La anatomía del pie ya hace que las llagas en los pies sean una fuerte posibilidad.
«El pie es una parte compleja del cuerpo, y muchas estructuras importantes -hueso, tendón, músculo, articulación- están cerca de la superficie de la piel», explica Kent Marcuson, M.D., director médico del Centro de Curación de Heridas de Sentara, en Williamsburg.
Por eso, lo que empieza como una simple llaga en el pie puede llevar a una amputación con más facilidad que en otras zonas del cuerpo, especialmente si se tiene diabetes.
Sí, una amputación es el peor de los casos, pero eso no significa que no sea realista.
Si tiene diabetes, corre un riesgo especial de sufrir llagas en el pie. Pero saber por qué es así y cómo cuidar tus pies puede ayudarte a evitar ese peor escenario.
La espiral descendente de las llagas en los pies
«Los pacientes con diabetes de larga duración desarrollan con frecuencia neuropatía, que provoca una disminución de la sensibilidad en los nervios que irrigan los pies», explica el Dr. Marcuson. «Esto significa que es menos probable que el paciente sienta una lesión en el pie»
En una persona sin diabetes, la cicatrización suele ser rápida y los glóbulos blancos son eficaces para eliminar las bacterias que contaminan la herida. Pero en una persona con diabetes, «los niveles elevados de azúcar en la sangre ralentizan las tasas normales de curación del tejido lesionado y perjudican la capacidad de los glóbulos blancos para eliminar las bacterias», afirma el Dr. Marcuson.
«Y con frecuencia se producen reducciones microscópicas del flujo sanguíneo al tejido que disminuyen el suministro de oxígeno y el suministro de células inmunitarias al tejido lesionado».
Cuando esto ocurre, las llagas en los pies pueden supurar e infectarse, normalmente porque la persona no busca tratamiento a tiempo. «Las llagas en los pies son más difíciles de ver y evaluar bien para el paciente», dice el Dr. Marcuson, «y seguir caminando sobre una herida abierta dañará aún más el tejido lesionado por la presión repetida. Eso ralentizará la curación de la herida»
Todos estos factores juntos disminuyen la calidad de vida de la persona. «La actividad física suele estar limitada. Es habitual que haya que ausentarse del trabajo», explica el Dr. Marcuson. «Suele ser necesario un calzado a medida para descargar la zona donde se encuentra la herida».
El problema de restringir la actividad física es que el ejercicio es una de las mejores tácticas para controlar la diabetes. Sin actividad física, los niveles de azúcar en sangre pueden aumentar. Además, está la carga económica de tener que ausentarse del trabajo y gastar dinero en zapatos a medida.
Todo esto se suma a los constantes controles de azúcar en sangre, las inyecciones de insulina y las citas con el médico que ya pueden complicar la vida con diabetes.
¿Cómo se tratan las llagas en los pies?
El tratamiento puede ser diferente para cada persona, pero el Dr. Marcuson dice que hay algunos enfoques comunes:
- Antibióticos IV
- Asegurar un flujo sanguíneo adecuado. Esto puede requerir a veces procedimientos invasivos para abrir las arterias que irrigan la pierna y el pie.
- Utilizar tejidos de bioingeniería para estimular la cicatrización de las heridas.
- Cambiar el régimen médico para controlar el azúcar en sangre
«Algunas infecciones del pie diabético son buenas candidatas para la medicina hiperbárica adyuvante y también proporcionamos ese tratamiento», dice el Dr. Marcuson.
El tratamiento hiperbárico consiste en exponer al paciente a un nivel de presión de aire superior al normal y a una concentración de oxígeno inspirado superior a la normal, explican los Institutos Nacionales de Salud. Con este procedimiento, la sangre puede llevar más oxígeno a la herida para ayudarla a sanar.
¿Cómo puedes cuidar tus pies para prevenir las llagas en los pies?
La Asociación Americana de la Diabetes ofrece estos 7 consejos para cuidar tus pies:
- Revisa tus pies en busca de manchas rojas, cortes, hinchazón y ampollas todos los días. Utilice un espejo si no puede ver la planta de sus pies.
- Lávese y séquese los pies todos los días.
- Mantenga su piel suave aplicando loción en todas partes excepto entre los dedos.
- Mantenga las uñas de los pies cortadas y limadas.
- Evite ir descalzo. Lleve siempre zapatos y calcetines.
- Proteja sus pies del calor y el frío extremos.
- Mantenga la circulación del pie en movimiento moviendo los dedos y los tobillos hacia arriba y hacia abajo. Evite cruzar las piernas durante períodos prolongados.