En adultos
Los esqueletos registran la edad de un adulto de varias maneras. Las superficies del cráneo, los huesos del pubis y los extremos de las costillas contienen pistas. A nivel microscópico, los investigadores pueden ver la «remodelación» ósea que tiene lugar a lo largo de la vida, así como la descomposición ósea relacionada con la edad.
«Remodelación» ósea
Incluso después de que el crecimiento de la infancia se detiene, la «remodelación» del hueso continúa. A lo largo de la vida, el hueso fabrica nuevos osteones, diminutos tubos que contienen vasos sanguíneos. Los exámenes microscópicos muestran estos cambios, que pueden indicar la edad adulta con un margen de 5 a 10 años. Los adultos más jóvenes tienen menos osteones y más grandes. Los adultos mayores tienen osteones más pequeños y más fragmentos de osteón, ya que los nuevos se forman y desbaratan los más antiguos.
Clus en el cráneo
Los huesos que encierran el cerebro crecen juntos durante la infancia a lo largo de unas líneas llamadas suturas craneales. Durante la edad adulta, la «remodelación» ósea puede borrar gradualmente estas líneas, a ritmos variables. El cierre de las suturas craneales proporciona información general sobre la edad de una persona. Se utiliza mejor con indicadores adicionales para estimar la edad, o cuando otros indicadores de edad no están disponibles.