VegetarianismoEditar
La mayoría de los platos considerados únicamente budistas son vegetarianos, pero no todas las tradiciones budistas exigen el vegetarianismo de los seguidores laicos o del clero. La alimentación vegetariana se asocia principalmente con la tradición de Asia oriental y sudoriental en China, Vietnam, Japón y Corea, donde es comúnmente practicada por el clero y puede ser observada por los laicos en días festivos o como una práctica devocional.
En la tradición Mahayana, varios sutras del canon Mahayana contienen prohibiciones explícitas contra el consumo de carne, incluyendo secciones del Lankavatara Sutra y el Surangama Sutra. La comunidad monástica del budismo chino, el budismo vietnamita y la mayor parte del budismo coreano se adhieren estrictamente al vegetarianismo. Las sectas budistas japonesas suelen creer que Buda comía carne. Todas las sectas japonesas del budismo Kamakura (Zen, Nichiren, Jodo) han relajado el vinaya Mahayana y, en consecuencia, el vegetarianismo es opcional.
Los monjes y monjas Theravada se alimentan tradicionalmente recogiendo limosnas y, por lo general, deben comer cualquier alimento que se les dé, incluida la carne. La excepción a esta regla de la limosna es cuando los monjes y monjas han visto, oído o sabido que se ha matado específicamente a un animal o animales para alimentar al que pide limosna, en cuyo caso el consumo de dicha carne sería kármicamente negativo, así como la carne de ciertos animales, como perros y serpientes, que se consideraban impuros en la antigua India. Esta misma restricción la siguen también algunos budistas laicos y se conoce como el consumo de «carne triplemente limpia» (三净肉). Los Sutras Pali también describen a Buda rechazando una sugerencia de su alumno Devadatta de ordenar el vegetarianismo en los preceptos monásticos.
El budismo tibetano ha aceptado durante mucho tiempo que las dificultades prácticas para obtener verduras y granos en la mayor parte del Tíbet hacen imposible insistir en el vegetarianismo; sin embargo, muchos de los principales maestros budistas tibetanos están de acuerdo en el gran valor de practicar el vegetarianismo siempre y cuando sea posible.
Tanto los budistas mahayana como los theravada consideran que se puede practicar el vegetarianismo como parte del cultivo de la paramita de Bodhisattvas.
Otras restriccionesEditar
La comida que toma un budista estricto, si no es vegetariano, también es específica. Para muchos budistas chinos se evita la carne de vacuno y el consumo de grandes animales y especies exóticas. Luego estaría la mencionada regla de la «carne triplemente limpia». Una restricción alimentaria que no es conocida por muchos es la abstinencia de comer vísceras y órganos de animales. Esto se conoce como xiàshui (下水), que no debe confundirse con el término para referirse a las aguas residuales.
El alcohol y otras drogas también son evitados por muchos budistas debido a sus efectos sobre la mente y la «atención plena». Forma parte de los Cinco Preceptos que dictan que no se deben consumir «materiales adictivos». La definición de «adictivo» depende de cada persona, pero la mayoría de los budistas consideran adictivos el alcohol, el tabaco y las drogas que no sean medicamentos. Aunque ahora también se sabe que la cafeína es adictiva, las bebidas con cafeína, y especialmente el té, no se incluyen en esta restricción; el té, en particular, se considera saludable y beneficioso, y su suave efecto estimulante, deseable. Hay muchas leyendas sobre el té. Entre los meditadores se considera que mantiene a la persona alerta y despierta sin sobreexcitación.
Simple y naturalEditar
En teoría y en la práctica, muchos estilos regionales de cocina pueden adaptarse para ser «budistas» siempre que el cocinero, teniendo en cuenta las restricciones anteriores, prepare los alimentos, generalmente en preparaciones sencillas, con una atención experta a su calidad, salubridad y sabor. A menudo, al trabajar con un presupuesto ajustado, el cocinero del monasterio debía aprovechar al máximo los ingredientes disponibles.
En Tenzo kyokun («Instrucciones para el cocinero zen»), el fundador del Soto Zen, Eihei Dogen, escribió lo siguiente sobre la actitud zen hacia la comida:
Al preparar la comida, es esencial ser sincero y respetar cada ingrediente, independientemente de lo grueso o fino que sea. (…) Una rica sopa de mantequilla no es mejor como tal que un caldo de hierbas silvestres. Al manipular y preparar las hierbas silvestres, hazlo como lo harías con los ingredientes de un rico banquete, de todo corazón, con sinceridad, con claridad. Cuando sirvas a la asamblea monástica, ellos y tú debéis degustar sólo el sabor del Océano de la Realidad, el Océano de la Conciencia Despierta no oscurecida, y no si la sopa es o no cremosa o está hecha sólo de hierbas silvestres. Al nutrir las semillas de la vida en la Vía, la comida rica y la hierba silvestre no están separadas»»