Sedona, Arizona Vórtices Mágicos: Dónde sentir el flujo de energía
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En Sedona, el plural de vórtice suele ser vortexes y no vórtices. Entonces, ¿qué es un vórtice, de todos modos? Bueno, los ves en la vida cotidiana. El flujo turbulento del agua crea vórtices. Si alguna vez has visto un remolino en un río o has observado cómo el agua se va por el desagüe de la bañera y has sido testigo de cómo el agua gira como un tornado, has visto un vórtice. Un vórtice se crea a partir de un movimiento en espiral del aire o del líquido alrededor de un centro de rotación. Si alguna vez has visto un remolino de polvo en el desierto, has visto un vórtice.
En Sedona, algunos creen que los vórtices se crean, no por el viento o el agua, sino por la energía espiritual en espiral. Los vórtices de Sedona reciben su nombre porque se cree que son lugares espirituales donde la energía es la adecuada para facilitar la oración, la meditación y la curación. Se cree que los vórtices son lugares con un flujo de energía que existe en múltiples dimensiones. La energía de los vórtices interactúa con el ser interior de una persona, aunque esa definición puede ser ambigua.
Geología de las Rocas Rojas
Durante millones de años, las capas de arenisca y piedra caliza fueron dejadas en la zona de Sedona por un océano en retroceso. El óxido de hierro acabó cubriendo los granos de arenisca y, en un proceso natural, se formó el óxido. Las impresionantes rocas rojas de Sedona son el resultado de este proceso. Es dentro de la belleza de las rocas rojas donde se despliegan los misterios de los vórtices energéticos de Sedona.
Historia de los nativos americanos
La historia humana en la zona de Sedona comenzó alrededor del año 4000 a.C., cuando los cazadores-recolectores vagaban y se asentaban en las zonas de Verde Valley y Prescott. Entre el 900 y el 1350 d.C., una civilización más avanzada comenzó a construir pueblos y casas en los acantilados. Conocidos como los Sinagua (sin agua), desarrollaron habilidades en la agricultura de secano, tenían conocimientos de astronomía y fabricaban cestas, cerámica y joyas. Establecieron rutas comerciales con los pueblos de la costa del Pacífico, México y América Central.
Las viviendas en los acantilados siguen siendo evidentes hoy en día. Uno de los más bellos es el Castillo de Moctezuma, no muy lejos de Sedona. Al caminar por las rocas rojas, verá petroglifos y pictogramas dejados por estos antiguos pueblos. Las impresionantes vistas, junto con las magníficas vistas del cielo, han atraído la naturaleza espiritual de las personas desde el principio.
Convergencia Armónica
En 1987, la reputación de Sedona como centro espiritual recibió un gran impulso. Muchos viajaron a Sedona durante la época de la tan esperada «Convergencia Armónica». El fin de semana del 16 y 17 de agosto de 1987, se suponía que la tan esperada convergencia iba a tener lugar, tal y como dijo José Arguelles, autor y artista de la Nueva Era, a la gente. Un gran número de personas le creyó, incluyendo a destacados líderes del movimiento New Age como Shirley MacLaine y también a millones de curiosos e intrigados.
¿Cuál era la naturaleza de esta convergencia? Pues bien, según Arguelles, en ese momento la Tierra comenzaría a salirse de su «rayo de tiempo» y correría el riesgo de girar hacia el espacio; sólo mediante los esfuerzos psíquicos concertados de la raza humana se mantendría en su sitio. En esta época se produciría un gran aumento de la experiencia de deja vu y de los avistamientos de ovnis. Sin embargo, si un número suficiente de personas se reuniera en lugares sagrados de todo el mundo y se concentrara lo suficiente, la Nueva Era comenzaría, la Tierra permanecería a salvo y se inauguraría una nueva era de armonía y amor… o eso creían.
Sedona era un lugar sagrado, así que por qué no reunirse allí, pensaba la gente. Al final, la tierra no se deslizó y giró en el espacio. Entonces, ¿tuvo esta convergencia de personas en Sedona algún efecto en ese resultado? Esto sigue siendo parte del misterio.
Los curiosos y los fieles acuden
Un maravilloso relato de una masajista recién graduada que asistió a una conferencia en Arizona no se diferencia de los que viajan a Sedona por primera vez. En un artículo titulado, A Sedona Arizona Spiritual Quest, relata: «Mi búsqueda espiritual a Sedona se debió al hecho de que algunos de los vórtices energéticos del mundo se encuentran aquí. Estos vórtices son centros de energía sutil donde se potencian los poderes espirituales y psíquicos. Decir que tenía un poco de curiosidad era quedarse corto. La ventana de mi habitación de hotel me ofrecía una panorámica sin obstáculos de uno de estos vórtices energéticos, conocido como Bell Rock. Esa sería mi primera caminata en mi búsqueda». Luego pasa a contar su caminata con el primer sabor de la espiritualidad: ¡ser «aguijoneado» por un cactus de Arizona!