PHILADELPHIA – Un nuevo meta-análisis muestra que las mujeres embarazadas con endometriosis tienen un mayor riesgo de sufrir una serie de complicaciones durante el embarazo y el parto, incluyendo el parto prematuro y la cesárea. El estudio se ha publicado en la revista Fertility and Sterility.
«Es importante que las mujeres con antecedentes de endometriosis, y los obstetras que las atienden, sean conscientes de esta asociación entre la endometriosis previa y los mayores riesgos de aborto espontáneo, parto prematuro, placenta previa parto por cesárea y un bebé pequeño para la edad gestacional», dijo el Dr. Vincenzo Berghella, profesor de ginecología y director de medicina materno-fetal en el Departamento de Obstetricia y Ginecología del Colegio Médico Sidney Kimmel de la Universidad Thomas Jefferson. «Estos embarazos merecen un seguimiento más estrecho para detectar estas complicaciones»
La endometriosis afecta a cerca del 11 por ciento de las mujeres en Estados Unidos, suele diagnosticarse en los primeros años reproductivos y se asocia con tejido endometrial que se desplaza y se aloja en otras partes del cuerpo. Algunos de los síntomas son el dolor abdominal en forma de daga, la infertilidad y las relaciones sexuales dolorosas.
«Se sabe que la endometriosis altera la fisiología de la mujer de una manera que podría interferir en varias etapas del embarazo», dice Berghella. «Desde provocar una inflamación en el endometrio, hasta resistir la acción de la progesterona durante la implantación y a lo largo del embarazo, hay una serie de formas en las que la endometriosis puede afectar al curso normal del embarazo».
En el análisis se incluyeron veinticuatro estudios que comprendían más de un millón de mujeres. Los resultados muestran que las mujeres tenían un mayor riesgo de parto prematuro, aborto espontáneo, parto por cesárea y placenta previa. El estudio también demostró que la endometriosis estaba asociada al nacimiento de bebés pequeños para su edad gestacional. Sin embargo, no hubo asociación entre la endometriosis y la hipertensión gestacional o la preeclampsia.
«Estudios anteriores que analizaban esta cuestión han informado de resultados contradictorios», afirma Berghella. «Estudios como el nuestro ayudan a clarificar los hallazgos al agrupar los datos de muchos estudios para dar al campo una respuesta más concluyente a una pregunta de investigación debatida. Los datos colectivos son más sólidos que los de un solo estudio y a menudo ayudan a conformar la opinión en este campo».