Los uréteres son pequeños tubos que llevan la orina desde cada riñón hasta la vejiga. Un cálculo ureteral comienza como un diminuto grano de material no disuelto situado en el lugar donde se acumula la orina en el riñón. Cuando la orina sale del riñón, este grano de material no disuelto queda atrás. Con el tiempo, se deposita más material no disuelto y el cálculo aumenta de tamaño. La mayoría de los cálculos entran en el uréter cuando todavía son lo suficientemente pequeños como para bajar a la vejiga. Desde allí, salen del cuerpo con la micción. Sin embargo, algunos cálculos crecen tanto que quedan atrapados en una parte estrecha del uréter, causando dolor y posiblemente bloqueando el flujo de orina.
¿Cómo se diagnostican los cálculos ureterales?
De forma similar a los cálculos renales, los cálculos ureterales pueden pasar desapercibidos hasta que empiezan a moverse o se alojan. Las personas con cálculos ureterales pueden experimentar varios síntomas molestos, entre los que se incluyen:
- Dolor extremo.
- Calambres.
- Sangre en la orina (hematuria).
- Náuseas.
- Vómitos.
- Fiebre.
- Escalofríos.
- Dolor al orinar.
- Orinar con frecuencia.
- Sensación de ardor al orinar.
- El cálculo no pasa por su posición o tamaño.
- La persona tiene un dolor extremo.
- El cálculo está bloqueando el flujo de orina.
- El cálculo está asociado a una infección del tracto urinario en curso.
- El cálculo daña el tejido renal o causa un sangrado constante.
- El cálculo sigue creciendo (como se ve en las radiografías de seguimiento).
- El cálculo es solitario.
Diagnóstico de cálculos ureterales
Existen varias herramientas de diagnóstico que pueden utilizarse para detectar cálculos ureterales. A menudo, los cálculos se detectan mediante radiografías o imágenes de TC. Estas imágenes de diagnóstico proporcionan a los urólogos información valiosa sobre el tamaño y la ubicación del cálculo. Si su médico sospecha que hay un cálculo pero no puede hacer un diagnóstico a partir de una simple radiografía, puede explorar el sistema urinario mediante un procedimiento llamado pielografía intravenosa (PIV). Dado que el PIV requiere preparación, en muchos hospitales se ha sustituido por un TAC abdominal/pélvico, una herramienta de diagnóstico excepcionalmente precisa que puede detectar casi todos los tipos de cálculos ureterales.
Los urólogos también diagnosticarán los cálculos ureterales mediante una revisión exhaustiva de los síntomas, la exploración física, los análisis de orina y los análisis de sangre.
Opciones de tratamiento
El tratamiento adecuado para los cálculos ureterales depende en gran medida del tamaño, la posición y el número de cálculos. Los cálculos pequeños (de 0,2 pulgadas o 4 mm de diámetro) que no están causando infección, bloqueo o síntomas, tienen la capacidad de ser expulsados mediante el consumo de grandes cantidades de líquido. El dolor suele tratarse con reposo y analgésicos. La cirugía suele reservarse para los casos en los que los métodos conservadores han fracasado.
La cirugía puede ser necesaria si:
Las opciones de tratamiento primario incluyen la litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOC), la nefrolitotomía percutánea y la ureteroscopia.
Si tiene síntomas que pueden estar asociados a un cálculo renal o ureteral, póngase en contacto con Urology Austin para programar una cita con uno de nuestros urólogos.