El cáncer de mama es la principal causa de muerte por cáncer en mujeres de 20 a 59 años en todo el mundo, y el segundo cáncer más común en las mujeres. Las revisiones con mamografía pueden encontrar signos de cáncer incluso antes de que puedan sentirse.
Una mamografía es una radiografía de la mama que se utiliza para encontrar tumores o pequeños depósitos de calcio (microcalcificaciones) que pueden indicar la presencia de cáncer de mama. La mamografía utiliza un equipo especial de rayos X para sujetar y comprimir la mama durante la toma de imágenes, lo que permite obtener una imagen más nítida y una dosis de radiación menor que la de las radiografías estándar.
Las mamografías de cribado son procedimientos preventivos que se utilizan para buscar signos de cáncer de mama en mujeres que no presentan ningún síntoma de cáncer. La mamografía de cribado suele consistir en la toma de dos imágenes de rayos X de cada mama, aunque se pueden tomar más imágenes si es necesario. En las mujeres que ya tienen bultos sospechosos u otros signos, se recomienda una mamografía de diagnóstico. Las mamografías de diagnóstico suelen captar más imágenes de la mama y pueden ser unilaterales (una sola mama) o bilaterales.
La nueva tecnología de mamografías en 3D toma muchas imágenes en una sola pasada por la mama y crea una imagen tridimensional en un ordenador. Aunque las mamografías 3D utilizan un poco más de radiación que las mamografías estándar de dos vistas, ambas se consideran rayos X de baja dosis. Las imágenes de ambos tipos de mamografía a menudo pueden detectar tumores o depósitos de calcio que no se pueden palpar.