(Reuters Health) – – Los bebés pueden obtener suficiente vitamina D de la leche materna si sus madres toman altas dosis de suplementos de vitamina D, sugiere un estudio estadounidense, que ofrece una posible alternativa a las gotas de vitamina que actualmente se aconseja dar a los bebés lactantes.
Los pediatras recomiendan que las madres amamanten exclusivamente a los bebés hasta al menos los seis meses de edad porque puede reducir el riesgo de los bebés de sufrir infecciones de oído y respiratorias, el síndrome de muerte súbita del lactante, alergias, obesidad infantil y diabetes.
Pero como la leche materna no suele contener suficiente vitamina D para ayudar a los bebés a desarrollar huesos sanos, la Academia Americana de Pediatría también aconseja a las madres lactantes que den a sus bebés suplementos diarios de 400 UI (unidades internacionales) de vitamina D.
Como alternativa a la administración de gotas diarias de vitamina D a los bebés, los investigadores dieron a las madres diferentes dosis del suplemento que iban de 400 a 6.400 UI diarias. Cuando las mujeres tomaron la dosis más alta, sus bebés amamantados recibieron niveles de vitamina D en la leche materna similares a la cantidad proporcionada por las gotas para bebés.
«Al suplementar a la madre, el bebé ya no necesitaría ser suplementado», dijo por correo electrónico la doctora Carol Wagner, coautora del estudio e investigadora de pediatría en la Universidad Médica de Carolina del Sur en Charleston. «Esto supondría un completo cambio de paradigma en las recomendaciones clínicas».
El estudio, publicado hoy en Pediatrics, realizó un seguimiento de 334 parejas madre-bebé durante seis meses. Los investigadores controlaron los niveles de vitamina D con análisis de sangre y orina.
Una de las limitaciones del estudio es que, con el tiempo, muchas de las madres dejaron de dar el pecho por completo o empezaron a ofrecer a los bebés algo de leche artificial o alimentos sólidos, reconocen los investigadores. Tampoco analizaron los niveles de vitamina D en la leche materna, sino que se basaron en las pruebas de los niveles de vitamina D de los bebés.
La vitamina D ayuda al cuerpo a utilizar el calcio, y éste, a su vez, contribuye a la salud de los huesos.
Para la mayoría de las mujeres, incluidas las madres lactantes, la ingesta diaria recomendada de vitamina D es de 600 UI, aunque ésta sube a 800 UI después de los 70 años, según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.
Si bien el estudio actual sugiere que las mujeres podrían tomar ellas mismas suplementos de vitamina D en lugar de dar gotas a sus bebés, un solo estudio podría no ser suficiente para justificar un cambio en la práctica, dijo el doctor Richard So, pediatra de la Cleveland Clinic Children’s, en un correo electrónico a Reuters Health.
«La vitamina D no es inofensiva», dijo So, que no participó en el estudio.
Demasiada vitamina D puede provocar una acumulación de calcio en la sangre que puede causar falta de apetito, náuseas y vómitos, debilidad, micción frecuente y problemas renales. Pero no se han comunicado efectos secundarios graves a los organismos reguladores de medicamentos de EE.UU. para las dosis que tomaron las madres en el estudio, informan los investigadores.
Las mujeres que toman suplementos pueden aumentar el número de bebés que reciben un suministro adecuado de vitamina D, ya que sólo uno de cada cinco bebés amamantados recibe las gotas diarias recomendadas, señala la doctora Lydia Furman en un editorial.
«Para el lactante, no hay ningún beneficio ni riesgo en recibir vitamina D a través de la leche en lugar de a través de las gotas de vitamina D», dijo Furman, pediatra del UH Rainbow Babies & Children’s Hospital de Cleveland y de la Case Western Reserve University, por correo electrónico. «Ciertamente, las gotas de vitamina no son muy deliciosas y a veces provocan arcadas en el bebé; éste es el principal beneficio que se me ocurre para recibir la vitamina D a través de la leche materna.»