorrarse los inconvenientes de recibir una terapia ineficaz e inadecuada”, agrega.
Algunos pacientes se desaniman con facilidad en cuanto a los tratamientos, pero es posible que las nuevas terapias los hagan sentir más confiados. Por eso, la Dra. McCord dice que los pacientes deben investigar las opciones de tratamiento con tiempo y educarse sobre su enfermedad. Incluso si tienen un caso leve de psoriasis y deciden que no quieren recurrir a cierta alternativa de tratamiento en particular, hay maneras en que los pacientes pueden mitigar sus síntomas.
«La psoriasis afecta mucho emocionalmente a algunos pacientes. Pero no tiene por qué, si se recibe la atención y el tratamiento adecuados”, asegura.
Este artículo está disponible en la página de Artículos para el Consumidor de la FDA, en la cual se publican las últimas novedades sobre todos los productos regulados por la FDA.
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