Las salchichas son complicadas. Bueno, lo eran, hasta que aprendimos a cocinar salchichas correctamente. Antes de encontrar El Método, siempre que hacíamos salchichas terminaban carbonizadas por fuera pero crudas por dentro. O las tripas se partían. O cuando se cocinaban por completo, estaban muy secas. ¿Te resulta familiar? Sí. No tiene por qué ser así.
El problema de cocinarlos simplemente a fuego directo en una sartén o en una parrilla -el error que comete la mayoría de la gente- es que acabas haciéndolos a lo loco, esperando lo mejor, y terminando con una carne triste y seca, o te encuentras en la incómoda situación de mirar el trozo de salchicha cortado en el plato preguntándote si vas a intoxicar a todos tus invitados. No es lo ideal. Por eso utilizamos una técnica de dos pasos, de cocción a fuego lento, en la que los eslabones se cocinan suavemente en agua primero, y luego se crujen en una sartén caliente justo antes de servirlos. Y nunca nos ha fallado. A continuación te explicamos cómo hacerlo.
Para empezar, echa las salchichas en una olla o cacerola grande y llénala con suficiente agua fría para cubrir las salchichas. Ponga el recipiente en el fuego, ponga el fuego a medio-alto y cocine hasta que el agua llegue a un suave hervor, lo que debería llevar unos 6-8 minutos. Entonces apaga el fuego y saca las salchichas de la olla. Ya está. Esos pequeños están cocidos, tiernos y listos para el segundo paso.
En este punto las salchichas están cocidas e intactas pero, como notarás, son muy….grises. El siguiente paso es conseguir algo de color y crujiente en ellas. Puedes cortar las salchichas por la mitad, a lo largo, para que queden crujientes en el interior expuesto (genial para los bocadillos de salchichas), dejarlas intactas y crujir las tripas, o cortarlas en monedas o trozos. Lo que sea. Sea como sea, engrasa una sartén con un poco de aceite, caliéntala a fuego fuerte y coloca las salchichas con cuidado. Como las salchichas ya están cocinadas, no tendrás que dejarlas en la sartén durante mucho tiempo (o en la parrilla, si el tiempo acompaña). Consigue ese dorado que buscas y sácalas de la sartén antes de que se sequen.
Y luego puedes echarlas en un sándwich, ponerlas en una tostada, cortarlas en rodajas para incorporarlas a un poco de arroz o pasta, o simplemente comerlas directamente. Lo que hagas con ellas es cosa tuya. ¿Asegurarse de que sabe cómo cocinar una salchicha correctamente? Esa es nuestra línea de trabajo.