MICHEL MARTIN, HOST:
Continuamos nuestras reflexiones sobre la larga carrera de George H.W. Bush. Se le recuerda con cariño en la CIA por el año que ejerció como director de la misma. De hecho, la sede de la agencia en Langley, Virginia, lleva su nombre. La CIA ha emitido hoy un comunicado en el que señala que el Sr. Bush se incorporó a la agencia en un momento, cito, «tumultuoso, en el que la moral estaba por los suelos», sin citar. Y añade que restauró su reputación. Cuando el Sr. Bush se hizo cargo de la CIA en 1976, ésta había sido golpeada por las acusaciones de que había abusado de su poder bajo el presidente Nixon y conspirado para asesinar a líderes extranjeros y derrocar gobiernos.
Nuestro siguiente invitado también fue director de la Inteligencia Central, de hecho, durante la presidencia de George H.W. Bush. Se trata de William Webster, y le pedí que nos recordara el papel del señor Bush.
WILLIAM WEBSTER: No quiero ser demasiado particular porque no estoy para juzgar – y lo que iba mal en ese momento. Pero la restauración se produjo como una cuestión de carácter, en lo que a mí respecta. Me gusta resumir mi experiencia con el presidente Bush de esta manera: fue el hombre más decente de la vida pública que he tenido el privilegio de conocer, totalmente decente.
MARTIN: Entiendo que no puede hablar de todos los detalles incluso ahora, pero estoy asumiendo que debe haber informado al presidente Bush sobre asuntos de inteligencia. Y me preguntaba si puede compartir algo sobre su estilo.
WEBSTER: Bueno, sí. Era un ser humano normal con una brillante experiencia educativa, una excelente reputación como héroe de guerra -un joven héroe de guerra en la Segunda Guerra Mundial-, un aprecio por las funciones y responsabilidades que tenían otros hombres en la vida gubernamental. Y eso le facilitó mucho el trato con ellos de forma franca y abierta. Y el tipo de reputación que tenía llevó sus palabras de consejo y orientación mucho más allá de lo que podría haber sido el caso.
MARTIN: La declaración de la agencia que han publicado hoy continúa diciendo que el señor Bush es recordado como uno de los directores más impactantes y significativos de la CIA y que protegió la objetividad e independencia de la agencia. ¿Puede decirnos algo más sobre lo que dicen?
WEBSTER: Bueno, déjeme decir que eso está mejor dicho de lo que puedo decir ahora (risas) Pero es absolutamente cierto. Y no se trataba de alguien que intentara impresionar a nadie. Él estaba tratando de llegar a la verdad. Intentaba buscar soluciones que tuvieran sentido. No buscaba ninguna vía de represalia, ni de socavación, ni de difamación. Simplemente era él mismo. Era George Herbert Walker Bush, haciendo su trabajo y alistando lo mejor en carácter, conducta que uno podría pedir a cualquiera.
MARTIN: Así que finalmente, ustedes son contemporáneos. Y sé que esto debe ser un duro – es una píldora difícil de tragar en cualquier caso. Pero, ¿qué te gustaría que recordáramos de él? ¿Y qué vas a recordar tú personalmente de él?
WEBSTER: Jugábamos mucho al tenis. Nos conocimos como amigos. Trabajamos juntos en temas. Soy tres meses mayor que él y nunca dejé que lo olvidara. Es una época triste. Pero miro hacia atrás y digo que la historia lo recordará bien. Pero sólo deseo que otros hombres en la vida pública intenten emular su decencia, llegar a los hechos, buscar soluciones, aprovechar la sabiduría de los demás y servir como un ejemplo absolutamente magnífico de lo que debe ser un presidente.
MARTIN: Ese es William Webster, que fue director de la CIA de 1987 a 1991. Antes de eso, fue director del FBI. Y también ha sido juez federal. Señor Webster, muchas gracias por hablar con nosotros hoy.
WEBSTER: Es un privilegio estar aquí.
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