Estos factores pueden empeorar la espasticidad:
- Tener mucho calor o mucho frío
- La hora del día
- El estrés
- La ropa apretada
- Las infecciones y espasmos de la vejiga
- El ciclo menstrual (para las mujeres)
- Ciertas posiciones del cuerpo
- Nuevas heridas o úlceras en la piel
- Hemorroides
- Estar muy cansado o no dormir lo suficiente
El fisioterapeuta puede enseñarle a usted y a su cuidador ejercicios de estiramiento que puede hacer. Estos estiramientos le ayudarán a impedir que sus músculos se acorten o se pongan más tensos.
Estar activo también lo ayuda a mantener sus músculos relajados. El ejercicio aeróbico, como nadar y los ejercicios de fortalecimiento son útiles tanto como practicar deportes y realizar las tareas diarias. Hable primero con su proveedor de atención médica o el fisioterapeuta antes de empezar cualquier programa de ejercicios.
Su proveedor o terapista físico/ocupacional puede ponerle férulas o yesos en algunas articulaciones para impedir que se pongan tan rígidas que usted no pueda moverlas fácilmente. Asegúrese de usar las férulas o yesos como se lo indique su proveedor.
Tenga cuidado con el desarrollo de úlceras de decúbito por el ejercicio o por estar en la misma posición en una cama o en una silla de ruedas por demasiado tiempo.
La espasticidad muscular puede incrementar sus probabilidades de caerse y lastimarse. Asegúrese de tomar precauciones para no caerse.