Ya sea que lleves saliendo oficialmente con «la persona» durante unos meses o la mayor parte de la última década, puede que te preguntes cómo sabrás cuándo has entrado en el «punto dulce», es decir, el momento adecuado para comprometerte. No es de extrañar que te sientas confundido cuando la gente que ves en Facebook empieza a presumir de un anillo de diamantes después de salir con alguien durante menos de un año, mientras que los novios del instituto que conoces siguen sin anillo durante décadas. Y los expertos coinciden en que no hay un número mágico. «Hay algunas parejas que saben en la primera cita que han encontrado al elegido y se comprometen rápidamente, mientras que otras se toman el tiempo necesario para conocer bien a alguien antes de ponerle un anillo», dice la experta en citas online y casamentera digital Julie Spira.
Spira opina, sin embargo, que una pareja debería pasar por todas las temporadas juntos como mínimo para que superen la etapa de la luna de miel antes de determinar si siguen juntos para toda la vida. «Todo el mundo da lo mejor de sí mismo durante la etapa de cortejo, que suelen ser los tres primeros meses de la relación», dice. «Cuando tu relación es totalmente nueva, no has pasado por los baches del camino juntos, ni has viajado de vacaciones juntos, ni has pasado por un acontecimiento traumático como la muerte de un familiar o la pérdida de un trabajo.»
Dawn Michael, doctora en sexología clínica, experta en relaciones y autora de Mi marido no quiere tener sexo conmigo, lleva las cosas un paso más allá, añadiendo que cuanto más tiempo se conozca una pareja antes del matrimonio es clave para tener una unión duradera. «Cada pareja es diferente dependiendo de la edad y las circunstancias, pero un tiempo razonable para ser novios es de uno a tres años», dice.
Cada pareja es diferente dependiendo de la edad y las circunstancias, pero un tiempo razonable para ser novios es de uno a tres años.
Las investigaciones apoyan esta teoría. Un estudio publicado por investigadores de la Universidad de Emory, en Atlanta, descubrió que las parejas que habían estado juntas al menos tres años antes de comprometerse tenían un 39 por ciento menos de probabilidades de divorciarse que las parejas que se comprometían en el primer año de noviazgo.
Está claro que el tiempo está del lado de una pareja cuando se trata de la longevidad de su matrimonio. Pero los expertos coinciden en que un matrimonio feliz es mucho más que los años de convivencia. Aquí comparten los aspectos más fundamentales de una relación que más importan a la hora de determinar si un futuro matrimonio será duradero.