Una de las 4 dicotomías del Inventario de Tipos de Myers-Briggs es la que existe entre la sensibilidad y la intuición. Si los modelos son correctos, entonces la mayoría de las personas se inclinarán fuertemente hacia una u otra de estas características de la personalidad.
Ellas proporcionan una S (de sensitivo) o una N (de intuitivo) en las abreviaturas de 4 caracteres para cada tipo de personalidad de Myers-Briggs. En otras palabras, usted es un XSXX o un XNXX donde cada X es también una de las dos letras (que no vamos a entrar aquí).
S es de sensor
Aquellos con personalidades dominadas por el enfoque sensorial se les conoce como sensores.
Viven sus vidas entre lo real, lo concreto y lo cierto, utilizando sus 5 sentidos primarios para averiguar cuál es su situación y cuál es la mejor forma de responder a ella. Son muy conscientes de su entorno gracias, en parte, a su orientación mental en el momento presente. Absorben literalmente todo lo que les rodea para poder ofrecer la mejor plataforma desde la que dar el siguiente paso.
Le dan mucho valor a la información y tratan de obtener la mayor cantidad posible antes de tomar decisiones. Utilizan estos datos y detalles para calcular el curso de acción más práctico.
Los Sensores también destacan la importancia de la experiencia y el conocimiento. Para ellos, el pasado es una base de datos llena de lecciones aprendidas y sabiduría de la que pueden sacar provecho.
Todo esto se tiene en cuenta en su proceso de toma de decisiones, que tiende a ser muy lineal en su diseño. Prefieren las transiciones paso a paso de un lugar a otro en una forma muy ininterrumpida de movimiento. Son el equivalente a un rompecabezas de unir los puntos, trabajando de un punto a otro, en orden, para abordar un problema.
Los Sensores sobresalen al recordar grandes cantidades de hechos y cifras, lo que a menudo les ayuda a destacar en las ciencias en la escuela. Su necesidad de organización es algo que suele llamar la atención cuando entran en el mundo laboral y los convierte en miembros muy valiosos de un equipo.
Los empleadores también apreciarán su disposición a actuar con rapidez y decisión.
La N es de Intuición
Los que se sitúan firmemente en el extremo de la intuición se conocen como intuitivos.
Sus mentes prefieren el mundo de lo abstracto, lo holístico y lo incierto. Aunque también obtienen información de sus sentidos, tienden a no tomarlos al pie de la letra. En su lugar, reflexionan sobre estos datos para evaluar su significado e importancia subyacentes y para «sentir» lo que su entorno está tratando de transmitir.
Para ellos, lo que más importa es el panorama general y no dejan que los pequeños detalles se interpongan en su gran visión del futuro. Porque en el futuro es donde sus mentes pasan la mayor parte del tiempo: sueñan, crean e imaginan las muchas posibilidades que les esperan.
Cuando necesiten tomar una decisión, tratarán de retirarse a una posición en la que puedan ver todo lo posible (mentalmente hablando). Desde aquí intentarán tener una idea de la interconexión de todas las piezas en movimiento y utilizarán su talento para detectar patrones para ayudar a guiar su intuición. No se dedican a unir los puntos, sino a ir directamente de la A a la Z.
Los intuitivos son buenos para encontrar conexiones entre dos ideas o conceptos aparentemente separados y unirlos para formar nuevas formas de pensar. Esto los convierte en individuos altamente creativos, a menudo artísticos, con una pasión por lo novedoso y visionario.
Esta forma de pensar un tanto original les da una excelente capacidad de resolución de problemas y a menudo se les atribuye esta habilidad durante sus años escolares y cuando están trabajando. Su capacidad para detectar las tendencias desde el principio también los hace muy valiosos en ciertas industrias en las que mantenerse a la vanguardia es esencial.
Los intuitivos a veces necesitan tiempo para reflexionar antes de pasar a la acción, pero su inclinación por la reflexión les da una imaginación desenfrenada que resulta muy útil cuando se requiere innovación.
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Cuando los S y los N chocan
Ahora que hemos visto las formas en que los sensores y los intuitivos difieren, vamos a centrar nuestra atención en lo que ocurre cuando interactúan entre sí.
Puede haber choques de personalidad muy evidentes cuando ambos se enfrentan. Por ejemplo, mientras que los sensores consideran que los intuitivos viven en el país de las nubes, los intuitivos ven a los sensores como faltos de imaginación.
Cuando un sensor mira a un intuitivo, ve ambiciones poco realistas, un estilo de trabajo demasiado complicado y palabrería teórica que no se puede poner en práctica.
Por el contrario, el intuitivo ve a un sensor como resistente al cambio, demasiado rápido para actuar y obsesionado con los hechos más que con los sentimientos.
Los intuitivos pueden tener una sensación de superioridad sobre sus homólogos sensores porque son capaces de abrirse camino en la forma de hacer las cosas. Consideran que su pensamiento fuera de lo común es su talento supremo y que es mucho más valioso que cualquier cosa que pueda ofrecer un sensor.
Cómo tratar con tu opuesto
Aunque se han dado varias cifras para la división entre sensores e intuitivos, es innegable que el mundo contiene un gran número de ambos. Esto plantea la cuestión, entonces, de cómo se interactúa con un individuo del tipo opuesto.
Bueno, puede ser complicado hacerlo, pero la respuesta es bastante obvia: si quieres obtener lo mejor (o más bien lo que necesitas) de tu opuesto, tienes que presentar las cosas de una manera que ellos entiendan.
En otras palabras, por muy poco útil que te parezca, intenta imaginar cómo respondería mejor tu sensor o contraparte intuitiva a una petición concreta. Enmarque los puntos que está tratando de hacer de una manera que ellos entiendan más fácilmente y sean capaces de procesar. Al principio le parecerá bastante extraño, pero si quiere que vean las cosas como usted, tiene que traducir su lenguaje a su idioma.
Por ejemplo, los intuitivos podrían intentar relacionar sus pensamientos en perspectivas más concretas, completadas con una salpicadura de hechos y continuidad.
Los sensitivos, por otro lado, podrían intentar discutir lo que están haciendo en términos de sus implicaciones para el panorama más amplio en lugar de empantanarse en los detalles.
Básicamente, tienes que trabajar con tus puntos fuertes cuando estás solo (o con otros del mismo tipo), y tratar de trabajar con sus puntos fuertes cuando estás con tu opuesto.
¿Cuál es mejor?
La respuesta corta es ninguno de los dos. En realidad, el mundo funciona como una unidad cohesionada, una colección de estilos y enfoques que se funden en la sociedad progresista, pero funcional, en la que vivimos.
Y aunque en teoría se trata de una dicotomía, todos tenemos aspectos tanto de la sensatez como de la intuición dentro de nosotros, y dependemos de ellos en diferente medida dependiendo de lo que estemos haciendo, de con quién estemos, e incluso de la fase de nuestra vida en la que nos encontremos.
Así que deberías abrazar a cada uno como si fueran dos preciosos regalos que te han sido concedidos.