A lo largo de la historia, los inventos han definido las civilizaciones y han cambiado la forma de vivir nuestras vidas. El mundo antiguo estaba lleno de posibilidades a la hora de hacer la vida más fácil ya que había mucho que inventar y descubrir. La antigua Roma es sin duda una de las civilizaciones más conocidas por los inventos que cambiaron el curso del desarrollo humano. Sin embargo, en muchos casos, la invención romana era más bien una innovación que aportaba cambios a la tecnología existente. Sin más preámbulos, he aquí una lista de los 10 principales inventos de la antigua Roma que dieron lugar a importantes avances en la ingeniería y la arquitectura, estableciendo a los romanos como una de las civilizaciones más dominantes de la época contemporánea.
Arcos
Aunque el primer uso de este increíble invento arquitectónico es anterior incluso a los primeros años de la civilización romana, el arco se convirtió realmente en una estructura esencial en el paradigma general de la arquitectura una vez que los romanos lo adaptaron a sus propios diseños. Fueron los romanos los primeros en encontrar la forma de colocar un arco sobre dos pedestales altos de manera que pudiera abarcar una pasarela (y en muchos casos, incluso carreteras). Estos arcos se convirtieron en construcciones de ingeniería fundamentales que sentaron las bases de muchos de los aspectos estructurales posteriores de la antigua Roma. Muchos puentes se construyeron sobre estos arcos, al igual que los acueductos, las alcantarillas, los anfiteatros e incluso el gran Coliseo. Los arcos romanos se utilizaron posteriormente en la Edad Media, cuando se construyeron algunas de las catedrales más magníficas de la historia. De hecho, fue el único método conocido para poner un techo en un edificio sin el uso de vigas de soporte.
Ciudades en cuadrícula
De nuevo, los romanos no fueron los primeros en inventar establecimientos y ciudades en cuadrícula, y la primera planificación básica en cuadrícula se remonta a la antigua ciudad del Indo de Mahjong Daro y Harappa en Pakistán. Pero fueron los romanos quienes adoptaron este concepto, le añadieron una nueva dimensión y lo pusieron en práctica a tan gran escala que los asentamientos en cuadrícula se convirtieron en algo habitual. Una cuadrícula romana básica se caracterizaba por ser un rectángulo o un cuadrado con una disposición ortogonal casi perfecta de las calles. Las dos calles principales, el cardo y el decumanus, se cruzaban en ángulo recto en el centro de la cuadrícula. Esta cuadrícula era una estructura ideal para organizar los diferentes componentes de una ciudad, como las viviendas, los teatros y las tiendas, en manzanas concretas. Para evitar que la ciudad se convirtiera en una serie monótona de manzanas, los romanos incorporaron diversos elementos como teatros abiertos, baños públicos, mercados y otras instalaciones recreativas dentro de la cuadrícula de la ciudad. Posteriormente, estandarizaron este modelo de asentamiento construyendo ciudades coloniales y campamentos militares a lo largo de su enorme imperio, desde Gran Bretaña hasta el norte de África, Italia y la región del Mediterráneo oriental.
Alcantarillado y saneamiento
El antiguo Imperio Romano presumía en muchos aspectos del mayor nivel de gestión de alcantarillado y saneamiento de la época contemporánea. Los romanos establecieron una serie de baños públicos, letrinas y una línea de alcantarillado interconectada que los unía a todos en una compleja y eficiente obra de ingeniería. Roma y otras grandes ciudades contaban con una extensa red de alcantarillas y desagües que discurrían por los laterales de las calles. La abundancia de agua de los acueductos romanos, junto con el agua de escorrentía de los arroyos locales, se utilizaba regularmente para purgar estos desagües y alcantarillas. La descarga vertía todos los residuos en el río más cercano (normalmente el Tíber), lo que no parece la mejor solución sanitaria, pero era mucho mejor que dejar las aguas residuales por las calles. Los antiguos romanos también destacaron por el uso de canalones cubiertos y líneas de alcantarillado a las que estaban conectadas la mayoría de las casas de la ciudad. Sin duda, su sistema de alcantarillado y saneamiento convirtió a los antiguos romanos en precursores de las prácticas posteriores en materia de saneamiento en todo el mundo.
