Los buenos modales son importantes para tener en cuenta los sentimientos de los demás y ser el tipo de persona que los demás querrán y respetarán. Antiguamente se enseñaba a los niños la Regla de Oro: «Haz siempre a los demás lo que desearías que te hicieran a ti si estuvieras en su lugar». Esta sigue siendo una buena manera de comportarse hoy en día. Si eres respetuoso con los demás, es más probable que te traten con respeto. Si muestras buenos modales allá donde vayas, es más probable que animes a los demás a comportarse de la misma manera contigo. Salta a la tabla de buenos modales.
Los buenos modales muestran lo mejor que puedes ofrecer y animan a los demás a dar lo mejor de sí mismos. Practicar estos modales a diario hace que la vida sea más agradable.
- Ser considerado
- Ser alegre
- Ser generoso
- Ser cooperativa
- Sea servicial
- No sea mandón
- No menosprecie a la gente ni diga cosas groseras
- Respete la intimidad de los demás
- Cuide sus bienes personales
- .
Los modales son importantes para dar una buena impresión a los demás en la vida cotidiana. También te ayudan a sentirte bien contigo mismo y con tu identidad. No importa dónde estés, en casa con los niños, en el trabajo, con los compañeros o con los amigos, practicar los buenos modales es importante. Si practicas los buenos modales, estás mostrando a los que te rodean que eres considerado con sus sentimientos y también los respetas. Además, estás estableciendo normas para el comportamiento de los demás y animándoles a tratarte con un respeto similar.
Ejemplos básicos de buenos modales y etiquetas
- Elige bien tus palabras y no te apresures a comentar cosas de las que no sabes mucho. Ser un buen oyente es a menudo mejor que hablar. No es necesario tener una opinión sobre todo.
- Piensa las cosas antes de hablar, sobre todo si eres una persona que puede ser pobre en encontrar las palabras adecuadas para decir. No empieces una frase, con ‘ums’ y ‘ers’ de por medio, parece incómodo y deberías probar a hablarte a ti mismo delante de un espejo, ¡funciona! Aumenta tu confianza al hablar.
- No hables en voz alta. Perderás rápidamente el respeto si lo haces, ya que esto puede ser visto como prepotente y grosero. También puede hacer que otras personas se enfaden y se molesten contigo antes incluso de que establezcas algún tipo de relación con ellas. Te verán como un «bocazas» al que no se le puede confiar nada confidencial. Así que practica a bajar el volumen si tiendes a tener una voz fuerte.
- Habla con respeto hacia y de los demás. Puedes hacerlo evitando comentarios negativos que puedan insultar a otra persona. La regla general es: si no quieres que alguien hable de ti de esa manera, no hables de él a los demás.
- Respeta siempre a las personas mayores y escúchalas y aprende. Esto se aplica a todos los mayores y no sólo a los padres y abuelos.
- Utilizar los términos ‘Gracias’, y ‘Eres bienvenido’ demuestra que tienes buenos modales. Las personas que carecen de modales no utilizan estos términos.
- Mantén abierta una puerta para quien te sigue de cerca. Esto es un signo de buenos modales y nunca ha cambiado. No hay reglas estrictas de género en esta época.
- Habla bien de tus padres respétalos, aunque haya cosas de ellos que no te gusten. Si no puedes hacerlo, no hables de ellos en absoluto. Queda mal insultar o hablar mal de las personas que te trajeron al mundo o te criaron. No laves los trapos sucios de la familia en público. Es negativo y maleducado.
- No digas palabrotas ni uses palabras malsonantes. ¡Es poco profesional! La gente que hace esto suele ser muy inmadura y no tiene autocontrol ni respeto por sí misma ni por los demás!
Los buenos modales son simplemente el respeto y la consideración por los demás o ser consciente de las necesidades de los demás. Son el aceite que lubrica la fricción de las relaciones interpersonales y crea una sociedad feliz y exitosa. Así que, ¡dar respeto y recibir respeto!