Un tumor cerebral es una masa de células anormales. Puede estar localizado dentro de su cerebro o junto a él. Los tumores pueden causar una amplia gama de problemas en todo el cuerpo cuando crecen y presionan de forma perjudicial el tejido cerebral. Hay muchos tipos de tumores que pueden originarse en el propio cerebro o proceder de otra parte del cuerpo y desplazarse al cerebro (hacer metástasis). Los tumores cerebrales pueden clasificarse como benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos), en función de su comportamiento.
Tipos comunes
Los meningiomas son los tumores intracraneales benignos más comunes, y comprenden del 10 al 15 por ciento de todas las neoplasias cerebrales. Estos tumores surgen de las estructuras membranosas (meninges) que rodean el cerebro y la médula espinal. A menudo, los meningiomas no causan síntomas y no requieren tratamiento inmediato.
Los schwannomas son tumores benignos en adultos que surgen a lo largo de los nervios. Representan alrededor del 8% de todos los tumores cerebrales y suelen aparecer en el nervio de la audición (el 8º nervio craneal), que va desde el cerebro hasta el oído. Aunque estos tumores son benignos, pueden causar complicaciones graves e incluso la muerte si crecen y ejercen presión sobre los nervios y, finalmente, sobre el cerebro. Los síntomas más comunes son la pérdida de audición unilateral y los zumbidos o pitidos en los oídos.
Los gliomas son el tipo más frecuente de tumor cerebral en adultos, y representan el 78 por ciento de los tumores cerebrales malignos. Surgen de las células de soporte del cerebro, llamadas glía. La glía ayuda a mantener las neuronas en su sitio y a que funcionen bien.
- Los astrocitomas se desarrollan a partir de los astrocitos, células gliales con forma de estrella que forman el tejido de soporte del cerebro. Pueden aparecer en muchas partes del cerebro, pero lo más habitual es que se den en el cerebro. Los astrocitomas pueden aparecer en varias partes del cerebro y pueden desarrollarse en personas de todas las edades, pero son más frecuentes en adultos, especialmente en hombres de mediana edad. Los síntomas varían, pero son comunes los dolores de cabeza, las convulsiones, la pérdida de memoria y los cambios de comportamiento.
- El glioblastoma (GBM) también se desarrolla a partir de astrocitos, pero estos tumores agresivos tienden a crecer rápidamente y a extenderse a otros tejidos. Generalmente se encuentran en los hemisferios cerebrales del cerebro. El GBM es más frecuente en personas de entre 50 y 70 años, y es más frecuente en hombres que en mujeres. Como se forman y crecen tan rápidamente, el aumento de la presión en el cerebro creará síntomas como dolor de cabeza, náuseas, vómitos y somnolencia.
Causas y factores de riesgo
La mayoría de los tumores cerebrales están causados por alteraciones en los genes, o por reordenamientos cromosómicos que cambian la función de un gen. Los pacientes con ciertas condiciones genéticas (es decir, neurofibromatosis, enfermedad de von Hippel-Lindau, síndrome de Li-Fraumeni y retinoblastoma) también tienen un mayor riesgo de desarrollar tumores del sistema nervioso central. La exposición a determinadas sustancias químicas también puede aumentar el riesgo de tumores cerebrales. Los pacientes que han recibido radioterapia en la cabeza también tienen un mayor riesgo de padecer nuevos tumores cerebrales.
Síntomas
Los tumores cerebrales son complejos y los síntomas dependen del tipo y la localización del tumor. Pueden aparecer síntomas físicos como dolor de cabeza, náuseas, pérdida de equilibrio, debilidad en un lado del cuerpo, cambios en la visión o la audición y convulsiones. Los cambios de comportamiento también pueden ser síntomas, como confusión, impulsividad, dificultad para pensar o cambios de personalidad.
Tratamiento
Los neurocirujanos utilizan técnicas de imagen como la resonancia magnética o la tomografía computarizada para ayudar a diagnosticar un tumor, y a veces es necesaria una biopsia. Los tumores cerebrales (ya sean primarios o metastásicos, benignos o malignos) suelen tratarse con cirugía, radiación y/o quimioterapia. Las decisiones sobre el tratamiento a utilizar se toman caso por caso y dependen de una serie de factores.