Las alucinaciones y los delirios se encuentran entre los síntomas más comunes de la esquizofrenia. Ambos se consideran síntomas positivos, lo que significa que no se ven en personas sanas.
Alucinaciones
Las alucinaciones se definen como experiencias y sensaciones que no son comprensibles para los demás. Para la persona que las experimenta, sin embargo, pueden parecer reales, urgentes y vívidas. Aproximadamente el 70% de las personas con esquizofrenia experimentan alucinaciones.
Las alucinaciones auditivas son las más comunes entre las personas con esquizofrenia y pueden incluir la escucha de voces -a veces múltiples- u otros sonidos como susurros o murmullos. Las voces pueden parecer enfadadas o urgentes y a menudo exigen a la persona que alucina.
Las alucinaciones visuales implican ver objetos, personas, luces o patrones que no están realmente presentes. La visualización de seres queridos muertos, amigos u otras personas que conocían puede ser especialmente angustiosa. La percepción también puede verse alterada, lo que resulta en una dificultad para juzgar la distancia
Las alucinaciones olfativas implican el sentido del olfato o del gusto, tanto bueno como malo, que no están realmente presentes. Esto puede ser particularmente peligroso si una persona cree que está siendo envenenada y se abstiene de comer.
Las alucinaciones táctiles son sensaciones de movimiento o sensación en su cuerpo que no están realmente presentes como manos en su cuerpo o insectos arrastrándose alrededor o dentro de usted.
Las alucinaciones no indican necesariamente esquizofrenia. Las personas con trastornos del estado de ánimo, trastornos esquizoafectivos y otras condiciones de salud física y mental también pueden alucinar. Las alucinaciones también pueden ocurrir cuando se está bajo la influencia de drogas o alcohol.
Delirios
Los delirios se definen como creencias que entran en conflicto con la realidad. Los delirios son uno de los síntomas más comunes de la esquizofrenia. Estas creencias pueden incluir:
Delirios persecutorios: Cuando una persona cree que una persona, grupo u organización la maltrata o la perjudica a pesar de las pruebas contradictorias.
Delirios erotomaníacos: Cuando una persona cree que otra está enamorada de ella, a pesar de no tener pruebas. Esta otra persona suele ser una celebridad o una persona con poder.
Delirios somáticos: Cuando una persona cree que tiene una enfermedad o que su cuerpo está afectado por una condición extraña, a pesar de las pruebas contradictorias.
Delirios grandiosos: Cuando una persona cree que tiene habilidades o cualidades superiores (es decir, talento, fama, riqueza) a pesar de no tener pruebas.
A veces una persona experimenta un tema recurrente en sus delirios durante un período, lo que hace que parezcan más convincentes para el individuo que los experimenta. Las alucinaciones a veces se clasifican como delirios secundarios si implican tener una falsa creencia en la voz que están oyendo u otra sensación que están experimentando.
Cómo ayudar a un ser querido
Trate de mantener la calma y evitar sentirse abrumado, confundido o temeroso de alguien que experimenta alucinaciones o delirios. Una disposición tranquila puede ayudar al individuo a conectarse con la realidad. Aquí hay algunos consejos adicionales:
Fomentar la apertura
Las alucinaciones y los delirios a menudo provienen de un lugar de vergüenza y miedo por lo que tener una conversación productiva puede ser un reto. Intente explicar suavemente que no puede ver ni oír lo que están experimentando y que necesita ayuda para entenderlo.
Sea paciente
Intente ser comprensivo. Alucinar es una experiencia que consume mucho. Hable despacio y con claridad y utilice con frecuencia el nombre de la persona. Controlar su propia ansiedad animará a la persona que alucina a ser más receptiva.
Refuerce la realidad
No discuta con las alucinaciones o las observaciones ilusorias. No es útil desafiar a la persona que está luchando. En su lugar, concéntrese en la realidad y trabaje para mantenerse comprometido con ese contenido.
Pida ayuda
Si se siente mal equipado para ayudar a alguien que experimenta psicosis, busque ayuda. Averigua si hay algún amigo, familiar o recurso comunitario de confianza al que puedas acudir. Nunca haga amenazas y hágales saber que no hay problema si prefieren ponerse en contacto con esa persona primero.
La alucinación y el delirio pueden ser aterradores de presenciar, pero la buena noticia es que la medicación, la terapia, la psicoeducación y el apoyo familiar pueden marcar la diferencia. Puede que los síntomas nunca desaparezcan por completo, pero las personas aquejadas por estos problemas pueden aprender a manejarlos. Si conoce a alguien con esquizofrenia, busque más educación y formación para ayudar a su ser querido a sobrellevar la esquizofrenia e incluso a prosperar con ella.
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