Pregunta: Un entrenador me dijo una vez que la doma clásica no empieza realmente hasta el Segundo Nivel. Qué pasa con todos los jinetes que estamos luchando por superar el Primer Nivel, probablemente nunca llegaremos al nivel en el que se hace doma de verdad? ¿Seguimos siendo jinetes de doma clásica?
A: La doma clásica es para todos los jinetes, todos los caballos y todas las disciplinas. Es la base para construir, como los cimientos de una casa. Desarrollamos un caballo de doma física y mentalmente a través de un entrenamiento sistemático y gimnástico para que realice cualquier tarea lo mejor posible. No todos los caballos y jinetes se convertirán en una combinación de alto nivel de Gran Premio, pero la mejora y la comprensión de las bases de la doma clásica crearán un atleta seguro, equilibrado, flexible y feliz. Utilizamos un entrenamiento correcto, sistemático y justo para desarrollar un caballo de manera que tengamos un compañero cooperativo.
Cuando escucho la palabra «doma», lo primero que me viene a la cabeza es armonía. La armonía se consigue a través de un asiento equilibrado y flexible para que el jinete se convierta en una extensión del caballo. Las ayudas del jinete son tan silenciosas que la comunicación entre el hombre y el caballo se vuelve íntima. Cuando observamos una combinación que está en armonía, vemos un caballo que se mueve sin esfuerzo y con fluidez hacia adelante en el contacto. Parece fácil y natural.
La doma es un arte. No hay contundencia en esa palabra. La forma de conseguirlo es creando un lenguaje a través de nuestras ayudas para comunicarnos con nuestros caballos. El caballo necesita
entender las ayudas del jinete para responder correctamente y con confianza.
Como jinetes, nuestro principal objetivo es crear una asociación con nuestro caballo. Debemos conocer bien a nuestro caballo, montado y sin montar. Tenemos que ser capaces de leer su estado de ánimo, su nivel de energía, etc. Tenemos que estar en sintonía con él.
La doma clásica se basa en lo básico, incluso en los niveles superiores. La Escala de Adiestramiento -o Pirámide de Adiestramiento- es la pauta y la lista de control para cada monta: ritmo y regularidad, relajación, contacto o conexión, impulsión, rectitud y recogida. Hay que prestar atención a todos estos elementos.
La doma no consiste en hacer movimientos extravagantes todo el tiempo, sino en desarrollar el cuerpo y los aires de nuestro caballo. Un entrenamiento correcto también evitará lesiones y aumentará la longevidad del rendimiento. Para mantener a nuestros caballos contentos y frescos, tanto mental como físicamente, tenemos que hacer un entrenamiento cruzado, como por ejemplo montar a caballo, galopar, saltar pequeños saltos, hacer long-lining, etc. Todo ello forma parte del acondicionamiento del cuerpo y la mente del caballo.
La doma es un deporte orientado a los detalles que exige una tonelada de concentración, pero creo que también tenemos que mantenerlo lúdico y divertido para nuestros caballos y alumnos. La doma es un viaje, y me encanta cada paso del camino. Así que, resumiendo, creo que la doma se mide por la calidad de la equitación, no por el nivel en el que se compite.
Mica Mabragaña es instructora certificada por la USDF hasta el cuarto nivel. Montando a Granada, se clasificó para representar a Argentina en los Juegos Ecuestres Mundiales Alltech FEI 2014 en Francia. Divide su tiempo entre Bedford, Nueva York, y Wellington, Florida.