Los erizos salvajes han vivido en África desde siempre, pero sólo en los últimos años se han tenido como mascotas. La mayoría de los erizos norteamericanos, llamados erizos pigmeos africanos, fueron criados a partir de especies africanas y se consideran domesticados. Estos pequeños animales pueden ser excelentes compañeros si se les aloja y alimenta adecuadamente, y su popularidad parece ir en aumento. Pero los erizos no son para todo el mundo. Antes de considerar la posibilidad de traer un erizo a su casa, hay varias cosas que debe tener en cuenta.
1. Los erizos son espinosos
Al igual que los puercoespines, la piel de la espalda de los erizos está cubierta de espinas afiladas que los protegen de los depredadores. Afortunadamente, a diferencia de nuestros puercoespines nativos, los erizos no pueden disparar sus púas para defenderse. Sin embargo, cuando se ven atrapados en la boca de un depredador, los erizos se retuercen y saltan para que sus púas se claven en la piel y los labios del agresor, haciendo que las cosas sean generalmente desagradables hasta que se liberen. Manejar a un erizo nervioso puede ser complicado para un propietario, y es posible que tenga que sujetar a su amigo con una pequeña toalla hasta que se relaje.
2. Les gusta jugar a ‘Me voy de aquí’
Como mecanismo de defensa, los erizos enrollan sus cuerpos en pequeñas bolas apretadas cuando se ven amenazados, haciendo que sus espinas apunten hacia fuera para que los depredadores no puedan ver sus caras o extremidades. Tienen unos músculos muy fuertes en la espalda, y es casi imposible desplegar a un erizo una vez que se ha enroscado. Hay que manipular a los erizos con suavidad y frecuencia para que se relajen y se desenrollen. De lo contrario, pasarás mucho tiempo mirando a una bolita linda pero espinosa en tu regazo.
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Lo que debe saber sobre los erizos como mascotas
3. Las «bolas de saliva» están bien
Cuando un erizo encuentra un objeto con un nuevo olor, lo lamerá y morderá y luego formará una «bola de saliva» espumosa en su boca que contiene el nuevo olor. Echará la cabeza hacia atrás y escupirá esta saliva espumosa sobre sus espinas con la lengua, posiblemente para camuflarse con el nuevo olor y hacerse menos evidente para los depredadores. Si ve a su erizo mascota realizando este comportamiento de «auto-anotación», no se preocupe: es asqueroso pero completamente normal.