Mis opciones son pasar por el bisturí o la aguja, básicamente. La rinoplastia no quirúrgica se realiza con rellenos de ácido hialurónico como Restylane o Juvederm. «Utilizo el relleno como si se tratara de un gráfico de cartílago quirúrgico, para cambiar la forma en que el tejido blando de la nariz se cubre sobre su red de apoyo», explica el Dr. Devgan. «Los rellenos pueden proporcionar ilusiones ópticas, así que, por ejemplo, si alguien está descontento con una joroba dorsal, los rellenos pueden inflar el radix (parte superior de la nariz, entre los ojos) o la punta, para equilibrar la forma y la proporción general», añade.
Este elemento de «probar antes de comprar» es popular ahora, en la consulta del Dr. Devgan. «Muchos de mis pacientes simplemente prefieren un enfoque menos invasivo», dice. Dicho esto, «la rinoplastia quirúrgica es un procedimiento más potente que permite hacer más cosas. Se puede eliminar tejido, rebajar el hueso y ajustar el cartílago, maniobras que no son posibles con los inyectables», subraya. Una operación de nariz no quirúrgica se puede hacer en minutos sin apenas tiempo de inactividad.
La rinoplastia quirúrgica «suele ser de hora y media, pero la recuperación es como un embarazo a la inversa», reflexiona el doctor Matarasso. «Sales de la cirugía grande e hinchado, y meses después, posiblemente hasta o más de un año, el trabajo se asienta y está completo». Eso sí que es nuevo para mí. No tenía ni idea de que el proceso de curación pudiera ser tan largo. El Dr. Matarasso también confirma que las operaciones de nariz son, en su mayor parte, permanentes, y deberían durar toda la vida. «Hay muy pocas cosas que se puedan comprar a los 16 años, o a los 49, que no necesiten ser retocadas más adelante». «Es tu cara, tu rasgo más prominente. Y la nariz es compleja. La rinoplastia es una de las cirugías estéticas más difíciles», dice el Dr. Matarasso.