Se cree que la obesidad es un promotor de la diabetes mellitus tipo 2 (DMT2). Los informes indican que la obesidad grave en la infancia y la adolescencia aumenta el riesgo de DMT en los jóvenes y los adultos jóvenes. La DMT2, que suele ser asintomática, a menudo no se reconoce hasta que se mide la glucemia al azar. El cribado de los niveles de glucosa en sangre medidos en individuos obesos es más eficaz para identificar a las personas no diagnosticadas que el cribado de la población general y, por tanto, introduce un sesgo de selección para el descubrimiento. En el siguiente comentario se indicará por qué estas observaciones no indican que la obesidad sea la causa de la DMT2. Además, se demostrará que la resistencia a la insulina de la DMT2 se produce principalmente en los músculos de los individuos delgados predispuestos a la diabetes antes de que se vuelvan obesos. Esta resistencia a la insulina no es secundaria, sino que es la causa de la acumulación excesiva de grasa asociada a la DMT2. Además, esta resistencia a la insulina muscular temprana es la etiología de la hiperlipidemia y la acumulación excesiva de grasa característica de la DMT2.