La leche materna proporciona una excelente protección general contra las enfermedades, pero muchos bebés siguen contrayendo algún tipo de resfriado, virus o infección. Cuando está enfermo, el bebé puede estar más inquieto en el pecho, amamantar con más frecuencia o incluso dejar de amamantar. Aunque puede ser un poco más difícil, es importante seguir amamantando ya que la leche materna puede ser la mejor medicina para tu pequeño.
De hecho, la composición de tu leche materna cambia para aportar los nutrientes y anticuerpos que tu bebé necesita cuando está enfermo; estos cambios pueden incluso afectar al color de tu leche.
¿Otro beneficio de seguir amamantando a tu bebé enfermo? Acurrucarse mientras le das el pecho proporciona a tu bebé un mayor confort, y el contacto piel con piel ayuda a regular su temperatura corporal. A continuación, te ofrecemos algunos de nuestros consejos favoritos para amamantar a un bebé enfermo.
Lactar a un bebé congestionado
Los síntomas comunes del resfriado incluyen congestión y secreción nasal, estornudos, tos y a veces fiebre. Los bebés resfriados suelen estar intranquilos y tienen problemas para conciliar el sueño.
Los resfriados suelen desaparecer en un plazo de cinco a diez días, pero puede ponerse en contacto con la consulta de su pediatra para ver qué puede hacer para ayudar a su bebé a despejar los conductos nasales congestionados. Algunos profesionales de la salud recomiendan no hacer nada mientras el bebé moje suficientes pañales, que deberían ser al menos seis al día. Aquí tienes otras cosas que puedes probar:
- Al final de un baño caliente, utiliza una toallita para limpiar a fondo la nariz de tu bebé.
- Antes de amamantar, retira suavemente la mucosidad con una jeringa de pera o NoseFrida.
- Levantar la cabeza de la cuna de tu bebé unos centímetros colocando libros debajo de las piernas (asegúrate de consultar con tu pediatra y seguir todas las precauciones de seguridad).
- Reducir la hinchazón y aflojar las secreciones con gotas nasales de solución salina.
- Utiliza un humidificador.
- Amamanta en un cuarto de baño con vapor y una ducha caliente.
- Intenta amamantar en una posición más vertical o en un portabebés si es posible.
- Ofrece el pecho más a menudo ya que las sesiones de lactancia serán probablemente más cortas.
- Facilita la lactancia a tu bebé utilizando una compresa caliente y masajeando tu pecho para que la leche fluya.
Lactancia de un bebé con dolor de oídos
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Las infecciones de oído son dolorosas, especialmente para los bebés amamantados. Como resultado, cuando los bebés tienen dolores de oído, tienden a tomar menos leche por toma. A continuación se indican algunas cosas que pueden ayudar:
- Amamante más a menudo para compensar las sesiones más cortas.
- Extraiga leche entre las tomas para mantener su suministro. (Nuestro sujetador de bombeo de manos libres te permite extraer leche, amamantar o hacer ambas cosas al mismo tiempo, lo que puede ser especialmente práctico cuando tu pequeño está mal).
- Utiliza una jeringuilla para extraer la leche.
- Dependiendo de la edad y el peso de tu bebé, tu equipo médico puede recomendar el uso de una combinación de un medicamento de venta libre como el paracetamol o el ibuprofeno y antibióticos recetados.
- Intenta la posición de fútbol, la posición vertical o la posición lateral opuesta para mantener la presión del oído afectado.
Lactar a un bebé que tiene dolor de garganta
Mantener la garganta de tu bebé lubricada será reconfortante, así que ofréceles el pecho tan a menudo como sea posible. A veces los bebés con dolor de garganta prefieren los líquidos fríos a los calientes. Algunas mamás veteranas recomiendan que
- Dale a tu bebé una toallita congelada para que la chupe.
- Dale a tu bebé un alimentador de malla para bebés lleno de fruta congelada.
- Ofrece una paleta de leche materna.
- Enfría la leche materna extraída en un biberón antes de dársela a tu bebé.
- Haz funcionar un humidificador.
- Amamante a su bebé en posición vertical.
- Tenga siempre una toalla a mano – y cubra los muebles.
- Si su bebé está comiendo sólidos, pruebe la dieta BRAT (plátanos, arroz, puré de manzana y tostadas).
- Ofrece tomas pequeñas y más frecuentes en lugar de tomas más largas.
- Evita presionar la barriga de tu bebé; esto puede ocurrir al sentarlo o sostenerlo sobre tu brazo.
Recuerda: No dar miel ni productos a base de miel a los bebés menores de 12 meses.
Lactancia de un bebé que tiene vómitos o diarrea
Los bichos estomacales no son súper comunes en los bebés alimentados con leche materna, pero aun así pueden ocurrir, especialmente cuando tu bebé se vuelve más móvil y social. Dado que puede ser normal que las heces del bebé sean blandas, sueltas, amarillas y líquidas, a veces es difícil determinar si tu bebé tiene diarrea. Si tu bebé tiene diarrea, sus deposiciones serán más frecuentes y tendrán una consistencia más acuosa.
Las causas de la diarrea incluyen la dentición, los virus, las bacterias y las reacciones adversas a los medicamentos o alimentos. Si la diarrea de su bebé está relacionada con un virus, sepa que puede durar hasta dos semanas. Dado que la diarrea es la principal causa de deshidratación en los bebés, es muy importante amamantar al bebé con frecuencia.
Si tu bebé vomita o tiene diarrea, vigila el número de pañales mojados para asegurarte de que tu pequeño está consumiendo suficiente leche. Llama a tu pediatra si te preocupa. Otros consejos son
Consejos finales
Si te preocupan los síntomas de tu bebé, asegúrate de acudir a tu pediatra. Sin embargo, independientemente de los síntomas, los cuidados básicos del bebé pueden ser útiles. Acurrúcate con tu bebé, desnudo, piel con piel. No te preocupes por los horarios ni por el sueño: todos os pondréis al día cuando pase la enfermedad.
En plena pandemia de Covid-19, los resfriados y la gripe son habituales en esta época del año. Aunque dar el pecho cuando el bebé está enfermo puede ser duro, la leche humana suele hacer maravillas. Si tu bebé se niega rotundamente a tomar el pecho, coge el sacaleches y prueba con el biberón. La succión del pecho y la del biberón utilizan mecanismos diferentes, por lo que su bebé podría preferir el biberón.
Si utiliza el biberón, ofrézcale primero la leche materna más reciente porque tendrá más anticuerpos que su bebé necesita para mejorar. Si su bebé se niega a ser amamantado, recuerde extraerse leche para proteger su suministro de leche.
La lactancia materna mientras está enferma presenta otra serie de desafíos, así que, en la medida de lo posible, trate de cuidarse para no enfermarse también; lávese las manos con frecuencia, hidrátese y descanse todo lo posible.
Este es un gran momento para que las madres lactantes recurran a su pueblo. Recluta a una amiga para que vaya a la tienda y recoja algunos productos esenciales. Reúnase con un asesor de lactancia o un IBCLC. Pide a un familiar que te ayude con las comidas o el cuidado de los niños.
Tenga un poco de paciencia si la ropa y los platos se acumulan durante unos días. Un niño enfermo puede ser estresante, pero un poco de autocuidado puede ser justo lo que ayuda a una madre lactante a mantenerse fuerte y centrada. Esperamos que tu pequeño se recupere pronto
Esta información es sólo para fines educativos y no constituye un consejo médico. Por favor, acude a tu equipo de salud si tienes alguna duda.