Caminos y carreteras
Una de las principales razones que explican la impecable y eficaz administración de un imperio tan extenso por parte de la antigua Roma fue la construcción de uno de los sistemas de caminos más sofisticados de la antigüedad. Las calzadas y carreteras romanas desempeñaron un papel fundamental en el auge del Estado romano, expandiéndose por toda la República Romana y luego por el Imperio Romano. En un periodo de unos 700 años, se construyeron unas 55.000 millas de carreteras pavimentadas alrededor de la cuenca mediterránea y a través de Europa, una hazaña que garantizaba el movimiento rápido y eficiente de mercancías, soldados e información en todo el imperio. Las calzadas romanas solían seguir una ruta recta a través de la campiña, lo que hacía que los viajes fueran eficientes y rápidos. Estas rutas, diseñadas por expertos, eran fáciles de navegar y los romanos fueron de los primeros en utilizar señales de tráfico y marcadores de millas. También se aseguraron de que la mayoría de las carreteras estuvieran bien protegidas y patrulladas.
Acueductos
En tiempos del Imperio y la República romanos, los romanos disfrutaban de muchas facilidades que no habrían sido posibles si no hubieran dominado la técnica de construir acueductos para transportar el agua de los ríos, manantiales y embalses. Los primeros acueductos romanos se construyeron hacia el año 312 a.C. y a partir de entonces se convirtieron en una maravilla de la ingeniería que utilizaba el flujo descendente del agua para abastecer los centros de las ciudades. Toda la red de acueductos dependía de varios factores y del uso de la gravedad para mantener un flujo continuo, lo que hizo que el concepto general de ingeniería fuera notable para su época. Una vez que el agua llegaba a las ciudades más grandes, como Roma, grandes embalses la contenían. Los baños públicos, las fuentes, los retretes y las villas privadas podían entonces conectarse a la red y acceder al agua. Siendo uno de los símbolos más visibles del antiguo sistema de transporte de agua, el acueducto se erige como un verdadero testimonio de la ingeniería y la innovación de la antigua Roma.
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Números romanos
Como su nombre ya sugiere, los números romanos se originaron en la antigua Roma. Constituyen uno de los sistemas de numeración más populares que aún se utilizan en la actualidad, y su primer uso se remonta a algún momento entre el 900 y el 800 a.C. Por aquel entonces, los sistemas de recuento existentes no podían hacer frente a la necesidad de realizar cálculos cada vez más complejos. Los números romanos se desarrollaron con el fin de ofrecer un método de recuento estándar que pudiera utilizarse eficazmente en la comunicación y el comercio. Sin embargo, estos números romanos tenían sus defectos, como la ausencia del número cero y la incapacidad de calcular fracciones, entre otros. A pesar de ello, estos números sobrevivieron incluso después de la caída del Imperio Romano. Su uso en títulos de películas, libros y muchos otros ámbitos populares y culturales muestra hoy en día el duradero legado de esta antigua notación numérica.
Herramientas y técnicas quirúrgicas
Los antiguos romanos inventaron una serie de herramientas y técnicas quirúrgicas que marcaron el camino para los posteriores desarrollos en los campos de la medicina y la cirugía. La escena médica romana estuvo muy influenciada por los avances quirúrgicos logrados por los antiguos griegos. Los médicos de la antigua Roma no sólo utilizaron todas las herramientas disponibles, sino que también desarrollaron muchas herramientas nuevas e inventaron procedimientos como la cesárea. Pero los mayores saltos quirúrgicos los dieron en el campo de batalla al hacer de la medicina de campaña una preocupación primordial. Durante el reinado de Augusto, se creó un cuerpo médico militar para asistir a los soldados heridos en la batalla. Los romanos dominaron las innovaciones médicas para frenar la pérdida inmediata de sangre en la batalla, salvando así miles de vidas. También inventaron herramientas como los bisturíes de bronce, los ganchos obstétricos, los taladros para huesos y los fórceps, así como el espéculo vaginal, de nombre bastante aterrador. A los romanos también se les atribuye el mérito de ser los pioneros de la cirugía antiséptica, ya que sumergían las herramientas médicas en agua caliente para desinfectarlas antes de la cirugía.
