Expectativas del plazo de rehabilitación
Los pacientes operados de LCA quieren saber una cosa: ¿Cuánto tiempo falta para que esté mejor? La rehabilitación exitosa es diferente para todos, pero aquí hay algunas preguntas comunes y sus respuestas.
¿Cuándo comienza la rehabilitación después de una reconstrucción del LCA?
El día de la cirugía. Los pacientes reciben una serie de ejercicios para comenzar inmediatamente en la sala de recuperación.
¿Necesitaré llevar muletas después de la cirugía?
Sí, pero sólo al principio y sólo por comodidad. El soporte de peso completo se incrementa gradualmente según lo tolere el paciente. Normalmente se tarda entre siete y diez días después de la intervención, hasta que el paciente se sienta cómodo sin la ayuda de una muleta. Una excepción a esta regla es si el paciente también se sometió a una reparación de menisco u otra reconstrucción de un ligamento adicional. En estos casos, se puede restringir la carga de peso durante varias semanas.
¿Qué hago en las primeras semanas después de la cirugía?
Las dos primeras semanas después de la cirugía se concentran en disminuir la hinchazón de la rodilla y recuperar la extensión de la misma, con menos preocupación por la flexión de la rodilla. Esto se consigue elevando/helando la pierna y montando en la bicicleta estática.
Dos semanas después de la cirugía, el objetivo es que los pacientes logren y mantengan la extensión completa de la rodilla y aumenten la función del músculo cuádriceps. Mientras que la flexión de la rodilla de sólo 90 grados es el objetivo para esta etapa, la obtención de la extensión completa es más de una prioridad.
¿Cuándo puedo conducir?
Por lo general, a las dos semanas después de la cirugía, los pacientes están fuera de las muletas y demuestran la función muscular adecuada, la movilidad y la comodidad para permitir la conducción. Esto depende de la pierna que se haya operado y de lo rápido que se recupere el paciente.
¿Cómo se suele estructurar la rehabilitación tras una reconstrucción del LCA?
Aunque los diferentes cirujanos y terapeutas tendrán protocolos ligeramente diferentes, el objetivo de todas las formas de rehabilitación del LCA postoperatorio es el mismo: devolver al paciente a un nivel normal y completo de función en el menor tiempo posible sin comprometer la integridad de la rodilla reconstruida quirúrgicamente.
Para lograr este objetivo, la terapia suele dividirse en etapas (o fases) de actividad, con objetivos para cada etapa. He aquí un ejemplo de un protocolo estándar de cuatro fases:
- Fase I – Primeras dos semanas después de la cirugía
- Fase II – de dos a seis semanas después de la cirugía
- Fase III – de seis semanas a tres o cuatro meses después de la cirugía
- Fase IV – cuatro a seis meses después de la cirugía
- El paciente debe cumplir todos los criterios para volver a hacer deporte
- Sin molestias en los tejidos blandos o en la amplitud de movimiento
- El médico debe dar el visto bueno para que el paciente pueda reanudar todas sus actividades
- El objetivo es volver a hacer deporte de forma segura
- Educación del paciente sobre las posibles limitaciones
- Mantenimiento de la fuerza, la resistencia y la propiocepción
- Algunos médicos pueden recomendar el uso de férulas funcionales durante los primeros uno o dos años después de la cirugía para dar confianza psicológica.
- Fase V – vuelta al deporte, normalmente a los seis meses
- El paciente debe cumplir todos los criterios para volver a hacer deporte
- Sin molestias en los tejidos blandos o en la amplitud de movimiento
- El médico debe dar el visto bueno para que el paciente pueda reanudar sus actividades completas
- El objetivo es volver a hacer deporte de forma segura
- Educación del paciente sobre las posibles limitaciones
- Mantenimiento de la fuerza, la resistencia y la propiocepción
- Algunos médicos pueden recomendar el uso de férulas funcionales durante los primeros uno o dos años después de la cirugía para dar confianza psicológica.
- La presencia de dolor e hinchazón continuados
- La amplitud de movimiento de la rodilla
- La soltura del injertoLa fuerza de la pierna
- La función de la rodilla durante las actividades rutinarias de la vida diaria
Otras preguntas
¿Necesitaré una férula después de la reconstrucción del LCA?
La férula después de la cirugía del LCA depende puramente de la preferencia del paciente y del cirujano. Algunos cirujanos nunca utilizan ortesis, otros siempre utilizan una ortesis y otros sólo utilizan una ortesis durante el postoperatorio inmediato o las fases de rehabilitación. Este tema sigue siendo objeto de mucho debate en la literatura de medicina deportiva. Sin embargo, hasta la fecha, no se han encontrado beneficios a largo plazo con respecto a la laxitud de la rodilla, la amplitud de movimiento o la función después de la cirugía del LCA. Conclusión: Si se siente más cómodo con una ortesis, entonces se le pedirá una.
¿Qué tipo de seguimiento se hace después de una reconstrucción del LCA?
Se le verá en la primera semana, a las dos semanas, a las seis semanas, a los tres meses y a los seis-ocho meses. Específicamente, el médico observará y medirá:
¿Cuáles son las posibles complicaciones de la cirugía del LCA?
Como en cualquier procedimiento quirúrgico invasivo, la infección y el sangrado son siempre riesgos quirúrgicos. Las tasas de infección de las reconstrucciones artroscópicas del LCA se encuentran entre las más bajas de los procedimientos quirúrgicos, con tasas de infección medias que suelen citarse en el 0,2 por ciento. En cuanto a las complicaciones hemorrágicas, las tasas son muy inferiores al uno por ciento y consisten principalmente en informes de casos aislados.
La pérdida de movimiento tras la reconstrucción del LCA es la complicación más citada. Esta puede ir desde leve e intrascendente hasta grave. La prevención es el primer y más eficaz método para el tratamiento de la pérdida de movimiento. Esta es la razón por la que el cumplimiento de la rehabilitación postoperatoria es tan vital para el resultado del procedimiento, y por la que la amplitud de movimiento se inicia inmediatamente después de la operación.
Otro riesgo de la cirugía de reconstrucción del LCA es el dolor anterior de la rodilla continuado después de la operación. El dolor anterior de la rodilla después de la reconstrucción del LCA también se ha asociado estrechamente con la pérdida de movimiento. Por lo tanto, la amplitud de movimiento, el fortalecimiento del cuádriceps y la movilidad de la rótula son la principal preocupación durante las dos primeras semanas después de la cirugía.