El abuso y el desvío de opioides de prescripción son problemas importantes que causan una amplia gama de consecuencias sanitarias y socioeconómicas. Es necesario identificar indicadores proactivos para caracterizar mejor el abuso y el desvío de opioides de prescripción. Se puso en marcha un programa nacional de vigilancia para supervisar las tendencias de los precios de los opioides de venta con receta en la calle como indicador de la disponibilidad, la demanda y el potencial de abuso. Los precios en la calle de los opioides de prescripción desviados se examinaron utilizando los datos de vigilancia recogidos como parte del Sistema RADARS®, que mide las tasas de abuso y desvío de opioides de prescripción en Estados Unidos. El Programa de Desviación de Medicamentos RADARS® está formado por 250 investigadores de desviación de medicamentos de venta con receta procedentes de organismos policiales y reguladores que completan cuestionarios trimestrales sobre nuevos casos de desviación en sus jurisdicciones. Los datos sobre el precio en la calle se obtuvieron de 687 cuestionarios recogidos durante 7 trimestres en 2010 y 2011. Se calcularon los precios en la calle de los opioides de prescripción desviados (media y mediana de los precios/mg) para hacer comparaciones de precios estandarizadas entre las clases de drogas. También se examinaron las tendencias de los precios en la calle. El precio de la calle por/mg se clasificó de la siguiente manera: hidromorfona (media = 5,57 dólares; mediana = 5,00 dólares); buprenorfina (2,93 dólares; 1,88 dólares); oximorfona (2,04 dólares; 1,50 dólares); metadona (1,26 dólares; 1,00 dólares); oxicodona IR.00); oxicodona IR ($1.05;$1.00); hidrocodona ($0.99;$1.00); oxicodona ER ($0.85;$0.88); morfina ($0.74;$0.67); tramadol ($0.14;$0.10); y tapentadol ($0.10;$0.10). Aunque se observaron pequeñas fluctuaciones de los precios en la calle entre trimestres, los precios en la calle fueron consistentes a lo largo del tiempo, con la excepción de la oxicodona ER, que experimentó un descenso de los precios en la calle tras el lanzamiento de la formulación disuasoria en agosto de 2010. Los análisis arrojaron diferencias sustanciales en los precios en la calle para cada opioide monitoreado. Los precios más altos en la calle parecen reflejar una mayor deseabilidad/demanda de la droga entre las poblaciones de consumidores y una disponibilidad limitada en el mercado ilícito. El precio en la calle parece ser un indicador útil de la popularidad de la droga entre los grupos de consumidores. Las decisiones sobre los formularios deben tener en cuenta las tasas de abuso y desvío de opioides con receta y los precios en la calle de las ventas ilícitas. El apoyo a esta investigación fue proporcionado por un contrato de la Autoridad Hospitalaria de Denver Health &.