Engranaje diferencial, en mecánica automotriz, disposición de engranajes que permite transmitir la potencia del motor a un par de ruedas motrices, dividiendo la fuerza de forma equitativa entre ellas, pero permitiéndoles seguir trayectorias de diferente longitud, como al girar en una esquina o al atravesar una carretera irregular. En una carretera recta, las ruedas giran a la misma velocidad; al doblar una esquina, la rueda exterior tiene más recorrido y girará más rápido que la interior si no está sujeta.
El diferencial convencional para automóviles fue inventado en 1827 por un francés, Onésiphore Pecqueur. Se utilizó por primera vez en vehículos impulsados por vapor y fue un dispositivo muy conocido cuando aparecieron los motores de combustión interna a finales del siglo XIX.
Los elementos del diferencial Pecqueur se muestran en la Figura. La potencia de la transmisión es entregada a la corona dentada cónica por el piñón del eje de transmisión, ambos sostenidos en cojinetes (no mostrados) en la caja del eje trasero. La caja es una estructura abierta en forma de caja que está atornillada a la corona dentada y contiene cojinetes para soportar uno o dos pares de piñones cónicos de diferencial diametralmente opuestos. Cada eje de rueda está unido a un engranaje lateral del diferencial, que engrana con los piñones del diferencial. En una carretera recta, las ruedas y los engranajes laterales giran a la misma velocidad, no hay movimiento relativo entre los engranajes laterales y los piñones del diferencial, y todos giran como una unidad con la caja y la corona dentada. Si el vehículo gira hacia la izquierda, la rueda de la derecha se verá obligada a girar más rápido que la de la izquierda, y los engranajes laterales y los piñones girarán uno respecto al otro. La corona dentada gira a una velocidad igual a la velocidad media de las ruedas izquierda y derecha. Si se levantan las ruedas con la transmisión en punto muerto y se hace girar una de las ruedas, la rueda opuesta girará en sentido contrario a la misma velocidad.
El par (momento de giro) transmitido a las dos ruedas con el diferencial Pecqueur es el mismo. En consecuencia, si una rueda resbala, como en el hielo o el barro, el par a la otra rueda se reduce. Esta desventaja puede superarse en cierta medida mediante el uso de un diferencial de deslizamiento limitado. En una versión, un embrague conecta uno de los ejes y la corona dentada. Cuando una rueda encuentra poca tracción, su tendencia a girar es resistida por el embrague, proporcionando así un mayor par para la otra rueda.