Causas
Se cree que la exposición a cantidades excesivas de luz ultravioleta (UV) es la causa más importante de la pterigia. Esto ocurre con mayor frecuencia en personas que viven en zonas soleadas y en personas cuyos trabajos les exponen a la luz ultravioleta (por ejemplo: agricultores, pescadores, soldadores de arco).
El riesgo de padecer pterigias es mayor en algunas partes del mundo, como Nueva Zelanda, donde la capa de ozono de la atmósfera, ya agotada, es menos eficaz para filtrar la luz ultravioleta. Otros factores que pueden provocar el desarrollo de pterigias son los irritantes ambientales (por ejemplo, el viento, el polvo, los productos químicos, la contaminación atmosférica) y los antecedentes familiares de este trastorno.
Los pterigiones son dos veces más frecuentes en los hombres que en las mujeres y son más comunes en personas mayores de 40 años. Pueden afectar a uno o a los dos ojos.
Signos y síntomas
Un pterigión comienza como un enrojecimiento y engrosamiento en el rabillo del ojo, normalmente el más cercano a la nariz. El crecimiento puede extenderse por la superficie del ojo hacia el iris (la parte coloreada del ojo). A menudo, una persona puede notar la formación de un pterigión pero no experimentar ningún otro síntoma. Si se experimentan otros síntomas, pueden incluir:
- Enrojecimiento e inflamación del ojo
- Sensación de arenilla o ardor en el ojo
- Sensación de que hay un objeto extraño en el ojo
- Sequedad del ojo debido a reducción de la producción de lágrimas
- Visión borrosa si la capa transparente de la parte delantera del ojo (córnea) se distorsiona
- Obscurecimiento de la visión si el crecimiento invade la pupila.
Diagnóstico
Un pterigión puede diagnosticarse normalmente por su aspecto distintivo y sus síntomas. Sin embargo, en las primeras etapas puede confundirse con afecciones similares como la pinguécula, que es otra forma de crecimiento que afecta a la conjuntiva (una fina capa transparente de tejido que cubre la parte blanca del ojo).
Para realizar un diagnóstico preciso puede recomendarse la derivación a un oftalmólogo.
Tratamiento
Un pterigión no suele causar problemas ni requerir tratamiento. Sin embargo, se pueden considerar dos enfoques de tratamiento principales si el pterigión causa molestias o afecta a la visión.
Medicación
Se puede utilizar el uso a corto plazo de gotas oculares tópicas con corticosteroides para reducir el enrojecimiento y la inflamación. Cuando la sequedad ocular es un problema, se utilizan lágrimas artificiales para mantener el ojo bien lubricado.
Cirugía
Se puede recomendar la cirugía si la visión se ve afectada o los síntomas son especialmente problemáticos.
Durante la cirugía, se extirpa cuidadosamente el pterigión y se toma una sección de la conjuntiva de debajo del párpado y se injerta en la zona donde estaba el pterigión. La cirugía se realiza con anestesia local y dura aproximadamente 30 minutos.
Es posible que el pterigión reaparezca después de la extirpación quirúrgica, aunque esto sólo ocurre en un pequeño porcentaje de casos.
Prevención
Para reducir el riesgo de desarrollar pterigión:
- Utilice gafas de sol que bloqueen la luz ultravioleta (los estilos ajustados y envolventes son los mejores)
- Utilice gafas de sol y un sombrero de ala ancha cuando esté al aire libre
- Evite la exposición a irritantes ambientales, por ejemplo: el humo, el polvo, el viento y los contaminantes químicos
- Utilice equipos de seguridad ocular adecuados en los entornos de trabajo.
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Última revisión – junio de 2020