Los gatos se comunican utilizando una amplia variedad de sonidos, desde ronroneos y maullidos hasta gritos, chillidos, lamentos y aullidos. Se dividen en tres grupos básicos: cuando la boca se abre y se cierra (maullidos); con la boca cerrada (sonidos «murmuradores», como los ronroneos); y con la boca abierta (sonidos «agresivos», como los siseos o los escupitajos). La vocalización se utiliza generalmente para defenderse, en el apareamiento y en las interacciones entre la madre y el gatito o entre el gato y el ser humano (como solicitar comida o atención).
La Dra. Sarah Ellis, especialista en comportamiento felino, admite que la amplia gama de maullidos de los gatos es a veces difícil de descifrar. Los gatitos maúllan para avisar a su madre de que tienen frío o hambre, pero los gatos adultos se limitan a maullar a las personas, y los diferentes maullidos transmiten mensajes específicos según el contexto, como querer comida o estar atascado en el lado equivocado de una puerta.
Murmullo
El maullido, un sonido exclusivo de los gatos, es el más fácil de entender. No hay duda de que cuando están acurrucados en tus rodillas sus rítmicos retumbos indican que están perfectamente contentos. Pero los investigadores de la Universidad de Sussex han descubierto que los gatos también utilizan un ronroneo especial de «solicitud». Este ronroneo se caracteriza por un sonido inusual, de mayor frecuencia, similar al del llanto de un bebé. Provoca una sensación de urgencia al aprovechar nuestro instinto de alimentar a las crías, y generalmente se utiliza para persuadir a los dueños de que les den lo que quieren: ¡normalmente comida!
Los gatos también pueden ronronear cuando sienten dolor o están muy asustados. Una teoría detrás de esto es que el ronroneo suele ser una señal tan positiva que los gatos se tranquilizan al escuchar sus propios sonidos de ronroneo, y ronronean cuando están angustiados para calmarse.
Atrás
Los gruñidos y los gruñidos (los únicos sonidos que tienen en común los perros y los gatos) son señales agresivas destinadas a aumentar la distancia entre el gato y la fuente de su miedo. Sisean y escupen -normalmente a corta distancia- como último recurso, cuando están realmente aterrorizados. Si su gato se encuentra en ese estado, Sarah aconseja: «Incluso si usted no es la razón por la que su gato es infeliz, podría redirigir su agresión hacia usted si está cerca. Elimine los factores desencadenantes que puedan causar el miedo, por ejemplo, si hay un perro en la habitación». Es posible que los propietarios quieran consolar al gato física o verbalmente, pero se trata de un comportamiento humano y social que no necesariamente ayudará. Lo mejor es dar al gato tiempo y espacio. Si el comportamiento parece muy inusual y prolongado, consulte a un veterinario.’
Variación individual
Parece que a ciertas razas les gusta expresarse vocalmente más que a otras. Sarah dice: ‘Hemos observado que algunas razas, como los orientales, asiáticos, siameses, tonkinés y birmanos, son muy vocales.’ Algunos gatos no vocalizan nunca, pero si un gato que antes era «parlanchín» se vuelve de repente silencioso, especialmente si también parece aletargado o deprimido, podría ser conveniente una visita al veterinario.