La luna de Júpiter, Ganímedes, es el satélite más grande del sistema solar. Más grande que Mercurio y Plutón, y sólo un poco más pequeña que Marte, sería fácilmente clasificada como un planeta si estuviera orbitando el sol en lugar de Júpiter.
Es probable que la luna tenga un océano salado bajo su superficie helada, lo que la convierte en un lugar potencial para la vida. La Agencia Espacial Europea planea una misión a las lunas heladas de Júpiter que, en 2030, tiene previsto llegar y poner especial énfasis en la observación de Ganímedes.
Datos sobre Ganímedes
Edad: Ganímedes tiene unos 4.500 millones de años, aproximadamente la misma edad que Júpiter.
Distancia de Júpiter: Ganímedes es la séptima luna y el tercer satélite galileano hacia el exterior de Júpiter, orbitando a unas 665.000 millas (1.070 millones de kilómetros). Ganímedes tarda unos siete días terrestres en orbitar Júpiter.
Tamaño: El radio medio de Ganímedes es de 2.631,2 km (1.635 millas). Aunque Ganímedes es más grande que Mercurio, sólo tiene la mitad de su masa, lo que lo clasifica como de baja densidad.
Temperatura: Las temperaturas diurnas en la superficie tienen un promedio de menos 171 grados Fahrenheit a menos 297 F, y las nocturnas bajan a -193C. En 1996, los astrónomos que utilizaron el telescopio espacial Hubble encontraron pruebas de la existencia de una fina atmósfera de oxígeno. Sin embargo, es demasiado delgada para sustentar la vida tal y como la conocemos; es poco probable que en Ganímedes habiten organismos vivos.
Magnetosfera: Ganímedes es el único satélite del sistema solar que tiene una magnetosfera. La magnetosfera es una región en forma de cometa en la que las partículas cargadas son atrapadas o desviadas. La magnetosfera de Ganímedes está enteramente incrustada dentro de la magnetosfera de Júpiter.
Descubrimiento y exploración de Ganímedes
Ganímedes fue descubierto por Galileo Galilei el 7 de enero de 1610. El descubrimiento, junto con otras tres lunas jovianas, fue la primera vez que se descubrió una luna orbitando un planeta distinto de la Tierra. El descubrimiento de Galileo condujo finalmente a la comprensión de que los planetas orbitan alrededor del sol, en lugar de que nuestro sistema solar gire alrededor de la Tierra.
Galileo llamó a esta luna Júpiter III. Cuando se abandonó el sistema de nomenclatura numérica a mediados del siglo XIX, la luna recibió el nombre de Ganímedes, un príncipe troyano de la mitología griega. Zeus, homólogo de Júpiter en la mitología romana, llevó a Ganímedes, que había adoptado la forma de un águila, al Olimpo, donde se convirtió en copero de los dioses olímpicos y en uno de los amantes de Zeus.
Varias naves espaciales han volado junto a Júpiter y sus lunas. La Pioneer 10 llegó primero, en 1973, seguida de la Pioneer 11 en 1974. La Voyager 1 y la Voyager 2 devolvieron fotos impactantes durante sus sobrevuelos. La nave Galileo pasó a una altura de hasta 162 millas (261 km) sobre las superficies de las lunas galileanas y produjo imágenes detalladas.
La Agencia Espacial Europea planea una misión llamada JUICE (JUpiter ICy moons Explorer) que se lanzaría desde la Tierra en 2022 para llegar a Júpiter en 2030. Aunque la misión observará tres lunas (Ganímedes, Calisto y Europa), Ganímedes será el centro de atención porque muestra cómo evolucionan los mundos helados y podría ser habitable en general, dijo la ESA en su sitio web. Los científicos tratarán de averiguar más sobre su océano y su corteza helada, cartografiar su superficie en detalle, conocer el interior, sondear la atmósfera y estudiar el campo magnético.
Características de Ganímedes
Ganímedes tiene un núcleo de hierro metálico, al que le sigue una capa de roca que está rematada por una corteza de hielo de gran espesor. También hay una serie de protuberancias en la superficie de Ganímedes, que pueden ser formaciones rocosas.
En febrero de 2014, la NASA y el Servicio Geológico de Estados Unidos dieron a conocer el primer mapa detallado de Ganímedes en imágenes y una animación de vídeo creada a partir de las observaciones de las naves espaciales Voyager 1 y Voyager 2 de la NASA, así como de la nave espacial Galileo, dedicada a la órbita de Júpiter.
La superficie de Ganímedes se compone principalmente de dos tipos de terreno: alrededor del 40 por ciento es oscuro con numerosos cráteres, y el 60 por ciento es de color más claro con surcos que forman intrincados patrones que dan al satélite su aspecto distintivo. Los surcos, que probablemente se formaron como resultado de la actividad tectónica o de la liberación de agua desde debajo de la superficie, tienen una altura de hasta 2.000 pies y se extienden a lo largo de miles de kilómetros.
Se cree que Ganímedes tiene un océano de agua salada bajo su superficie. En 2015, un estudio del telescopio espacial Hubble observó las auroras de Ganímedes y cómo cambian entre los campos magnéticos de Ganímedes y Júpiter. El «balanceo» observado por las auroras da evidencia de que el probable océano que hay debajo es salado, más salado que los océanos de la Tierra, dijeron los científicos en ese momento.
Sin embargo, algunos científicos son escépticos de que Ganímedes pueda albergar vida. Debido a su estructura interna, se cree que la presión en la base del océano es tan alta que cualquier agua allí abajo se convertiría en hielo. Esto dificultaría la entrada de nutrientes en el océano por parte de cualquier respiradero de agua caliente, que es uno de los escenarios en los que los científicos creen que podría haber vida extraterrestre.
Información adicional de la colaboradora Elizabeth Howell.