También conocido como Coliseo o Anfiteatro Flavio, el Coliseo es un anfiteatro de forma ovalada situado en el corazón de Roma, Italia. A día de hoy, es la mayor estructura de este tipo que se ha construido y está considerada una de las nuevas siete maravillas del mundo. El Coliseo fue construido como una estructura polivalente durante el Imperio Romano y hoy es una popular atracción turística.
Construcción
Situado en el lado oriental del Foro Romano, una plaza de Roma con muchas ruinas de la época romana, la construcción del Coliseo se inició en el año 72 EC bajo el emperador Vespasiano y se completó en el 80 EC bajo el emperador Tito. Entre los años 81 y 96, bajo el mandato del emperador Domiciano, se hicieron algunas modificaciones. A estos tres emperadores, Vespasiano, Tito y Domiciano, se les conoce colectivamente como la dinastía Flavia, razón por la cual la palabra «Flavia» está en el nombre alternativo de la estructura.
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Fue construido por al menos 60.000 esclavos judíos, y alrededor de un tercio de la estructura original todavía existe hoy. Era único en el sentido de que muchos de los colosos construidos con anterioridad se excavaban en las laderas de las montañas para dar soporte a la estructura, mientras que éste era independiente. En el momento de su construcción, tenía hasta 80 entradas, y fue escenario de muchas muestras de decadencia, excesos y brutalidad durante el periodo imperial romano.
Un lugar diferente a los demás
Principalmente, el anfiteatro se utilizaba como sede de concursos de gladiadores, así como de otras funciones sociales. Los espectáculos, conocidos como munera, eran planificados y organizados en su mayoría por ciudadanos privados y no por el Estado. A pesar de su brutalidad, los espectáculos de gladiadores tenían un fuerte aspecto religioso y se consideraban un homenaje a la muerte de hombres poderosos. Las familias ricas y poderosas utilizaban los espectáculos para demostrar su estatus, y con el paso de los años el aspecto religioso llegó a ser eclipsado por la política de poder.
Además de la munera, existía otro espectáculo popular conocido como venation, que consistía en la caza de animales. Los animales que se cazaban eran en su mayoría bestias exóticas de todo el mundo, como Oriente Medio y África. Entre los animales se encontraban elefantes, uros, tigres del Caspio, leones de Berbería, sabios, rinocerontes, cocodrilos, osos, leopardos, panteras y muchos más. Por lo general, estas cacerías se celebraban en el anfiteatro después de que el escenario estuviera debidamente preparado para que pareciera un bosque. Durante las pausas para comer, se hacían otras cosas como las adbestias, que era la práctica de llevar a cabo una sentencia de muerte a través de animales. Los condenados eran colocados en el Coliseo sin ningún tipo de vestimenta o defensa contra los golpes feroces. Aparte de las ejecuciones, las pausas para comer también contaban con entretenimientos como actuaciones de magos y acróbatas.
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En el Coliseo también se celebraban combates marítimos simulados, conocidos como naumachiae o navalia proelia. Los relatos del año 80 de la era cristiana, durante el reinado de Tito, afirman que la estructura se llenaba de agua durante los espectáculos. Los relatos también afirman que había un espectáculo que imitaba la famosa lucha entre los griegos corcirenses y los corintios. Sin embargo, estos relatos han sido fuente de debate, ya que los historiadores no logran entender cómo pudo impermeabilizarse la estructura ni si los barcos de guerra tendrían espacio suficiente para caber. Para explicar esto, los historiadores han teorizado que el Coliseo fue abandonado como lugar para estos espectáculos particulares desde el principio debido a la magnitud de la preparación necesaria para tenerlos allí.
Otro uso era una práctica conocida como sylvae, que consistía en que los pintores y artistas crearan obras de arte basadas en la naturaleza.
Usos modernos
Hoy en día, el Coliseo no tiene muchos usos salvo el de actuar como una importante fuente de turismo para la ciudad de Roma. Cada año, miles de visitantes acuden a ver la antigua estructura, incluidos los pasillos que se encontraban debajo y que se utilizaban para el transporte de gladiadores y animales. Es una de las atracciones turísticas más visitadas de Italia. La estructura también cuenta con un museo dedicado al dios griego Eros en los pisos superiores. Además, la Iglesia católica romana lo ha utilizado como sede de ceremonias como las celebraciones del Viernes Santo.
Aunque en muchos aspectos el Coliseo simboliza la ostentación, el elitismo y la violencia del Imperio Romano, sigue siendo un espectáculo impresionante para contemplar hasta hoy. Estar de pie en el centro de esta gigantesca estructura y maravillarse de su existencia continuada a lo largo de milenios, de la historia que encarna, de los millones de pies que pisaron el mismo suelo, de las vidas acabadas a sus pies, es una experiencia como pocas.