Las aves tienen miles de plumas, y cada una de ellas está sujeta a un desgaste que conduce a la muda. Los observadores de aves que entienden el proceso de muda pueden reconocer cómo las aves cambian su apariencia y por qué esos cambios son una parte necesaria y vital de la biología de las aves. Entender el proceso de muda conducirá a una identificación más fácil sin importar en qué etapa se encuentre el plumaje de un ave.
¿Qué es la muda?
La muda es el proceso por el que un ave se desprende de las plumas viejas y desgastadas para sustituirlas por plumaje fresco. Una muda puede ser parcial y reemplazar sólo algunas de las plumas de un pájaro o completa cuando se reemplazan todas las plumas a la vez. El tiempo que tarda en completarse una muda varía según la especie, pero puede durar desde dos semanas hasta varios años. Algunas aves mudan sólo una vez al año, mientras que otras pueden mudar varias veces.
Sobre el proceso de muda
Las plumas están compuestas de queratina, la misma proteína que hace el pelo y las uñas, y están sometidas a un estrés constante y a una gran cantidad de daños. Las actividades diarias, como el roce con arbustos o árboles, el acicalamiento, el vuelo y los baños de polvo, someten a las plumas a una fricción que provoca su desgaste, y la queratina se debilita a medida que las plumas envejecen.
Dato divertido
A diferencia del pelo y las uñas, que se regeneran y crecen continuamente, una pluma es una estructura completa y deja de crecer una vez que alcanza su tamaño completo.
A medida que se acumulan los daños, las propiedades aerodinámicas y aislantes de la pluma se ven comprometidas, y la pluma debe desprenderse para que una nueva pueda ocupar su lugar.
Hay cuatro tipos generales de muda en el ciclo de vida de un ave:
- De juvenil a adulto: Las aves jóvenes tienen plumas de plumón o plumajes subadultos que deben desprenderse a medida que las aves alcanzan la madurez y desarrollan su coloración adulta. En las especies más grandes, como las gaviotas y las rapaces, puede haber varios ciclos de muda para alcanzar el plumaje adulto.
- De reproductoras a no reproductoras: Muchas aves con un plumaje de cría brillante mudan a colores más camuflados una vez finalizada la temporada de cría, y el plumaje no reproductivo también puede presentar más plumas para un mejor aislamiento durante el invierno.
- De no reproductor a reproductor: Después de un invierno con un plumaje apagado, las plumas frescas y de colores brillantes son parte de la preparación de muchas aves para atraer a una pareja. Los estudios han demostrado que muchas aves con un plumaje más brillante tienen un mayor éxito en la reproducción.
- Reemplazo general de plumas: Aunque las plumas no cambien de color para los plumajes reproductores y no reproductores, el reemplazo general de las plumas desgastadas es una muda esencial a la que deben someterse las aves para mantener un plumaje saludable.
No todas las aves se someten a todos los tipos de muda, pero las que lo hacen pueden pasar partes significativas del año experimentando varios cambios de plumas.
Cómo mudan las aves
Los ciclos exactos, la frecuencia y el momento de las mudas varían para las diferentes especies, pero todas las aves comparten algunas similitudes cuando mudan. En general, las plumas se mudan siguiendo un patrón simétrico en las alas, la cola y el cuerpo del ave, de modo que conserve el equilibrio para volar. El ciclo completo suele durar entre 5 y 12 semanas, aunque los patos a menudo mudan en tan sólo dos semanas con un breve periodo sin volar durante la muda acelerada. Los pelícanos y los loros tienen algunos de los ciclos de muda más largos y pueden tardar hasta dos años en reemplazar todas sus plumas.
A medida que las plumas envejecen, las púas se aflojan en sus ejes y no es hasta que están listas para caerse que comienzan a crecer nuevas plumas. Las nuevas plumas crean entonces huecos visibles en el plumaje de un pájaro, especialmente en las alas y la cola, donde las plumas más cortas son más perceptibles. Las plumas cercanas del cuerpo se superponen al espacio desnudo para que la piel del ave no quede expuesta, pero el ave puede tener un aspecto desaliñado y sus marcas serán indistintas hasta que se complete la muda.
La muda requiere una enorme cantidad de energía, y las aves no mudan durante la temporada de cría o los períodos de migración, cuando esa energía es necesaria para anidar o viajar. El periodo de muda más común es justo después de la temporada de cría, cuando las fuentes de alimento siguen siendo abundantes pero los polluelos ya no son tan exigentes, cuando las aves pueden centrar su energía en refrescar su plumaje justo antes de la migración. El segundo periodo más común es justo antes de la temporada de cría, cuando las fuentes de alimento aumentan pero aún no hay polluelos que cuidar; es el momento en que muchas aves desarrollan su atractivo plumaje de cría.
Los peligros de la muda
La muda puede ser un periodo peligroso para las aves si no hay suficientes recursos para que puedan mudar correctamente. Volar puede ser difícil, si no imposible, durante la muda, lo que hace que las aves sean más susceptibles a los depredadores, y mientras faltan las plumas, el aislamiento y la protección de un ave contra el mal tiempo se ven comprometidos. Si un pájaro no recibe una nutrición adecuada durante la muda, sus plumas pueden ser más delgadas o estar mal formadas, creando dificultades que pueden durar meses o años.
Los observadores de aves de patio pueden ayudar a aliviar los peligros de la muda proporcionando una fuente de alimento rica y fiable para que las aves la aprovechen, junto con un refugio seguro para las aves que se vuelven más esquivas y tímidas durante la muda. Si los pájaros confían en que su hábitat satisfaga sus necesidades de muda, se quedarán durante este período incierto, dando a los observadores de aves la oportunidad de presenciar la muda de primera mano y disfrutar de un conocimiento cada vez más íntimo de sus amigos emplumados favoritos.