El sistema inmunitario está formado por el tejido linfoide del cuerpo, que incluye:
- Médula ósea
- Ganglios linfáticos
- Partes del bazo y del tracto gastrointestinal
- Timo
- Amígdalas
- La hipogammaglobulinemia, que suele provocar infecciones respiratorias y gastrointestinales
- La agammaglobulinemia, que provoca infecciones graves en las primeras etapas de la vida y suele ser mortal
- Ataxia-telangiectasia
- Deficiencias del complemento
- Síndrome de DiGeorge
- Hipogammaglobulinemia
- Síndrome de Job
- Defectos de adhesión leucocitaria
- Agammaglobulinemia
- Síndrome de Wiskott-Aldrich
- Síndrome de Wiskott- Aldrich
Las proteínas y las células de la sangre también forman parte del sistema inmunitario.
El sistema inmunológico ayuda a proteger el cuerpo de sustancias dañinas llamadas antígenos. Algunos ejemplos de antígenos son las bacterias, los virus, las toxinas, las células cancerosas y la sangre o los tejidos extraños de otra persona o especie.
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Cuando el sistema inmunitario detecta un antígeno, responde produciendo unas proteínas llamadas anticuerpos que destruyen las sustancias dañinas. La respuesta del sistema inmunitario también implica un proceso llamado fagocitosis. Durante este proceso, ciertos glóbulos blancos se tragan y destruyen las bacterias y otras sustancias extrañas. Las proteínas denominadas complemento ayudan en este proceso.
Los trastornos por inmunodeficiencia pueden afectar a cualquier parte del sistema inmunitario. En la mayoría de los casos, estas afecciones se producen cuando unos glóbulos blancos especiales llamados linfocitos T o B (o ambos) no funcionan con normalidad o el organismo no produce suficientes anticuerpos.
Los trastornos de inmunodeficiencia heredados que afectan a los linfocitos B incluyen:
Los trastornos de inmunodeficiencia heredados que afectan a los linfocitos T pueden provocar infecciones repetidas por cándida (hongos). La inmunodeficiencia combinada heredada afecta tanto a las células T como a las B. Puede ser mortal en el primer año de vida si no se trata a tiempo.
Se dice que las personas están inmunodeprimidas cuando tienen un trastorno de inmunodeficiencia debido a los medicamentos que debilitan el sistema inmunitario (como los corticosteroides). La inmunosupresión también es un efecto secundario común de la quimioterapia administrada para tratar el cáncer.
La inmunodeficiencia adquirida puede ser una complicación de enfermedades como el VIH/SIDA y la desnutrición (especialmente si la persona no ingiere suficientes proteínas). Muchos cánceres también pueden causar inmunodeficiencia.
Las personas a las que se les ha extirpado el bazo tienen una inmunodeficiencia adquirida, y corren un mayor riesgo de infección por ciertas bacterias que el bazo normalmente ayudaría a combatir. Las personas con diabetes también corren un mayor riesgo de contraer ciertas infecciones.
A medida que se envejece, el sistema inmunitario se vuelve menos eficaz. Los tejidos del sistema inmunitario (especialmente el tejido linfoide, como el timo) se reducen, y el número y la actividad de los glóbulos blancos disminuyen.
Las siguientes afecciones y enfermedades pueden provocar un trastorno de inmunodeficiencia: