Hay un viejo tópico que dice: «El dinero no puede comprar la felicidad». Pero, ¿es eso realmente cierto? Hay investigaciones que sugieren que, hasta cierto nivel de ingresos, el dinero sí puede tener un impacto positivo en tu felicidad. En este artículo, vamos a profundizar en algunos de los argumentos de ambos lados del debate.
¿Es cierto que el dinero no puede comprar la felicidad?
Cuando se trata de la cuestión de si el dinero puede comprar la felicidad, hay muchas investigaciones por ahí. La respuesta, frustrante pero cierta, es: depende. El dinero es una herramienta. Si lo utilizas correctamente, puede tener un impacto absoluto en tu felicidad.
Pero no necesariamente aumenta nuestra felicidad de la manera que cabría esperar. Más dinero no va a mejorar tu mentalidad, y comprar más cosas no te aportará realmente más alegría.
Pero el dinero también puede comprar cosas como tiempo y experiencias que sin duda nos aportan felicidad. También es una de las principales causas de estrés, estrés que puede aliviarse cuando ganamos lo suficiente para vivir cómodamente.
Modo en el que el dinero no puede comprar la felicidad
Ese viejo dicho de que el dinero no puede comprar la felicidad ha estado presente durante tanto tiempo por una razón. El dinero no puede arreglar todo, y ciertamente hay formas en las que más dinero no llevará a más felicidad.
El dinero no puede cambiar tu mentalidad
Tu mentalidad tiene un impacto significativo en tu felicidad, y es algo que el dinero no puede arreglar. Si eres una persona con el vaso medio vacío sin mucho dinero, lo más probable es que tu mentalidad sea similar incluso cuando tengas dinero.
El dinero no puede comprar las relaciones
Las relaciones son el predictor más consistente de la felicidad. Cuando tenemos personas en nuestra vida a las que queremos, es más probable que seamos felices. Y en última instancia, eso es algo que el dinero no puede comprar. Claro que puede haber gente que quiera pasar tiempo contigo porque tienes mucho dinero. Pero esas no serán relaciones genuinas, y no es probable que aporten una felicidad duradera.
Las cosas materiales no nos hacen felices
Cuando recibimos más dinero, quizás como regalo o por un aumento de sueldo en el trabajo, muchos de nosotros saltamos inmediatamente a pensar en las posesiones materiales que podemos comprar. Pero esas posesiones no hacen mucho para aumentar nuestra felicidad. Mucha gente tiene ropa bonita o conduce coches bonitos pero sigue sin ser feliz. De hecho, muchas personas utilizan las compras como vía de escape cuando son infelices, pensando que aumentarán su felicidad. Pero, en última instancia, no funciona.
Modo en que el dinero puede comprar la felicidad
Se podría argumentar que el dinero en sí mismo no hace feliz a la gente. Pero hay un montón de investigaciones que muestran que cuando se gasta en las cosas correctas, el dinero puede tener un impacto dramático en su felicidad.
El dinero reduce el estrés, y el estrés reduce la felicidad
Los estudios muestran que el dinero es la causa #1 de estrés para los estadounidenses. También es una de las principales causas de estrés matrimonial y de divorcio. Así que no es de extrañar que tener más dinero -al menos lo suficiente para vivir cómodamente y salir del ciclo de pago de la nómina- pueda reducir el estrés. Y cuando las personas tienen menos estrés en sus vidas, pueden centrarse en las cosas que les hacen felices.
El dinero compra tiempo
Uno de los mayores regalos que el dinero puede comprar es el tiempo. Claro, el dinero en sí mismo puede no ser capaz de comprarnos la felicidad. Pero puede comprarnos tiempo con las personas que queremos.
La cantidad de dinero que ganamos tiene un gran impacto en nuestra capacidad de pasar tiempo con los seres queridos. Alguien no gana lo suficiente en su trabajo a tiempo completo para pagar las facturas puede tener que conseguir un segundo trabajo, lo que resulta en menos tiempo dedicado a la familia. Pero alguien con mucho dinero no sólo puede permitirse trabajar en un solo empleo, sino que también puede tomarse vacaciones para pasar aún más tiempo con sus seres queridos.
Comprar tiempo puede aportarnos felicidad de otras maneras. Hay alguna tarea que te resulte especialmente agotadora? El dinero nos permite externalizar esas tareas, eliminando algo que antes nos hacía infelices.
El dinero compra experiencias
Muchas investigaciones han demostrado que las experiencias nos aportan más felicidad que las posesiones. Cuando tienes más dinero a tu disposición, puedes gastarlo en experiencias como vacaciones, conciertos, festivales y más. Aunque puede que no duren tanto como las pertenencias materiales, el recuerdo de estos eventos dura mucho más y ayuda a hacernos más felices.
El dinero puede ayudar a los demás
Cuando tienes más ingresos disponibles, puedes compartir más a través de las donaciones. Las investigaciones sugieren que cuando las personas pueden dar económicamente a otros, son más felices que si hubieran gastado el dinero en sí mismos. El dinero te permite donar a las causas más importantes para ti.
¿Cuánto dinero necesitas para ser feliz?
En 2010, investigadores de la Universidad de Princeton decidieron indagar en la cuestión de si el dinero puede comprar la felicidad. Los investigadores encuestaron a más de 450.000 personas para buscar una correlación entre el bienestar emocional de cada persona y su nivel de ingresos.
Los investigadores descubrieron que el dinero sí aumenta el bienestar emocional, pero sólo hasta cierto punto. Hasta 75.000 dólares al año, más dinero conduce a más felicidad. Cuanto más bajos son los ingresos de una persona por debajo de los 75.000 dólares, peor es su bienestar emocional. Pero ganar más de 75.000 dólares al año no tuvo ningún impacto adicional en la felicidad.
Esta cifra en realidad no es tan sorprendente. Según los datos de GoBankingRates, la cantidad media que se necesita para vivir cómodamente en Estados Unidos es de 67.690 dólares. Por lo tanto, alguien que gane 75.000 dólares al año podría pagar todas sus facturas y, al mismo tiempo, le sobraría algo para disfrutar.
La conclusión
Hay muchos puntos buenos en ambos lados del argumento de si el dinero puede comprar la felicidad. Claro, el dinero en sí no te hace feliz. Y comprar más posesiones probablemente tampoco lo hará.
Pero el dinero es una herramienta. Y cuando se utiliza correctamente, puede absolutamente ayudarte a alcanzar objetivos financieros que te hagan más feliz. Para algunos, esa felicidad se parece a más tiempo con la familia. Para otros, es simplemente el alivio del estrés que supone saber que no hay que preocuparse por el retraso en las facturas. No es el dinero lo que te hace feliz, sino cómo lo utilizas.