El neurotransmisor glutamato se produce en tu cuerpo, y también se encuentra en muchos alimentos.
El glutamato es un neurotransmisor que envía señales en el cerebro y a través de los nervios del cuerpo.
El glutamato juega un papel importante durante el desarrollo del cerebro. Los niveles normales de glutamato también contribuyen al aprendizaje y la memoria.
Tener demasiado glutamato en el cerebro se ha asociado a enfermedades neurológicas como la enfermedad de Parkinson, la esclerosis múltiple, la enfermedad de Alzheimer, el ictus y la ELA (esclerosis lateral amiotrófica o enfermedad de Lou Gehrig).
Los problemas para producir o utilizar el glutamato también se han relacionado con una serie de trastornos mentales, como el autismo, la esquizofrenia, la depresión y el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).
Glutamato y enfermedad
El glutamato tiene muchas funciones importantes en el cerebro, además de pasar mensajes químicos de una célula nerviosa a otra.
Un exceso de glutamato puede dañar las células nerviosas y el cerebro.
Hay dos formas en las que el glutamato puede ser perjudicial: Puede haber demasiado glutamato en el cerebro, o los receptores para el glutamato en las células nerviosas receptoras pueden ser hipersensibles, lo que significa que se necesitan menos moléculas de glutamato para excitarlas.
En altas concentraciones, el glutamato puede sobreexcitar las células nerviosas, provocando su muerte. La excitación prolongada es tóxica para las células nerviosas, causando daños con el tiempo. Esto se conoce como excitotoxicidad.
Los investigadores están estudiando terapias que intentan inhibir la actividad del glutamato para el tratamiento de la ELA.
El glutamato y los alimentos
El glutamato es un aminoácido natural que se encuentra en muchos tipos de alimentos. Los aminoácidos son los componentes básicos de las proteínas.
El glutamato es quizás más conocido como el aditivo alimentario glutamato monosódico (GMS).
El GMS se utiliza como un potenciador del sabor que se encuentra comúnmente en la comida china de estilo americano, en las sopas y verduras enlatadas y en las carnes procesadas.
El GMS también se puede encontrar de forma natural en muchos alimentos, como los tomates, los quesos, las setas, las algas y la soja.
Aunque algunas personas informan de reacciones adversas al glutamato, como dolores de cabeza, náuseas o palpitaciones, los investigadores no han encontrado ninguna relación definitiva entre el glutamato y estos síntomas.
Según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), el glutamato es generalmente seguro en los niveles que se encuentran comúnmente en la dieta típica estadounidense.