Mito: Una dieta baja en grasas es lo mejor
Verdad: Traiga de vuelta la mantequilla. Las investigaciones están poniendo en duda la noción de hace décadas de que las grasas saturadas -que se encuentran principalmente en la carne, la mantequilla y el queso- son la principal causa de la obstrucción de las arterias y de las enfermedades cardíacas. Aunque las grasas saturadas aumentan el colesterol LDL («malo»), también aumentan el colesterol HDL («bueno»). Además, hay otros villanos de la dieta -como el exceso de azúcar y carbohidratos- que también pueden conducir a la acumulación de partículas que obstruyen las arterias. Un estudio publicado el año pasado en la revista Annals of Internal Medicine no encontró ninguna relación entre el consumo de grasas saturadas y el aumento del riesgo de infarto. Los alimentos con alto o bajo contenido en grasas saturadas pueden ser perjudiciales, beneficiosos o neutros, según el tipo de alimento, dice el doctor Dariush Mozaffarian, coautor del estudio y decano de la Escuela Friedman de Ciencia y Política de la Nutrición de la Universidad Tufts. Una dieta baja en carbohidratos -es decir, baja en alimentos como el pan blanco, el arroz blanco, las patatas, las galletas y el azúcar- es más eficaz para aumentar el colesterol «bueno» y reducir los triglicéridos, afirma. Añadir grasas saludables, como los frutos secos y el aceite de oliva, también puede ayudar a reducir el riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.
Mito: hay que ayunar antes de una prueba de colesterol
Verdad: no es necesario presentarse a una prueba de colesterol con el estómago vacío. Una investigación publicada en la revista Circulation comparó los paneles de lípidos sanguíneos de pacientes en ayunas y en ayunas y descubrió que los resultados de LDL, triglicéridos y colesterol total son igualmente precisos. Además, no hubo diferencias en la capacidad de las pruebas en ayunas o sin ellas para predecir la muerte por enfermedad cardíaca.
«Las personas pasan la mayor parte del tiempo en estado de no ayuno», dice el doctor Sripal Bangalore, investigador principal y profesor asociado de medicina en la Universidad de Nueva York. «No tiene sentido medir sus niveles de colesterol cuando están en su mejor momento».»
El requisito del ayuno no es sólo un inconveniente, sino que también podría afectar a las opciones de tratamiento. Bangalore señala que a los pacientes que no ayunan se les suele pedir que reprogramen la prueba, lo que puede retrasar el tratamiento. «Espero que el cambien las prácticas para las pruebas de colesterol, y que más médicos se sientan cómodos mirando los resultados sin ayuno», dice.