La Apelación a la Emoción está entre los tipos más comunes de falacias lógicas. Suele ser una estrategia muy persuasiva para influir en las opiniones y el comportamiento de las personas.
Como tal, es una falacia importante de entender ya que estarás más preparado para detectarla y contrarrestarla, así como para evitar cometerla tú mismo. En este artículo, explicaremos qué significa exactamente apelar a las emociones, cuándo es una falacia y mostraremos una serie de ejemplos de la falacia.
Falacia de apelar a las emociones
Apelar a las emociones es una falacia lógica que se produce cuando alguien utiliza apelaciones emocionales, como la compasión, el miedo y la alegría, en lugar de hechos relevantes y lógica para apoyar su conclusión y ganar un argumento. En otras palabras, el argumentador pretende conseguir una reacción emocional de los oyentes para convencerlos de que la conclusión del argumento es verdadera.
Las apelaciones emocionales tienen una tendencia a pasar por encima de la lógica y el escepticismo y se utilizan con frecuencia en una situación en la que hay una falta de pruebas fácticas para una afirmación.
Por ejemplo, en un debate, alguien puede animar a la audiencia a descartar el argumento de su oponente y las pruebas que lo apoyan despertando sentimientos de miedo, odio, envidia o asco hacia el oponente.
La apelación a la emoción es muy eficaz como técnica retórica para persuadir y manipular las opiniones, creencias y acciones del receptor. A menudo utiliza un lenguaje cargado -lenguaje que pretende producir una respuesta emocional y afectar directamente a las opiniones del oyente-, así como conceptos como religión, país, crimen y drogas, con el fin de apelar a los prejuicios y las emociones de la audiencia.
La apelación emocional es una técnica persuasiva porque, debido a la naturaleza de la cognición humana y a nuestros prejuicios incorporados, las personas a menudo se basan en sus respuestas emocionales a las cosas a la hora de tomar decisiones, en lugar de los hechos y el razonamiento lógico.
Diferentes tipos
Aunque la falacia de la apelación a la emoción puede implicar cualquier emoción que los humanos podamos experimentar, hay una serie de apelaciones emocionales que se clasifican como falacias lógicas individuales debido a su uso generalizado. Todas funcionan de forma similar, y la única diferencia entre ellas es que apelan a diferentes emociones, ya sean positivas o negativas.
Estas subfalacias comunes de la falacia de apelación a la emoción incluyen:
- Apelar al orgullo
- Apelar a la popularidad
- Apelar a la naturaleza
- Apelar a la lástima
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- Apelación al miedo
- Apelación a la envidia
- Apelación al odio
- Hija: «Mamá estoy demasiado llena, no puedo comer más»
- Madre: «Deberías comer siempre todo lo que hay en tu plato, piensa en todos los niños de África que no siempre tienen suficiente comida»
- Apelar a la emoción
- Persuasión emocional y no emocional – ResearchGate
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Ejemplos
En este ejemplo, la madre puede tener razón al decir que la hija no debería tomar más comida de la que puede terminar, sin embargo, no tiene relación lógica con los niños de otra parte del mundo si termina su comida o no.
Un ejemplo famoso de un discurso que utiliza apelaciones emocionales con gran éxito es el de Martin Luther King Jr. «Tengo un sueño». El discurso utiliza hábilmente la retórica para convencer a la gente de la idea de la igualdad de oportunidades para todos.
Tengo un sueño de que un día esta nación se levante y viva el verdadero significado de su credo: «Sostenemos que estas verdades son evidentes, que todos los hombres son creados iguales.»
Tengo el sueño de que un día, en las colinas rojas de Georgia, los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de los antiguos propietarios de esclavos puedan sentarse juntos en la mesa de la hermandad.
Sueño con que un día incluso el estado de Mississippi, un estado asfixiado por el calor de la injusticia, asfixiado por el calor de la opresión, se transforme en un oasis de libertad y justicia.
Martin Luther King Jr. 1963
Además, las apelaciones emocionales son la carne de las campañas publicitarias: Casi todos los anuncios utilizan apelaciones emocionales para persuadir a los clientes potenciales. Por ejemplo, un anuncio de supermercado que muestra a una familia feliz sentada alrededor de la mesa en la cena de Acción de Gracias, o un anuncio de cereales que muestra a los niños disfrutando de un tazón de cereales para el desayuno con su madre sonriendo en el fondo, intenta apelar a las emociones del espectador y convencerlo de la aparente buena calidad de los productos del anunciante.
El uso de las apelaciones emocionales
La apelación a la emoción es una técnica retórica eficaz, pero se considera deshonesta como argumento lógico ya que no se basa en la lógica y el razonamiento basado en hechos. Ningún matemático que valore su propia credibilidad trataría de demostrar un teorema matemático apelando a la simpatía del oyente y afirmando que debe ser correcto por todo el trabajo que ha realizado.
En realidad, un argumento es válido o inválido; el hecho de que deseemos que sea algo no lo convierte en tal.
Un ejemplo típico de apelación emocional, que se utiliza tanto en la publicidad como en la política, consiste en utilizar los derechos de los niños para apoyar un argumento o una posición. Esto también se conoce como la falacia de «pensar en los niños». Por ejemplo, las organizaciones benéficas pueden mostrar imágenes de niños hambrientos para despertar en el espectador el deseo de ayudarlos apelando a los sentimientos de lástima y simpatía.
Uso aceptable de la apelación a las emociones
En general, la distinción entre el uso aceptable y falaz de la apelación a las emociones es que es aceptable cuando tiene la intención de motivar a la gente a tomar medidas, y falaz cuando se utiliza en un intento de influir en las creencias de alguien. Sin embargo, puede seguir considerándose falaz, especialmente si la emoción a la que se apela tiene una conexión insuficiente con la acción que se persigue.
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