Las mujeres embarazadas pueden experimentar un dolor de espalda localizado en la zona lumbar o que se irradia hacia las nalgas, los muslos y las piernas, provocando o imitando los síntomas de la ciática. El dolor puede ser constante, empeorar con la actividad, interferir con el sueño y/o reducir el funcionamiento general. Aunque los síntomas suelen resolverse espontáneamente tras el parto, algunas afecciones pueden permanecer como trastornos crónicos. Las mujeres con problemas preexistentes en la zona lumbar suelen tener un mayor riesgo de desarrollar dolor de espalda relacionado con el embarazo.
Durante el embarazo, los cambios anatómicos y posturales naturales provocan desafíos mecánicos en el sistema musculoesquelético, especialmente en la parte inferior del cuerpo. El dolor de espalda y las molestias pélvicas suelen comenzar entre el quinto y el séptimo mes de embarazo. Un pequeño porcentaje de mujeres puede experimentar dolor ya entre las 4 y las 16 semanas.1
Dolor lumbar en el embarazo
La inestabilidad mecánica en la columna lumbar (parte baja de la espalda) y la pelvis suele provocar dolor lumbar en las mujeres embarazadas.
- La columna lumbar sufre una lordosis compensatoria -un aumento de la curvatura en forma de C invertida- que provoca un exceso de tensión en las articulaciones lumbares, los músculos, los ligamentos y los discos.
- El músculo psoas de la cadera, que estabiliza la columna vertebral y ayuda en los movimientos de la cadera y las piernas, se acorta debido a la lordosis compensatoria, exacerbando los síntomas de dolor lumbar.2
- Un dolor sordo o un dolor agudo y ardiente en la zona lumbar
- Dolor en un solo lado en la zona derecha o izquierda de la parte baja y/o media de la espalda
- Dolor que se irradia hacia la parte posterior del muslo y la pierna, y a veces hacia el pie (similar a la ciática)
- Dolor en el pie, una afección caracterizada por la incapacidad de levantar la parte delantera del pie al caminar
- Dolor que puede sentirse como una sensación punzante, sorda, punzante y/o de ardor en la parte posterior de la zona pélvica
- Dolor que puede extenderse a la nalga e irradiarse a la ingle y a la parte posterior del muslo
- Dolor que puede imitar a la ciática, pero a diferencia de ésta, suele ser imposible de localizar con precisión y puede cambiar de tipo o de zona(s) afectada(s) a medida que avanza el embarazo5
- Dolor de quemazón o dolor en la cara externa y/o frontal del muslo
- Sensación de frío, de hielo, en diferentes partes del muslo
- Zumbidos o vibraciones (como las de un teléfono móvil) en el muslo
- Dolor que se siente en la profundidad de la ingle (parte interna del muslo)
- Dolor irradiado y referido a la parte baja de la espalda, el muslo y/o la rodilla
- 1.Sabino J, Grauer JN. Embarazo y dolor lumbar. Curr Rev Musculoskelet Med. 2008;1(2):137-141. doi:10.1007/s12178-008-9021-8
- 2.Chila AG. Fundamentos de la medicina osteopática. Lippincott Williams & Wilkins; 2010.
- 3.Katonis P, Kampouroglou A, Aggelopoulos A, et al. Dolor lumbar relacionado con el embarazo. Hippokratia. 2011;15(3):205-210. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3306025/
- 5.Kanakaris NK, Roberts CS, Giannoudis PV. Dolor de la cintura pélvica relacionado con el embarazo: una actualización. BMC Med. 2011;9:15. Published 2011 Feb 15. doi:10.1186/1741-7015-9-15
- 6.Cheatham SW, Kolber MJ, Salamh PA. Meralgia parestésica: una revisión de la literatura. Int J Sports Phys Ther. 2013;8(6):883-93. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3867081/
Los síntomas de dolor lumbar pueden comenzar en cualquier momento durante el embarazo. Estos síntomas pueden sentirse como:
Los síntomas de la ciática suelen producirse si una raíz nerviosa lumbar inferior y/o sacra superior está pinzada en la parte inferior de la columna vertebral debido a una hernia discal lumbar, una espondilolistesis, un trastorno de la articulación facetaria o un esguince y espasmo muscular.
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Las mujeres con antecedentes de dolor de espalda, trastornos preexistentes de la zona lumbar, embarazos múltiples y/o las que se encuentran en los grupos de edad más jóvenes o mayores pueden tener un mayor riesgo de desarrollar dolor lumbar en el embarazo.2
Dolor lumbar al acostarse o al dormir
El dolor lumbar relacionado con el embarazo que empeora por la noche puede producirse como consecuencia de la expansión del útero, que ejerce presión sobre un vaso sanguíneo importante -la vena cava- provocando la congestión de los vasos sanguíneos en la pelvis y la columna lumbar.3
Dolor pélvico en el embarazo
Los cambios pélvicos son normales en el embarazo y ayudan a acomodar el útero en crecimiento y facilitar el parto.
Las mujeres embarazadas que experimentan dolor pélvico tienen diferentes cantidades de laxitud en sus articulaciones sacroilíacas derecha e izquierda, que conectan la columna vertebral con la pelvis. Esta diferencia en la laxitud de las articulaciones se debe a una alta concentración de la hormona relaxina que ablanda los tejidos conectivos y las articulaciones. Una laxitud significativa de las articulaciones sacroilíacas puede provocar el desplazamiento del ilion -parte de la pelvis que se une a la articulación sacroilíaca-.
