EAGLEVILLE – Mientras la pandemia de COVID-19 sigue teniendo un enorme impacto en la vida cotidiana, los que están en instituciones confinadas siguen siendo algunas de las personas más vulnerables del condado de Montgomery.
«No quiero contagiarme, y agradezco por la gracia de Dios que aún no me haya contagiado, porque estoy en este espacio tan pequeño, y he estado rodeado de mucha gente que se contagió», dijo un recluso del Centro Correccional del Condado de Montgomery en Eagleville.
Después de escuchar cómo el Fondo de Fianza de Filadelfia organizó una iniciativa similar, la activista Danielle Kwock Phillips organizó una conversación con una reclusa local para conocer mejor cómo ha sido la situación dentro de los muros de la prisión del condado en medio de la actual crisis de salud pública. Transmitió la conversación en directo en la página de Facebook PA Women Rise.
«Mis objetivos son humanizar a las personas que pasan tiempo en la cárcel, y verlas como nuestros vecinos, y como miembros de nuestra comunidad, y preocuparnos por la cárcel de la misma manera que nos preocuparíamos por cualquier parte de nuestro condado», dijo Phillips.
¿Y cómo funcionó? Phillips estaba en Zoom con el ser querido del recluso. El recluso llamó a su amada, y ella tenía su teléfono en altavoz para que los tres participantes pudieran comunicarse.
Mientras Phillips enfatizaba la importancia de no discutir su caso, el recluso utilizó la conversación de casi una hora para dar su perspectiva sobre la vida en prisión, así como para abordar una serie de preocupaciones que tuvo mientras estuvo encarcelado durante la pandemia de COVID-19.
Sin embargo, varias de esas afirmaciones fueron ampliamente refutadas por el alcaide Julio Algarín y otros funcionarios del condado en una entrevista con MediaNewsGroup.
«La principal preocupación es que cuando se difunde información inexacta en las redes sociales, puede causar una extraordinaria preocupación y ansiedad a los miembros de la familia y a otras personas», dijo.
Arkoosh, y el vicepresidente de los comisionados del condado de Montgomery, Ken Lawrence Jr. subrayan que la salud y la seguridad son las principales prioridades para los que están en la prisión del condado.
«La mayoría de las personas que se encuentran en el centro correccional son mis electores y… valoro a cada una de las personas que se encuentran en el centro correccional, e independientemente de las circunstancias que los llevaron al centro correccional, no hay nadie allí que haya firmado para estar expuesto al coronavirus, o potencialmente enfermarse, o fallecer por el coronavirus, y por eso hemos trabajado desde el primer día para manejar agresivamente la situación en el centro correccional», dijo Arkoosh.
Arkoosh dijo que habla con Algarin varias veces a la semana y que recibe un «informe diario del centro penitenciario»
Pruebas de detección del coronavirus 19
En una entrevista con MediaNews Group, Algarin hizo hincapié en la cantidad de medidas que se están tomando para proteger a los reclusos y al personal penitenciario.
«Desde el principio, fuimos el primer centro de la Commonwealth en hacer pruebas a nuestros reclusos por la preocupación por su seguridad, y la de nuestro personal, y la de sus familias, y la de la comunidad», dijo.
Algarín dijo que la prisión está equipada con «tablones de anuncios electrónicos» que alertan a los reclusos de la información pertinente, incluyendo las oportunidades para las pruebas de COVID-19.
Durante la primera ronda, hubo 1.300 reclusos y miembros del personal que se sometieron a las pruebas en el centro penitenciario del condado, según Arkoosh. Aunque asintomáticos, hubo más de 100 reclusos que dieron positivo al nuevo coronavirus a principios de abril.
Según los funcionarios del condado, se establecieron unidades de alojamiento de aislamiento y cuarentena designadas. Todos los reclusos que dieron positivo en la prueba de COVID-19 fueron aislados, sus compañeros de celda fueron puestos en cuarentena y los miembros del personal fueron aislados en sus casas, dijo Arkoosh.
«Esto es parte de cómo hemos sabido durante mucho tiempo lo contagioso que es este virus, y cómo hay una propagación asintomática porque estábamos viendo eso en nuestro centro correccional», dijo.
Hubo algunos reclusos que inicialmente dieron negativo y luego mostraron síntomas, y todo el centro fue sometido a pruebas una vez más el 21 de mayo, según Arkoosh.
Hubo entonces unos «80 o 90 reclusos que dieron positivo». Se aplicaron entonces los mismos procedimientos de pruebas y resultados.
Arkoosh mencionó planes adicionales para llevar a cabo otra ronda de pruebas en la prisión del condado.
