Milicia, organización militar de ciudadanos con formación militar limitada, que está disponible para el servicio de emergencia, generalmente para la defensa local. En muchos países la milicia es de origen antiguo; Macedonia bajo Filipo II (m. 336 a.C.), por ejemplo, tenía una milicia de clanes en las regiones fronterizas que podían ser llamados a las armas para repeler a los invasores. Entre los pueblos anglosajones de la Europa medieval temprana, la milicia se institucionalizó en el fyrd, en el que todo varón libre y sano debía prestar el servicio militar. En otros países surgieron disposiciones similares. En general, sin embargo, la aparición en la Edad Media de una aristocracia militar casi profesional, que prestaba el servicio militar a cambio del derecho a controlar la tierra y el trabajo servil, tendió a provocar la decadencia de la milicia, sobre todo a medida que el poder político se centralizaba cada vez más y la vida se hacía más segura. No obstante, la institución persistió y, con el auge de las monarquías nacionales, sirvió en cierta medida para proporcionar una reserva de mano de obra a los ejércitos permanentes en expansión. En Francia, en el siglo XVIII, una decimoctava parte de la milicia debía ingresar cada año en el ejército regular.
© 1903 John H. Daniels & Hijo, Boston/ Biblioteca del Congreso, Washington, D.C. (pga-00995)
En la América colonial la milicia, basada en la tradición del fyrd, era la única defensa contra los indios hostiles durante los largos periodos en que las fuerzas regulares británicas no estaban disponibles. Durante la Revolución Americana, la milicia proporcionó el grueso de las fuerzas americanas, así como una reserva para el reclutamiento o la contratación de regulares. La milicia desempeñó un papel similar en la Guerra de 1812 y en la Guerra Civil estadounidense. Sin embargo, tras este conflicto, la milicia cayó en desuso. En la mayoría de los estados se formaron unidades de voluntarios controladas por el Estado, denominadas Guardia Nacional, que pasaron a cumplir una función casi social. Muchos de estos voluntarios eran veteranos de la Guerra Civil y muchos pertenecían a las clases medias. En las décadas de 1870 y 1980, los gobernadores de los estados llamaron a estas unidades para romper las huelgas. En aquella época estas unidades estatales constituían la única reserva entrenada de la nación. En el siglo XX, a pesar del crecimiento paralelo de las fuerzas de reserva designadas, la Guardia Nacional fue llamada al servicio federal en las dos guerras mundiales y siguió siendo utilizada en emergencias tanto por el gobierno estatal como por el federal.
En Gran Bretaña se creó en 1908 la Fuerza Territorial, una organización de reserva similar a la milicia para la defensa del hogar. Se convirtió en el Ejército Territorial en 1921, y se exigió el servicio en el extranjero. Durante la Segunda Guerra Mundial se siguió el principio de la milicia en la creación de la Guardia Nacional. Las fuerzas de la milicia, que son reclutas que reciben formación militar periódica hasta que se retiran a una reserva inactiva en la edad madura, constituyen hoy en día el grueso de las fuerzas armadas disponibles para el servicio de emergencia en Suiza, Israel, Suecia y varios otros países. China y varios otros países que mantienen grandes fuerzas permanentes y reservas de reclutas también mantienen enormes fuerzas de milicia como reservas territoriales para la defensa local.