Política
Las medidas mundiales adoptadas en el marco del Protocolo de Montreal han detenido el agotamiento de la capa de ozono y han permitido que ésta comience a recuperarse, pero aún queda mucho por hacer para garantizar una recuperación constante.
La capa de ozono
La capa de ozono es una capa natural de gas en la atmósfera superior que protege a los seres humanos y a otros seres vivos de la dañina radiación ultravioleta (UV) del sol.
Aunque el ozono está presente en pequeñas concentraciones en toda la atmósfera, la mayor parte (alrededor del 90%) existe en la estratosfera, una capa situada entre 10 y 50 kilómetros por encima de la superficie de la Tierra. La capa de ozono filtra la mayor parte de la radiación UV dañina del sol y, por tanto, es crucial para la vida en la Tierra.
Agotamiento del ozono
Los científicos descubrieron en la década de 1970 que la capa de ozono se estaba agotando.
Las concentraciones atmosféricas de ozono varían de forma natural en función de la temperatura, el clima, la latitud y la altitud, mientras que las sustancias expulsadas por fenómenos naturales, como las erupciones volcánicas, también pueden afectar a los niveles de ozono.
Sin embargo, estos fenómenos naturales no pudieron explicar los niveles de agotamiento observados y las pruebas científicas revelaron que ciertas sustancias químicas de origen humano eran la causa. Estas sustancias que agotan la capa de ozono se introdujeron sobre todo en la década de 1970 en una amplia gama de aplicaciones industriales y de consumo, principalmente frigoríficos, aparatos de aire acondicionado y extintores.
Agujero de la capa de ozono
El agotamiento de la capa de ozono es mayor en el Polo Sur. Se produce principalmente a finales del invierno y principios de la primavera (agosto-noviembre) y el pico de agotamiento suele producirse a principios de octubre, cuando el ozono suele quedar completamente destruido en amplias zonas.
Este grave agotamiento crea el llamado «agujero de ozono» que puede verse en las imágenes del ozono antártico, realizadas mediante observaciones por satélite. En la mayoría de los años, la superficie máxima del agujero es mayor que el propio continente antártico. Aunque las pérdidas de ozono son menos radicales en el hemisferio norte, también se observa un importante adelgazamiento de la capa de ozono sobre el Ártico e incluso sobre la Europa continental.
La mayoría de las sustancias que agotan la capa de ozono emitidas por las actividades humanas permanecen en la estratosfera durante décadas, lo que significa que la recuperación de la capa de ozono es un proceso muy lento y largo.
El siguiente gráfico muestra la evolución del tamaño (máximo anual) del agujero de ozono sobre la Antártida. El agujero creció en los años que siguieron a la ratificación del Protocolo de Montreal, debido al retraso causado por el hecho de que las sustancias que agotan el ozono permanecen en la estratosfera durante mucho tiempo. Ahora el tamaño máximo del agujero de ozono está disminuyendo.