Una broncoscopia es un procedimiento para examinar la tráquea y las grandes vías respiratorias de los pulmones (bronquios). Se realiza con un broncoscopio, que es un tipo de endoscopio. Los médicos suelen utilizar un broncoscopio flexible que puede doblarse para llegar más adentro de los pulmones. En raras ocasiones, se puede utilizar un broncoscopio rígido que es recto y rígido.
Por qué se hace una broncoscopia
Una broncoscopia se hace tanto para diagnosticar como para tratar ciertos problemas pulmonares. Se realiza para:
- buscar infecciones, enfermedades o cáncer de pulmón
- obtener muestras de tejido para que un patólogo pueda observarlas al microscopio
- ayudar a estadificar el cáncer de pulmón
- ver si un tumor de pulmón puede extirparse mediante cirugía
- averiguar por qué alguien tose con sangre, y controlarla
- retirar de las vías respiratorias objetos que no deberían estar allí
- retirar líquido, moco o pólipos
- drenar el pus que se ha acumulado (llamado absceso) o un quiste en el pulmón
- evaluar los daños en las vías respiratorias causados por un traumatismo
- Sangrado
- Infección
- Tener problemas para respirar
- Niveles bajos de oxígeno en la sangre
- Contracción de los músculos de los bronquios (broncoespasmo)
- Colapso pulmonar
- Latidos irregulares del corazón
- Infarto de miocardio (normalmente en personas con problemas cardíacos)
- hay cáncer en el pulmón o en los bronquios
- la tráquea o las vías respiratorias están obstruidas
- el cáncer se ha extendido a los ganglios linfáticos
El broncoscopio también puede utilizarse durante algunas otras pruebas diagnósticas o tratamientos contra el cáncer para que el médico pueda ver las vías respiratorias y los pulmones.
Cómo se realiza una broncoscopia
Una broncoscopia se realiza en el quirófano de un hospital de forma ambulatoria, por lo que normalmente puede irse a casa el mismo día. Es posible que tenga sueño después de realizar la prueba, por lo que será necesario que alguien le lleve a casa.
Su equipo sanitario le indicará cómo prepararse para una broncoscopia. Se le indicará que no coma ni beba nada entre 6 y 12 horas antes de la prueba. Informe a su equipo sanitario de todos los medicamentos con y sin receta que esté tomando. Deberá quitarse la dentadura postiza si la tiene.
Si le van a realizar una broncoscopia flexible, el equipo sanitario puede darle un medicamento para ayudarle a relajarse durante el procedimiento. Se utiliza un anestésico local para relajar los músculos de la garganta y adormecer la boca, la garganta o las fosas nasales. Si el anestésico local se rocía en la garganta, puede tener un sabor amargo y puede hacer que su lengua se sienta espesa. Es normal querer toser o tener arcadas.
El broncoscopio flexible se introduce a través de la boca o la nariz, por la garganta, a través de la tráquea y las grandes vías respiratorias de los pulmones, y luego en los pulmones. El broncoscopio también puede introducirse a través de un tubo especial que se coloca en la garganta para mantener las vías respiratorias despejadas durante la cirugía (llamado tubo endotraqueal) o la traqueotomía.
Mientras se introduce el tubo del broncoscopio puede sentir presión o tirones. Podrá respirar, pero puede tener la sensación de no poder hacerlo. Si se siente incómodo durante la prueba, hágaselo saber a su médico.
Para una broncoscopia rígida se le administrará anestesia general, lo que significa que estará dormido durante el procedimiento.
El médico examina las vías respiratorias del pulmón y toma muestras de tejido durante el procedimiento. A veces se introduce un líquido salino a través del broncoscopio. De este modo, se limpian los pulmones y se pueden recoger muestras de células del interior de los diminutos sacos de aire de los pulmones (alvéolos).
Una broncoscopia suele durar entre 30 y 60 minutos. Estará en la sala de recuperación entre 1 y 3 horas después de realizarla.
No puede comer ni beber nada durante unas horas después de una broncoscopia. Deberá esperar hasta que pueda tragar sin atragantarse. Su garganta puede sentirse dolorida y rasposa durante unos días después del procedimiento.
Potenciales efectos secundarios
Los efectos secundarios pueden ocurrir con cualquier procedimiento. Son raros después de una broncoscopia pero pueden incluir:
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Qué significan los resultados
Un resultado anormal puede significar que:
Qué ocurre si se encuentra un cambio o anomalía
El médico decidirá si necesita más pruebas, procedimientos, cuidados de seguimiento o más tratamiento.
Consideraciones especiales para los niños
Estar preparado para una prueba o procedimiento puede reducir la ansiedad, aumentar la cooperación y ayudar al niño a desarrollar habilidades de afrontamiento. Los padres y cuidadores pueden ayudar a preparar a los niños explicándoles lo que ocurrirá, incluyendo lo que verán, sentirán, oirán, sabrán u olerán durante la prueba.
La preparación de un niño para una broncoscopia depende de la edad y la experiencia del niño. Obtenga más información sobre cómo ayudar a su hijo a afrontar las pruebas y los tratamientos.