«Hace unos 10 días, tuvimos un par de individuos en la población general que desarrollaron algunos síntomas, y estamos haciendo pruebas a bastantes personas ahora como resultado de eso, y en breve emprenderemos una ronda tres completa de pruebas en las instalaciones de nuevo», dijo.
En cuanto a los funcionarios de prisiones, se les han dado cuadernos y deben llevar un registro de las personas con las que han estado en contacto durante su estancia en la prisión para poder rastrear los contactos, dijo Algarin.
A finales de junio y principios de julio, Arkoosh observó «una alta tasa de positividad entre los nuevos internos»… los nuevos comprometidos.»
Lawrence subrayó que «todos los que llegan se someten a pruebas», y hay un proceso de cuarentena para los nuevos reclusos.
«Las pruebas que tenemos … y los procedimientos que utilizamos para mitigar la propagación del COVID dentro de nuestras instalaciones continúan y siempre están evolucionando», dijo Algarín.
Las liberaciones tempranas durante la pandemia
Alargin dijo que aproximadamente 600 delincuentes no violentos han sido liberados, lo que redujo la población y permitió un espacio adicional para el distanciamiento social. Por ejemplo, las «secciones de alojamiento» antes albergaban a 40 reclusos, pero ahora acomodan a entre 25 y 30 personas.
El gimnasio, la sala de pesas, la biblioteca y otros espacios de reunión de la instalación también fueron cerrados, según los funcionarios del condado.
En marzo había 1.342 reclusos en el centro penitenciario del condado, antes de la orden de emergencia judicial COVID-19 firmada por el presidente del Tribunal de Common Pleas, el juez Thomas M. DelRicci, dijo Arkoosh. La población era de 837 reclusos a partir del 10 de agosto.
Protocolos de salud y seguridad
Según la página web de la prisión, el Centro Correccional del Condado de Montgomery se adhiere a las directrices de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades, el Departamento Correccional de Pensilvania y el Plan de Pandemia del Condado de Montgomery.
Se han establecido una serie de políticas para reducir el riesgo de contraer el nuevo coronavirus, incluyendo controles de temperatura dos veces al día para los reclusos y los miembros del personal, la distribución de máscaras y la instalación de «estaciones de desinfección» alrededor de la prisión, según los funcionarios del condado.
«Esto no es diferente de un centro de atención a largo plazo», dijo Arkoosh. «Cualquier tipo de entorno de congregación tiene un alto riesgo de propagación de un virus extremadamente contagioso de este tipo».
Algarín mencionó la ampliación de varias cortesías para los confinados en la prisión del condado, incluyendo el permitir «tiempo de teléfono extendido» y «visitas por video», ya que las apariciones en persona fueron limitadas. Además, los reclusos también tienen acceso a tabletas, y pueden comunicarse con sus seres queridos de forma segura desde sus celdas.
‘No podemos ni siquiera sintonizar a Val Arkoosh’
Arkoosh enfatizó que hace referencia a cualquier información y estadísticas sobre el Correccional del Condado de Montgomery durante cada conferencia de prensa en el transcurso de la pandemia de COVID-19. Sin embargo, en lo que respecta a la recepción de estas actualizaciones, parece haber una desconexión entre los reclusos dentro del centro correccional y los de fuera.
«Ya ni siquiera podemos sintonizar a Val Arkoosh y a ellos porque ya ni siquiera lo hacen a las 3», dijo el recluso durante la rueda de prensa del 10 de agosto en Facebook. Las sesiones informativas con Arkoosh, Lawrence, el Comisionado Joe Gale y otros funcionarios de salud y seguridad pública ya no se televisan; en su lugar se transmiten en vivo en la página de Facebook del condado.
«Hablamos ayer de trabajar con el alcaide para tratar de encontrar alguna forma de que tengan acceso a las sesiones informativas de la prensa para que puedan escucharme porque tienen todo el derecho a escucharme», dijo Arkoosh.
¿Qué sigue?
Aunque poco convencional, el uso de las redes sociales permitió una conversación sincera sobre la vida en la cárcel del condado de Montgomery.
Phillips dijo que su padre la inspiró a cultivar este diálogo honesto. Trabajó como profesor en una prisión durante más de dos décadas.
«Siempre habla de ellos como de pequeños pueblos», dijo. «Y así, para mí, es como un pueblo más de nuestro condado, y esos son residentes de ese pueblo, y son personas que trabajan en ese pueblo.»
El foco de atención puede ser ahora la pandemia del COVID-19, pero a Phillips le gustaría seguir hablando con los reclusos de la población general del centro y de los niveles femeninos para conocer sus vidas dentro.
«Es simplemente querer saber lo que pasa allí dentro y simplemente dar visibilidad a esa población de personas», dijo Phillips.