El supuesto básico de la teoría del arousal óptimo de la motivación es que los factores ambientales influyen en el nivel de arousal de nuestro cerebro. Nos involucramos en ciertas acciones con el fin de alcanzar un nivel óptimo de excitación, ya sea disminuyendo o aumentando la cantidad y el tipo de estimulación recibida del medio ambiente.
Qué es la excitación óptima
Lo que es la excitación óptima varía de persona a persona y de situación a situación. Sin embargo, lo ideal es que estemos más motivados cuando realizamos tareas o nos involucramos en actividades que nos proporcionan retos adecuados a nuestras capacidades, es decir, estas tareas no son ni demasiado difíciles ni demasiado fáciles para nosotros.
Según la teoría del arousal óptimo de la motivación, experimentamos diferentes niveles de arousal provocados por nuestro conjunto particular de experiencias a lo largo de nuestras vidas. Cuando el nivel de arousal es extremadamente bajo y nos sentimos aburridos, realizamos actividades que aumenten nuestro nivel de arousal, como salir con los amigos, ver una carrera de coches o jugar a videojuegos.
Por otro lado, cuando el nivel de excitación es demasiado alto, como cuando estamos demasiado ansiosos o estresados, solemos recurrir a métodos de relajación como leer un libro, recibir un masaje o meditar.
Algunas personas tienen una inclinación natural a ser buscadores de emociones, y tienden a tener niveles de excitación óptima más altos. Necesitan actividades físicas, emocionales e intelectuales intensas para ser felices. Por ejemplo, pueden preferir el paracaidismo a la lectura.
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Nivel óptimo de excitación y rendimiento
La teoría de la motivación de la excitación óptima afirma que buscamos alcanzar el nivel óptimo de excitación porque al lograr el nivel óptimo de excitación, podemos rendir al máximo.
Sabemos que hemos alcanzado el nivel óptimo de excitación cuando nos sentimos cómodos física, emocional e intelectualmente. Experimentamos la armonía y el equilibrio dentro de nuestros cuerpos y nuestras mentes.
Por lo tanto, es importante que escuchemos a nuestro cuerpo y lo mantengamos en equilibrio atendiendo a las señales que nos da. Estas señales nos proporcionan información vital, como que necesitamos dormir, distraernos de los problemas o realizar una actividad placentera cuando nos sentimos sobrecargados de trabajo.
La Ley de Yerkes-Dodson
Un corolario interesante relacionado con la teoría del arousal óptimo de la motivación es la Ley de Yerkes-Dodson.
En 1908, los psicólogos Robert M. Yerkes y John Dillingham Dodson investigaron la relación entre los niveles de excitación de las personas y su rendimiento en diversas tareas. Basándose en los resultados, desarrollaron la Ley de Yerkes-Dodson.
La Ley de Yerkes-Dodson afirma que nuestro rendimiento aumenta a medida que aumentan nuestros niveles de excitación mental y fisiológica. Sin embargo, hay un punto en el que un mayor aumento del nivel de excitación no tendrá ningún impacto positivo en nuestro rendimiento.
Según la Ley de Yorke-Dodson, nuestro rendimiento en tareas fáciles tiende a ser favorable mientras se mantenga un nivel de excitación alto. Sin embargo, cuando se trata de tareas difíciles, nuestro rendimiento disminuirá a pesar de un aumento del nivel de excitación una vez que alcancemos un determinado nivel de excitación. La razón es que estar demasiado excitado puede provocar una hiperactividad del sistema nervioso simpático y dificultar bastante nuestra concentración.
Por lo tanto, generalmente rendimos mejor cuando nuestra excitación está en un nivel moderado.
Aplicaciones de la Ley de Yerkes-Dodson
Una aplicación útil de la Ley de Yerkes-Dodson es que utilicemos el conocimiento sobre nuestra motivación personal y los niveles óptimos de excitación para tomar el control de nuestro entorno físico.
Tomar el control de nuestro entorno implica estudiar cuidadosamente la tarea que tenemos entre manos, determinar si la tarea puede considerarse fácil o difícil e identificar lo que se requiere de nosotros.
Cuando trabajamos en una tarea difícil, debemos asegurarnos de que nuestro entorno no nos provoque una sobreexcitación.
Por ejemplo, si limitamos nuestra exposición al ruido y a las distracciones de nuestro entorno apagando la televisión, apagando nuestro teléfono o permaneciendo en una habitación silenciosa, aumentan las posibilidades de mejorar el rendimiento en la tarea difícil.
En los casos en los que no podemos controlar nuestro entorno, tenemos la opción de cambiar la tarea que tenemos que realizar. En un entorno altamente estimulante, realizamos mejor las tareas más sencillas que las difíciles.
Los principios de la Ley de Yerkes-Dodson, así como la teoría del arousal óptimo de la motivación, también pueden aplicarse de numerosas maneras en situaciones laborales, en las que la productividad, el máximo rendimiento y la satisfacción laboral son cuestiones importantes.
Comparación con la teoría de la reducción del impulso de la motivación
La teoría de la excitación óptima de la motivación es bastante similar y toma prestados algunos conceptos de la teoría de la reducción del impulso de la motivación de Clark Hull. Sin embargo, mientras que la teoría de Hull se centra en una reducción de la tensión como base de la motivación, la teoría del arousal óptimo enfatiza la importancia de un equilibrio en los niveles de arousal.