Tal vez te preguntes: «¿por qué tener una filosofía personal?» o «¿qué es una filosofía personal?». Y estas son preguntas válidas.
De hecho, son las mismas preguntas que tuve cuando escuché por primera vez el término, filosofía personal.
Una filosofía personal es simplemente las creencias, conceptos y actitudes más básicas de un individuo.
Si lo piensas, la mayoría de nosotros pertenecemos a algún tipo de grupo u organización religiosa que tiene una – lo sepas o no.
Desde el cristianismo hasta las Girls Scouts, todas las entidades en las que pueda pensar tienen algún tipo de credo por el que viven o principios rectores que proporcionan una dirección sobre cómo deben comportarse.
Una filosofía personal funciona de la misma manera.
Un pequeño secreto desconocido: es uno de los intstrumentos más esenciales de nuestra existencia.
Aún así, la mayoría de nosotros no tenemos una.
Una filosofía personal define quién eres y qué defiendes.
Es tu identidad.
Piensa en los grandes humanistas. La Madre Teresa, Gandhi y Martin Luther King tenían doctrinas por las que vivían.
Estas creencias les daban dirección y propósito.
Todo lo que hacían era por estos valores.
Demasiados de nosotros nos conformamos con vidas sin ningún sentido de propósito y por ello carecemos de plenitud.
Vivimos sin rumbo; día a día sin ninguna intención.
Pero esto no debería ser así.
Con una filosofía personal, podremos vivir con propósito y crear intenciones diarias que nos sirvan de hoja de ruta para la vida.
Si planificaras un viaje y salieras de casa sin indicaciones, no llegarías a tu destino.
Una filosofía personal es tus indicaciones. Utilízala para llegar al destino de la plenitud.
Cómo crear una filosofía personal
Los no negociables. Estos son tus valores esenciales que no vas a comprometer; las principales prioridades.
¿Qué es lo que más valoras?
¿La familia? ¿La salud? ¿El aprendizaje? Mindfulness?
Enuméralos.
No todos ellos conformarán tu filosofía personal.
Mindset.La forma de pensar y de percibir las cosas juega un papel importante en lo que somos.
Cada mindset es diferente. No es que una esté bien o mal sólo tenemos diferentes visiones del mundo.
La clave es no intentar adoptar la mentalidad de alguien que no eres. A todos nos encantaría tener la mentalidad de mamba de Kobe Bryant, el espíritu empático y bonachón de Oprah o la sabiduría de Warren Buffet, pero la verdad es que la mayoría de nosotros no la tenemos.
Sé tú mismo.
Consejo útil: el test de Myers Briggs es una gran manera de averiguar tu proceso de pensamiento y proporciona una gran evaluación de tu personalidad.
Mi filosofía personal: Un caso de estudio
Cuando empecé, tengo que admitir que me costó un poco.
Valoro muchas cosas.
Mi indecisión me llevó a buscar en Google e inspirarme en personas de éxito que tienen filosofías personales – realmente me ayudó a centrarme en los valores fundamentales.
No negociables
La fe: Como cristiano, el objetivo es ser como Cristo; vivir mi vida como lo hizo Cristo.
Familia. Nada en esta tierra se antepone a las personas que más me importan.
Salud. Veo a demasiados ancianos luchando por caminar o incluso por levantarse. No quiero ser yo.
Deportes: Soy adicto al baloncesto qué puedo decir.
Libertad: No, no hablo de proclamación de emancipación. Hablo de autonomía profesional; emprendimiento. Control total sobre cuándo gano dinero y cuánto. No hago cubículos.
Risa: Realmente creo que la risa es la mejor medicina.
Ayudar a los demás: No debemos preocuparnos sólo por nosotros mismos. Cuantas más personas ayudemos, mejor será el mundo por ello.
Aprendizaje: La educación no sólo tiene lugar en las aulas, sino en todos los aspectos de la vida. La mejor manera de aprender es escuchando.
Descargo de responsabilidad: No todo ha pasado el corte.
Mindset
Disfruto de verdad hablando con la gente -aunque la mayoría de las conversaciones son un 70% de escucha y un 30% de conversación.
La mayor parte de lo que se aprende sobre los demás es haciendo preguntas y escuchando lo que tienen que decir.
Intento tener tantas conversaciones intelectuales como sea posible porque es cuando llegamos a conocer el funcionamiento interno de otra persona.
Cuando estaba entrevistando a algunos de mis amigos para mi blog me di cuenta de que no los entendía tan bien como creía.
Simplemente haciendo preguntas pude entender de verdad sus procesos de pensamiento y cómo se producían estos procesos.
Me di cuenta de que dar tanto valor a las opiniones de los demás como a las mías propias me ha ayudado realmente a ver el mundo desde la perspectiva de los demás.
El resultado; llegar a una filosofía personal que enfatiza el aprendizaje, valora a otras personas y la exploración.