La medición de la presión intracraneal (PIC) puede ser muy valiosa en el manejo de los pacientes críticos. El líquido cefalorraquídeo es producido por el plexo coroideo en los ventrículos cerebrales (un conjunto de cámaras comunicantes), tras lo cual circula por los diferentes ventrículos y sale al espacio subaracnoideo que rodea el cerebro, donde se reabsorbe en el sistema venoso. Si el líquido no drena fuera del cerebro ni se reabsorbe, la PIC aumenta, lo que puede provocar daños cerebrales o la muerte. La elevación de la PIC acompañada de dilatación de los ventrículos cerebrales se denomina hidrocefalia, mientras que la elevación de la PIC acompañada de ventrículos normales o pequeños se denomina hipertensión intracraneal idiopática.
Objetivo: Realizamos una revisión exhaustiva de la literatura sobre cómo medir la PIC de forma invasiva y no invasiva.
Enfoque: Esta revisión discute las ventajas y desventajas de los enfoques invasivos y no invasivos actuales.
Resultados principales: Los métodos invasivos siguen siendo los más precisos para medir la PIC, pero son propensos a una variedad de complicaciones que incluyen infecciones, hemorragias y déficits neurológicos. Los catéteres ventriculares siguen siendo el estándar de oro, pero también conllevan el mayor riesgo de complicaciones, incluida la colocación difícil o incorrecta. Los dispositivos de monitorización telemétrica directa de la PIC intraparenquimatosa son una buena alternativa. Se han desarrollado métodos no invasivos para medir y evaluar la PIC y se han clasificado en cinco grandes categorías, pero no han sido lo suficientemente fiables como para utilizarlos de forma rutinaria. Estos métodos incluyen los métodos fluidodinámicos, oftálmicos, óticos y electrofisiológicos, así como la resonancia magnética, la ultrasonografía Doppler transcraneal (DTC), la velocidad del flujo sanguíneo cerebral, la espectroscopia del infrarrojo cercano, el tiempo de vuelo transcraneal, las pulsaciones venosas espontáneas, la oftalmodinamometría venosa, tomografía de coherencia óptica de la retina, evaluación del diámetro de la vaina del nervio óptico (ONSD), constricción por pupilometría, detección del desplazamiento de la membrana timpánica, análisis de las otoemisiones acústicas/medida acústica, señales acústicas transcraneales, potenciales evocados visuales, electroencefalografía, vibraciones craneales, resonancia del tejido cerebral y de la vena yugular.
Significado: Esta revisión proporciona una perspectiva actual de las mediciones invasivas y no invasivas de la PIC, junto con una idea de sus puntos fuertes relativos, sus inconvenientes y las áreas que deben mejorarse. En la actualidad, ninguno de los métodos no invasivos demuestra una precisión suficiente y una facilidad de uso que permita una monitorización continua en el uso clínico rutinario. Sin embargo, proporcionan una medición de la PIC realizable en determinados pacientes, especialmente cuando la monitorización invasiva está contraindicada o no está disponible. Entre todos los métodos no invasivos de medición de la PIC, el ONSD y el DTC son atractivos y pueden ser útiles en determinados entornos, aunque no pueden utilizarse como sustitutos de la medición invasiva de la PIC. Para conseguir un método/dispositivo de monitorización continua de la PIC lo suficientemente preciso y universal, se necesitan investigaciones y desarrollos futuros para integrar nuevos refinamientos de los métodos existentes, combinar sensores y/o tecnologías telemétricas y validar un gran número de estudios clínicos en poblaciones de pacientes relevantes.