En este artículo, vamos a hablar de qué colores hacen blanco y cómo hacer pintura blanca.
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Un paisaje cubierto de nieve recién caída. Una página en blanco, esperando que llegue la inspiración. La pantalla de tu ordenador cuando estás escribiendo un documento.
¿Qué tienen estas cosas en común? El color blanco.
Cuando se habla de colores, el blanco es una especie de anomalía. Por lo general, se representa como espacio negativo; el área que necesita que se le pongan colores o diseños.
Sin embargo, el blanco puede ser una poderosa herramienta tanto para el artista como para el diseñador. El blanco es el color más común que comienza con «W».
¿Pero qué colores forman el blanco? Cómo se puede crear el color blanco desde cero? Hoy vamos a indagar en este tono y ver si podemos desvelar sus secretos.
Teoría del color: El blanco
Una cosa que hay que entender sobre la naturaleza fundamental del color es la saturación. Cuanto más saturado está un color, más profundo y rico es.
También puedes mezclar colores para crear nuevos matices, que es como acabamos con un despliegue tan vibrante de diferentes tonalidades.
Cómo mezclar colores
Hay dos métodos por los que puedes hacerlo. En primer lugar, está la mezcla aditiva, que es cuando se combinan dos tonos de luz juntos.
Como cada luz se está construyendo sobre la otra, puede producir un color más brillante.
En segundo lugar, está la mezcla sustractiva. Esto es lo que la mayoría de la gente conoce, ya que es el proceso de combinar pinturas u otras sustancias de color para hacer otro tono.
Esta es la forma más común de mezcla de colores, pero es algo limitada, sobre todo cuando se trata de hacer blanco.
Colores acromáticos
Tanto el blanco como el negro se consideran a veces fuera de la rueda de colores.
Dado que suelen ser una forma de sombreado (hacer que otro color sea más brillante u oscuro), no existen de la misma manera que otros tonos.
Como tales, se llaman acromáticos. No tienen ninguna saturación ni matiz: son simplemente un matiz.
El gris es otro ejemplo de acromático, aunque no es tan fácil de clasificar como el blanco y el negro.
En general, a la hora de entender cómo hacer blanco, es esencial que te des cuenta de que existen limitaciones en el propio color, lo que puede hacer que sea un reto crearlo desde cero.
El blanco en el diseño
Como decíamos, esta tonalidad se suele emplear como espacio negativo. Una hoja de papel en blanco, una pared sin pintar o un documento vacío en el ordenador son ejemplos perfectos en los que el blanco es el fondo que hay que rellenar.
Sin embargo, el color blanco tiene unas connotaciones psicológicas increíbles. Normalmente, se ve como algo puro y limpio.
Un lienzo inmaculado que es a la vez acogedor y tranquilizador. Entender cómo el blanco afecta a nuestros sentidos y nuestras percepciones significa que puede utilizarlo de forma mucho más eficaz en sus diseños.
El blanco también es mucho más radiante que otros colores. Incluso tonos como el amarillo o el verde brillante son oscuros en comparación con el blanco puro, por lo que puede parecer un faro de luz en tu diseño.
Sin embargo, debido a su fuerte connotación con el espacio negativo, tienes que tener cuidado al emplear secciones de blanco en tus proyectos.
Si hay una parte de tu pieza que es puramente blanca, algunos pueden pensar que falta algo, o que esa sección está en blanco.
Como tal, es imperativo que lo crees de tal manera que ilustre que se supone que está ahí.
La otra cosa sobre el blanco es que hay diferentes tonos de él. Puede tener un matiz ligeramente más oscuro, lo que puede crear un ambiente más dinámico, sobre todo cuando se combina con otros colores.
No obstante, también puede enmascarar el matiz emparejando el blanco con algo oscuro y atrevido.
En general, el blanco es una forma excelente de añadir lustre y brillo a su proyecto, siempre que sepa cómo implementarlo de forma eficaz.
¿Qué colores hacen el blanco?
Muy bien, ahora que hemos explicado algunas teorías del color en torno al blanco, vamos a responder a la sencilla pregunta de cómo hacer el blanco.
Como hemos mencionado, hay dos procesos por los que se pueden mezclar colores. La mezcla aditiva es la única forma de conseguir el blanco, ya que puedes colocar haces de tonalidades opuestas (por ejemplo, azul y amarillo) y hacer el blanco.
En este caso, en lugar de crear un color diferente (como el verde), las luces siempre generarán el color blanco.
Con la mezcla sustractiva, sin embargo, no hay forma de crear esta tonalidad. El blanco es la ausencia de color, lo que significa que cuanto más mezcles, más lejos estarás de conseguir el blanco.
En su lugar, empezarás a hacer tonos más oscuros hasta llegar al negro.
Desgraciadamente, hagas lo que hagas, no hay forma de coger dos colores y producir el blanco. En su lugar, tienes que desaturar el tono hasta que no quede nada.
Dado que este proceso puede llevar mucho tiempo y ser algo complicado (dependiendo del material que estés desaturando), suele ser mejor encontrar sustancias blancas ya hechas (por ejemplo pintura), en lugar de intentar crearlas por tu cuenta.
Finalidad
Cuando se trata de cualquier otro color del espectro visible, existe un método para fabricarlo a través de la mezcla sustractiva.
El blanco, en cambio, es un poco anómalo. No es la presencia del color, sino la ausencia del mismo. Así que cuando alguien pregunta «¿qué colores hacen al blanco?» se puede responder «ninguno».
Esta es parte de la razón por la que el blanco es tan único y deseable. Su pureza consiste en que no ha sido manchado por ningún tono, lo que puede hacer una declaración poderosa en tus diseños.
Sin embargo, debido a este poder, debes entender los aspectos fundamentales de este tono antes de empezar a usarlo de manera efectiva.
Espero que esto te haya ayudado a entender la teoría de cómo hacer blanco.
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