El dolor se produce cuando el ilion desplazado se encuentra en una posición inestable, provocando tensión en los tejidos adyacentes. A medida que el cuerpo intenta devolver la pelvis a una posición normal, los músculos se tensan y tiran dentro o alrededor de la pelvis. Si la tensión se produce en los músculos del suelo pélvico o en los músculos aductores del muslo (músculos de la ingle que ayudan a juntar las piernas) se puede sentir un dolor intenso.4
El dolor pélvico posterior es común durante el embarazo y puede afectar hasta al 76% de las mujeres embarazadas. Este dolor también puede experimentarse durante varios años después del parto en el 5% al 8,5% de las nuevas madres.5 Los médicos también pueden referirse a este dolor como dolor de la cintura pélvica o disfunción de la sínfisis púbica.
Las características típicas del dolor pélvico posterior incluyen:
Las mujeres con antecedentes de dolor lumbar antes del embarazo y/o las que tienen trabajos físicamente exigentes que les obligan a estar de pie durante periodos prolongados tienen un mayor riesgo de desarrollar dolor pélvico durante el embarazo.4
Dolor en el muslo durante el embarazo
Durante el embarazo puede producirse una compresión temporal, un tirón y/o la pérdida de suministro de sangre a un nervio periférico. La hinchazón de los tejidos blandos y la presión del útero en crecimiento pueden añadir una presión adicional sobre estos nervios.
El dolor en el muslo puede producirse en estas circunstancias cuando el nervio cutáneo femoral lateral se comprime. Este nervio proporciona sensibilidad a la zona de la cintura y a la parte delantera y lateral del muslo.2
La compresión del nervio cutáneo femoral lateral da lugar a una afección denominada meralgia parestésica, que provoca uno o varios de los siguientes síntomas, normalmente en un lado del cuerpo6:
El dolor de la meralgia parestésica aumenta con la actividad, como al estar de pie o caminar, y se alivia al sentarse.6
Dolor de espalda y cadera durante el embarazo
La cadera puede volverse dolorosa durante el embarazo debido a los cambios en la parte baja de la espalda y la pelvis. Diferentes partes de la cadera pueden verse afectadas, lo que da lugar a una serie de posibles trastornos en esta región.2
Osteoporosis transitoria
Una afección poco frecuente, la osteoporosis transitoria, puede producirse debido a la carga de peso en el tercer trimestre del embarazo. Esta afección provoca el debilitamiento del hueso de la cadera y da lugar a un dolor agudo con movimiento limitado en la cadera. El dolor en la osteoporosis transitoria suele aparecer de forma repentina y se agrava al soportar peso, por ejemplo, al estar de pie o al caminar. Las mujeres con esta afección suelen caminar dando pasos cortos para evitar el dolor (marcha antálgica).2
Necrosis vascular de la cabeza del fémur
Los cambios biológicos en el embarazo que dan lugar a niveles elevados de esteroides naturales, incluidas las hormonas adrenocorticoides, estrógenos y progesterona, combinados con el aumento de peso, pueden causar un aumento de la presión articular y de la tensión muscular en la cadera. Estos cambios pueden dar lugar a una afección denominada necrosis avascular de la parte superior (cabeza) del hueso femoral (hueso del muslo). Esta afección provoca la destrucción del tejido óseo en la cabeza del fémur debido a la falta de riego sanguíneo.2
Los síntomas de la necrosis avascular de la cabeza del fémur comienzan alrededor del tercer trimestre e incluyen2:
Los síntomas se exacerban al soportar peso, como al estar de pie y/o caminar.
Dolor lumbar y abdominal con calambres
La aparición repentina de dolor abdominal intenso y calambres puede indicar la rotura de un embarazo ectópico. En esta condición, el óvulo se fecunda y crece en un lugar distinto al útero, más comúnmente dentro de la trompa de Falopio, que se rompe debido al tamaño creciente del óvulo fecundado.7
Los síntomas de un embarazo ectópico roto también pueden incluir dolor intenso en la parte baja de la espalda y/o en la ingle. Esta condición es una emergencia médica y debe ser tratada con una intervención quirúrgica de forma urgente.
Dolor de parto en la espalda
El dolor durante el parto activo es causado por la contracción de los músculos del útero y es similar a un calambre menstrual intenso. El dolor de parto suele ser intermitente y aumenta gradualmente de intensidad.
Algunas mujeres pueden experimentar un dolor intenso en la parte baja de la espalda durante el parto, a menudo denominado trabajo de parto de espalda. El dolor de parto de espalda se vuelve intenso entre las contracciones y se mantiene constante entre ellas. Este dolor puede producirse cuando el bebé está mal colocado de forma que la parte posterior de la cabeza del bebé presiona contra la espalda de la madre (posición posterior del occipucio).
El dolor de espalda durante el embarazo suele resolverse por sí solo después del parto. El dolor que se vuelve repentinamente severo, que dura varias semanas, que empeora con el tiempo, que se acompaña de déficits neurológicos y/o que no se alivia con el reposo o el tratamiento debe ser evaluado por un médico sin demora.
4.Rost C. Aliviar el dolor pélvico durante y después del embarazo, cómo las mujeres pueden curar la inestabilidad pélvica crónica. Hunter House; 2013.
7.Dalsgaard Jensen T, Penninga L. Tratamiento no quirúrgico del embarazo ectópico roto. BMJ Case Rep. 2016;2016:bcr2016215311. Publicado el 13 de junio de 2016. doi:10.1136/bcr-2016-215311