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Calendario juliano
Cuando los antiguos romanos se convirtieron en la mayor civilización del antiguo mundo occidental, se dieron cuenta de las complicaciones que suponía mantener un calendario estándar que pudiera aplicarse a todo el imperio. No ayudó el hecho de que introdujeran meses con números impares de días debido a la superstición imperante contra los números pares. Finalmente, el calendario se alejó tanto de la regularidad que Julio César implementó una nueva reforma, haciendo de la duración de un año solar la base del calendario. También instituyó los 12 meses del año. El nombre del calendario se debe al propio Julio César, y algunas iglesias ortodoxas orientales lo utilizan para calcular los días festivos incluso hoy en día. Aunque era una innovación aparentemente perfecta para su época, el calendario juliano calculaba mal el año solar en unos 11 minutos y medio. Esto condujo finalmente a la creación del calendario gregoriano, que se basó en gran medida en el modelo juliano y fue adoptado en 1582 d.C.
Periódicos
La historia está plagada de autócratas que querían mantener al público al tanto de los anuncios y acontecimientos oficiales. Roma fue el primer imperio en establecer un sofisticado sistema de circulación de noticias escritas que publicaba el Acta Diurna que se traduce como «Eventos diarios». Estas hojas de noticias escritas a mano fueron publicadas diariamente y colocadas por el gobierno en el Foro Romano desde el año 59 a.C. hasta aproximadamente el 222 d.C. La mayor parte del contenido de las Acta Diurna solía consistir en noticias políticas, juicios, campañas militares, ejecuciones, grandes escándalos y otros temas similares. Los romanos también publicaban el Acta Senatus, que registraba los procedimientos del Senado romano, aunque este tipo de diario se mantuvo fuera del alcance del público hasta que Julio César lo hizo accesible a todos como parte de las reformas populares que introdujo durante su reinado. Cuando se introdujeron los primeros periódicos modernos en Europa, puede que no tuvieran nada que ver con los primeros Acta Diurna, pero estas hojas informativas fueron las pioneras de la historia de la publicación de noticias.
Hormigón
Los antiguos romanos eran especialmente hábiles tanto en la construcción rápida de nuevas estructuras como en el mantenimiento de su integridad estructural. El revolucionario hormigón desarrollado por los romanos ayudó a construir estructuras impecables y duraderas, desempeñando un gran papel en el ascenso arquitectónico de la antigua Roma. Los científicos que estudiaron en detalle su composición descubrieron que era superior al hormigón actual y mucho más respetuoso con el medio ambiente.
El trozo de hormigón con el que experimentaron había estado sumergido en el Mediterráneo durante más de 2.000 años. El análisis de este hormigón descubrió que producía un compuesto que difería significativamente del hormigón que usamos hoy en día y lo convertía en un material de construcción increíblemente fuerte. Los romanos solían combinar su cemento con la roca volcánica conocida popularmente como «toba», lo que permitía que el hormigón resultante soportara una posible descomposición química. No es de extrañar que muchas de las antiguas estructuras romanas, como el Panteón, el Coliseo y el Foro Romano, lleven en pie más de dos milenios.
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Conclusión
Por cortesía de los inventos e innovaciones enumerados anteriormente, es justo decir que los romanos ciertamente salieron de la gigantesca sombra de los antiguos griegos. Desde las maravillas de la ingeniería, como los acueductos y los arcos, hasta el asombroso y estable hormigón que resistió el paso del tiempo, los antiguos romanos realmente lograron inventar e innovar para convertirse en uno de los imperios más destacados del mundo antiguo. Aunque muchos de sus avances pueden haber caído en el olvido a la luz de desarrollos tecnológicos modernos muy superiores, sus inventos animaron a las sociedades posteriores a adoptar nuevas formas de gobernar, vivir y entender el mundo.
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