Los calamares, también conocidos como calamares en italiano, tienen su origen en el Mediterráneo y se extendieron rápidamente a Norteamérica como un popular plato frito en 1975. Para aquellos que no hayan experimentado la magia de los calamares, se trata de un delicioso aperitivo hecho con calamares y luego rebozado y frito para conseguir un irresistible sabor crujiente. Los calamares se preparan a menudo con calamares europeos, limpiando primero los calamares. Después se rebozan, se fríen y se sazonan con limón y perejil. Comprueba algunos sorprendentes beneficios para la salud de uno de nuestros aperitivos más consumidos.
Rico en proteínas
En sólo una ración de 3 onzas, el calamar a la brasa aporta 13 gramos de proteínas. Esto ayuda al cuerpo a mantener la energía y a construir músculo.
Prevención del cáncer
Los antioxidantes que se encuentran en los calamares pueden ayudar al cuerpo a combatir los radicales libres del aire que se respira cada día. Estos antioxidantes aumentan la eficiencia de las células, lo que puede prevenir el cáncer. Los antioxidantes también pueden ayudar a aumentar el número de glóbulos blancos ausentes en el proceso de quimioterapia.
Repleto de vitaminas y minerales
El calamar contiene un elevado número de vitaminas y minerales, entre ellos la vitamina B-12, potasio, hierro, fósforo y cobre. Estos nutrientes esenciales ayudan al rendimiento y la salud de las células sanguíneas, los huesos y el sistema inmunitario.
Combate la anemia
El cobre es uno de los minerales clave que se encuentran en el calamar, y puede prevenir y combatir la anemia, una enfermedad mortal que se produce por la falta de células sanguíneas.
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