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Algunas personas tienen más tolerancia al alcohol que otras sin razón aparente.
La mayoría destacamos la importancia de factores que influyen como el género, la altura, el peso y la experiencia de cada persona con el alcohol, siendo los varones altos y pesados los que tienen más tolerancia de todos. En algunos casos, la tolerancia de las personas escapa a estos simples parámetros, dejándonos sin una explicación científica aparente.
Si bien es cierto que los varones y las personas con mayor masa corporal suelen tener más resistencia al alcohol, también influyen otros factores biológicos más difíciles de precisar. El Huffington Post habló con algunos biólogos y expertos que explicaron el papel que juegan elementos como las enzimas y los neurotransmisores en este complicado proceso.
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«Gran parte del alcohol procesado en el cuerpo es inicialmente metabolizado por la enzima alcohol deshidrogenasa a un compuesto llamado acetaldehído. El acetaldehído se metaboliza aún más por la enzima aldehído deshidrogenasa», dice Brad Uren, profesor asistente de la Universidad de Michigan. «Esto puede conducir a un enrojecimiento de la piel, y a un empeoramiento o aumento de los síntomas comúnmente asociados a la resaca».
Cuando se trata de nuestros neurotransmisores, los investigadores teorizan que las personas con una mayor tolerancia pueden no recibir las señales cerebrales estándar que reciben los demás, perdiéndose las señales que les hacen saber que deben dejar de beber.
La exposición al alcohol también juega un papel en la tolerancia de las personas, ya que las personas que beben habitualmente son capaces de tomar la misma cantidad de bebidas que otras sin sentirse o actuar como si estuvieran borrachas. Aun así, los investigadores insisten en la importancia de la cantidad de alcohol que se consume, independientemente de cómo actúen o parezcan de borrachas las personas.
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«No es seguro asumir que estos individuos son más capaces de realizar tareas que requieren concentración y tiempo de reacción, como conducir un vehículo, como si no hubieran consumido alcohol», dice Uren.
En otras palabras, si tienes una alta tolerancia al alcohol y has tomado más de cinco copas, podrías seguir teniendo un alto nivel de alcohol en tu torrente sanguíneo. Esto podría producir reacciones inesperadas en tu cuerpo o conseguirte una DUI, como todo el mundo.
Sólo porque alguien tenga una alta tolerancia no significa que esté exento de los efectos secundarios negativos del alcohol. Estas personas se enfrentan a los mismos riesgos que las personas con baja tolerancia, especialmente cuando se trata de los efectos a largo plazo del alcohol, que aparecen en forma de enfermedades como daños cerebrales, cirrosis hepática, gastritis y cáncer de estómago. De hecho, los bebedores «capaces» tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades y alcoholismo, ya que tienden a beber más alcohol que los ligeros.