Los ciervos albinos no tienen el gen de la coloración normal. Carecen de la enzima melanina, responsable de la coloración de la piel, el pelo y los tejidos. El resultado de esta rareza genética es la ausencia total de color que les da su aspecto blanco.
El albinismo en los ciervos es un rasgo recesivo, lo que significa que tanto el macho como la hembra deben ser portadores del gen recesivo para que se produzca en su descendencia. Un ciervo albino cruzado con otro albino tendría sólo albinos.
Un albino cruzado con un ciervo normal sin el gen recesivo del albinismo produciría todos los ciervos de cola blanca de color normal. Pero, la descendencia de este cruce sería portadora del gen recesivo del albinismo aunque tuviera un color normal. Cuando los portadores de albinismo se reproducen, hay una posibilidad entre cuatro de que produzcan un cervatillo albino.
Los ciervos albinos, aparte de su diferencia de color, son en todos los demás aspectos iguales a los ciervos de color normal… su salud no se ve comprometida por el gen recesivo.
- Los ciervos albinos son diferentes a los ciervos «blancos» encontrados en el antiguo Depósito del Ejército de Séneca. Los ciervos blancos de Séneca son leucísticos – una reducción en todos los tipos de pigmento de la piel, no sólo la melanina.
- Los ciervos blancos de Séneca también tienen un color de ojos normal y no los ojos rosados de los ciervos albinos.
Aquí hay dos rarezas más de cola blanca: El ciervo piebald y el melanístico
Además de que el ciervo es de color blanco, los ojos de un ciervo albino son de color rosa porque los vasos sanguíneos detrás de las lentes del ojo se muestran a través del iris no pigmentado del ciervo. La falta de melanina hace que cualquier criatura albina tenga una vista pobre o deficiente. Además, la falta de pigmentación hace que los ojos de los albinos sean mucho más sensibles a la luz, lo que puede comprometer su visión durante las horas de luz.
Debido a la fascinación que crean los ciervos albinos, son más propensos a ser matados por los cazadores. No sólo porque destacan más por su color blanco, sino porque muchos cazadores los ven como un raro trofeo.
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