Estas deidades o dioses presidían los elementos del cielo, la luz y los cielos. Se relacionan con los períodos del día y de la noche, con los vientos, las nubes, las estrellas y los planetas. Las deidades del cielo también se asocian con el aire, la lluvia, la nieve y el arco iris.
Aeolus (Aiolos) – dios y gobernante de los vientos. Fue encontrado por Odiseo y su tripulación en la Odisea. Pasaron un mes en su isla y se hicieron amigos del dios. Cuando partieron, Eolo atrapó todos los vientos excepto el que los llevaría a Ítaca. Los atrapó dentro de una caja y se la dio a Odiseo y le dijo que no la abriera.
Aether – dios primigenio del aire superior. Era uno de los dioses primigenios que personificaba el aire superior puro y brillante, por debajo de Urano(cielo), que sólo los dioses podían respirar.
Anemoi – dioses de los vientos. Los más conocidos eran Boreas (dios del viento del norte y del invierno), Eurus (dios del desafortunado viento del este o del sureste), Notus (dios del viento del sur y portador de las tormentas y del otoño) y, de forma variada, Zephyrus (dios del viento del oeste y portador de la ligera primavera a principios del verano). Estos eran conocidos como los famosos Cuatro Vientos. Sin embargo, también había otros vientos menores, que representaban sobre todo vientos de direcciones mixtas, como el Noreste y el Noroeste.
Arce – mensajera de los Titanes y hermana gemela de Iris. Se había puesto del lado de los Titanes y fue, después de la guerra, despojada de sus alas por Zeus y enviada al Tártaro.
Astraeus – dios Titán de las estrellas y del arte de la astrología. También era dios del crepúsculo y padre de los cuatro vientos y de las estrellas del cielo por Eos(diosa del amanecer).
Astra Planeti – dioses de las cinco estrellas o planetas errantes. Eran conocidos como Faenón (dios de Kronion, el planeta Saturno), Faetón (dios de Dios, el planeta Júpiter), Piroeis (dios de Areios, el planeta Marte), Hespero (dios de Venus, la estrella de la tarde), Eósforo (dios de Venus, la estrella de la mañana) y Estilbón (dios de Hermaón, el planeta Mercurio).
Aurai – ninfas de la brisa refrescante, hijas de los vientos Boreas, Eurus, Notus y Zephyrus. La más conocida de ellas era Aura, diosa de la brisa y del aire fresco de la madrugada.
Chaos – la forma infinita de la nada de la que surgió todo lo demás. Fue el primer estado primigenio de la existencia y fue, según Hesíodo, seguido por Erebus, Nyx, Gea y Eros.
Chione – diosa de la nieve e hija de Boreas, viento del norte, y Oreithyia. Chione tenía una hermana Cleopatra y los hermanos alados Zetes y Kalais.
Ersa (Herse) – diosa del rocío de la mañana. Era hija de Zeus y Selene y tenía una hermana Pandia.
Hemera – diosa primigenia del día y la luz. Era hija de Erebus y Nyx y era hermana y esposa de Aether. Hemera estaba estrechamente relacionada con su madre Nyx, donde las dos cambiaban constantemente como el día y la noche.
Hespérides – tres diosas del atardecer y la puesta de sol que cuidaban el jardín sagrado de Hera en el extremo occidental del mundo, situado en Libia o en las montañas del Atlas en el norte de África. Se las menciona como hijas de Atlas o a veces como hijas de la diosa primitiva Nyx. Fueron encontradas por Perseo, que vino a por kibsis, el único saco capaz de contener la cabeza de Medusa. Las Hespérides también aparecen en el undécimo trabajo de Heracles, donde el héroe debía obtener las manzanas de oro.
Iris – diosa del arco iris y mensajera divina de los dioses. Era el eslabón perdido entre los dioses y la humanidad y también se la denominaba mensajera personal de Hera. Viajaba con la velocidad del viento a través de diferentes reinos, conocidos como los cielos, las aguas, la tierra y el inframundo.
Menae – diosas de los cincuenta meses lunares de un período de cuatro años de juegos olímpicos. Su número era de cincuenta que representaba cada fase de la luna durante estos cuatro años. Era la unidad básica de medida del tiempo para los antiguos griegos.
Nephelai – ninfas de las nubes y la lluvia. Originalmente eran ninfas oceánidas, hijas de Oceanus, que comenzaron a llevar el agua a los cielos en forma de nubes. Las Nephelai también apoyaban a las deidades de la tierra y a sus ríos, manantiales y otros hermanos de agua dulce vertiendo lluvias sobre ellos.
Pandia – diosa del brillo y la luna llena. Era hija de Zeus y Selene y tenía una hermana Ersa que, según algunas fuentes, era interpretada como el mismo personaje.
Pleiades – diosas de la constelación de las Pléyades. Pero antes eran ninfas de la montaña e hijas de Atlas y una ninfa del mar, Pleione. Sus nombres eran Alcyone, Sterope, Celaeno, Electra, Maia, Merope y Taygete. Fueron perseguidas por el deseoso semidiós Orión que las quería a toda costa. Terminaron su vida por pena o fueron, según historias alternativas, protegidas por Zeus que las colocó entre las estrellas, conocidas como la constelación de las Pléyades.
Selena – diosa de la luna. Era hija de Hiperión y Teia y tenía un hermano Helios y una hermana Eos. Su gran amor fue un hombre mortal llamado Endymion al que Zeus le concedió la inmortalidad y la eterna juventud y lo colocó en un estado de sueño eterno cerca del monte Latmos, donde su novia acudía cada noche a consolarle.
Urano – dios primigenio de los cielos y del cielo. Era hijo y consorte de Gea y de su unión surgieron los doce Titanes, tres Cíclopes y tres Hekatoncheires. Urano también fue responsable del nacimiento de Erinyes, Gigantes, Meliae y Afrodita, cuando su sangre se derramó sobre la tierra.